Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Lunes 22 de Marzo de 2021

Una difícil recuperación

Leer mas ...

REDACCION

Por REDACCION

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante la Asamblea que llevó a cabo en Bogotá, pronosticó una difícil recuperación de la economía de América Latina y el Caribe como consecuencia de la debacle provocada por la pandemia, al tiempo que requerirá nuevos recursos para hacer frente a la emergencia.

De acuerdo con el informe que proporcionó el organismo tras las deliberaciones que se realizaron en la capital de Colombia, la región solamente podrá salir de la crisis haciendo frente a un mayor endeudamiento, más pobreza y un aumento de la desigualdad del ingreso.

Se dejó en claro durante el encuentro, que el "shock" generado por el desempleo masivo provocará, además, un considerable incremento de la pobreza extrema, que saltará del 12,1% al 14,6%, un deterioro al que los países dependientes del turismo y la exportación de materias primas, estarán particularmente expuestos.

De todos modos, el futuro de la región dependerá en buena medida de todas las reformas que emprendan por los gobiernos destinadas a paliar esta emergencia, advirtió el organismo multilateral, en otra de sus conclusiones.

Con solamente un 8 por ciento de la población mundial, América Latina y el Caribe concentra, de manera alarmante, casi un 25% del total de muertes por coronavirus (más de 733.000 hasta el fin de semana) de todo el planeta.

Luego de la histórica y preocupante caída de 7,4% del Producto Interno Bruto regional que se registró el año pasado, el BID tiene proyectado un crecimiento de la economía de 4,1% para 2021, seguido de 2,5% en los años siguientes, de acuerdo con "la capacidad para vacunar" de los países miembros y siempre que no se impongan nuevas restricciones que "tendrían un impacto adicional en la actividad económica".

En caso contrario, el BID vislumbra un escenario definitivamente negativo para la región, basado en un crecimiento menor de la economía en Estados Unidos y Europa, además de la aparición de nuevos brotes del virus y un despliegue lento de la inmunización, que reduciría el crecimiento a solamente el 0,8% en 2021, -1,1% en 2022 y 1,8% en 2023.

Con el propósito de evitar esa situación catastrófica, el BID instó a los países a emprender reformas fiscales urgentes, así como a tomar medidas que impulsen la productividad, cadenas de valor regionales, economía digital y creación de empleo inclusiva, todo ello, sin sacrificar el objetivo prioritario de ralentizar el cambio climático, que amenaza particularmente a los países de la región.

En su afán por impulsar la recuperación, el BID estará obligado a requerir los ya mencionados nuevos recursos, según la declaración que se dio a conocer tras la importante reunión de los gobernadores del banco que se realizó en la ciudad de Barranquilla, también en Colombia.

El organismo recordó que desde el inicio de la emergencia sanitaria, movilizó más de 24.000 millones de dólares financiando a gobiernos y empresas de la región, incluyendo otros 1.000 millones de dólares para la compra de vacunas.

Pero, para mantener un nivel de apoyo comparable a futuro, simplemente no es suficiente con los recursos actuales, ya que se hace imprescindible considerar una recapitalización para que pueda cumplir su papel en la recuperación de la región, muy castigada por la pandemia de Covid-19 desde hace un año.

Sin bien no se precisó el monto que se requiere, desde el BID se indicó que las necesidades de financiamiento externo de los gobiernos del continente deberían estar en el orden de los 110.000 millones de dólares anuales durante la próxima década.

Si el BID no se capitaliza en los próximos años, empezará a perder relevancia en el momento en donde América Latina y el Caribe necesitan su capacidad de préstamo, indicaron los delegados de los diferentes países que tomaron parte de la Asamblea.

En la actualidad, el BID es presidido por Mauricio Claver-Carone, un abogado estadounidense de origen cubano que había sido promovido oportunamente por Donald Trump, cuando estaba al frente de la Casa Blanca.

Ese cargo, históricamente, estaba reservado a latinoamericanos, pero el apoyo incondicional de Colombia a la candidatura del máximo dirigente del BID, fue determinante en las últimas elecciones del organismo, aunque, lógicamente, tuvo el respaldo de varios países de la región para acceder a ese cargo.

Claver-Carone defendió su gestión, que identificó desde el comienzo como un "sueño panamericano", apostando a devolver a las naciones latinoamericanas, industrias y cadenas de abastecimiento, para contrarrestar la gran influencia de China en la región.

En varios aspectos se aportó la claridad que todos los países reclamaban sobre una economía que se fue debilitando progresivamente en el último año a raíz de la recesión generada por la pandemia. Quedó en claro la recuperación no será sencilla.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso