Por REDACCION
La dependencia de América Latina de las exportaciones de manufacturas primarias como minería y petróleo llevarían la economía de la región a un frágil crecimiento este año de 1,7%, indicó un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCED).
El informe indicó que el comercio a nivel mundial se encuentra bajo un "sistema hiperglobalizado" donde el 1% de las grandes empresas se lleva 6 de cada 10 dólares de las exportaciones lo cual contribuye a aumentar la desigualdad en el mundo.En 2017, las exportaciones totales de América Latina y el Caribe alcanzaron los 978.632 millones de dólares y las importaciones fueron de 976.495 millones de dólares, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que tiene su sede en Santiago de Chile.
Países como Brasil y México, dos de las economías más fuertes de la región, muestran un "débil crecimiento" de sus economías debido a su "demasiada dependencia en exportaciones primarias" lo cual también afecta al resto de los países de América Latina, según un informe o también conocida como UNCTAD lanzado este miércoles en Santiago y Ginebra.
Para Alex Izurieta, economista senior de CNUCED y encargado de la presentación del reporte, es preocupante que América Latina se haya especializado en bienes primarios cuya competencia de precios de productos como la minería o el petróleo es volátil. El estudio advirtió que la "volatilidad" de los precios de los bienes primarios se produjo este año por factores como la guerra comercial que Estados Unidos inició con China, el gigante asiático que concentra cerca del 25% del total de las exportaciones latinoamericanas, y cuyo apetito por bienes primarios decaería por este conflicto.
En los últimos 20 años, América Latina se ha venido especializando en bienes primarios principalmente los no procesados que han llegado a ser el 40% de sus exportaciones y no ha tenido un crecimiento importante en avances tecnológicos, afirmó el especialista.
A estas vulneraciones financieras se suma la devaluación de algunas monedas latinoamericanas frente al dólar, como en el caso de Argentina -sumida en una crisis y con una devaluación por sobre el 100%- o Brasil (24%) lo cual ha golpeado sus exportaciones, agregó Izurieta.
Las conclusiones de este informe de la CNUCED actualizan viejas teorías económicas, como aquella de las ventajas comparativas que se adjudica en su origen al liberal Adam Smith y que fue profundizada más tarde por David Ricardo, por la cual los países deberían especializarse en lo que les es fácil producir y posteriormente comerciar para obtener los que les es difícil producir.
En su escrito de mayor prestigio, La riqueza de las Naciones, Smith intuyó que el comercio tanto entre personas como entre países era beneficioso para ambas partes, aunque no fuera en igual medida. Pensó que este beneficio provenía de las ventajas de especializarse en un producto que una persona o país puede producir más fácilmente, ya sea por facilidades tecnológicas, por tener más tradición y habilidades en cuanto a su producción, por tener más fuentes de recursos o mejores condiciones climáticas.
A esta organización mundial del comercio de matriz liberal conceptualizada como la teoría de las ventajas comparativas se contrapone otra denominada teoría de la dependencia, concebida entre otros por el destacado economista argentino Raúl Prebisch, creador del Banco Central de la República Argentina en 1935, uno de los impulsores de la Cepal. Según este economista, el gran problema de América Latina es producir y exportar materia prima hacia los países industrializados, lo cual no es fortuito sino más bien planificado por las grandes economías que en definitiva crean una dependencia de los países desarrollados hacia los países subdesarrollados. Para contrarrestar la dependencia, desde la Cepal se impulsó la industrialización por sustitución de importaciones, un modelo para alcanzar mayor autonomía y desarrollo.
Las teorías de Prebisch se mantienen vigentes en la actualidad ya que el desgaste de las teorías de la globalización y libre mercado está dando paso nuevamente a políticas más proteccionistas, devolviendo al estado un rol protagónico en la economía como se advierte en el caso de Estados Unidos, el país estandarte de la libertad de mercado que despliega un arsenal de políticas proteccionistas desde la llegada de Donald Trump al poder.
En la Argentina se procura a través de organismos como el Conicet avanzar en el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación, pero estos procesos requieren décadas de políticas consistentes y de inversión sostenida, lo cual es muy complicado en este país de crisis cíclicas.
Nada ha cambiado, lamentablemente, con el paso de los años. La teoría de las ventajas comparativas es, en otros términos, un conjunto de ideas que instauran una relación de dependencia de unos países de otros. O en otras palabras, el dominio de unas nacionales sobre otras.
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