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Editorial Domingo 12 de Abril de 2020

Tiempo de descentralizar

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REDACCION

Por REDACCION

En nuestro país, el Covid-19 no está golpeando con la misma fuerza que en las naciones más afectadas del planeta. Ni siquiera se puede comparar el saldo de víctimas fatales que ha dejado hasta el momento, con los números que se han registrado en otros estados sudamericanos.

En el extremo sur de nuestro continente, Brasil, Ecuador y Chile (ver página 5) nos superan claramente. Al margen de las consecuencias lamentables que hoy están padeciendo esos país, es necesario rescatar la estrategia aplicada en su momento por nuestros gobernantes, liderados por Alberto Fernández.

El Presidente tomó medidas que para la mayoría resultan antipáticas, pero que ante la realidad que estamos viviendo, eran necesarias e impostergables.

Después de dos períodos de cuarentena establecidos mediante sendos decretos, todo hacía suponer, como en definitiva ocurrió en la noche del Viernes Santo, que, en las actuales circunstancias, era necesaria extenderla, ahora con fecha estipulada para el 26 de abril.

Con algunas flexibilizaciones que se agregaron a las ya existentes, pero que no contemplan varias solicitudes expuestas por los sectores productivos, el tema económico, que viene generando una alarmante preocupación, adquirió un mayor protagonismo.

Desde el Gobierno central, se insiste con priorizar la salud de "los argentinos y las argentinas", una costumbre que viene de tiempos recientes y que decidió  incorporar el Presidente.

Nadie puede objetar esa medida, porque como también lo dice Fernández en sus mensajes "una vida que se pierde es una vida que no se recupera", siempre con el agregado que "un PBI siempre se puede recuperar", en este último caso con una definición que se puede interpretar como una clara referencia política.

En los últimos días, las cifras de la pandemia, con excepción de una jornada que dejó el triste saldo de 14 muertes, parecen estar medianamente controladas, a partir de la responsabilidad de un pueblo que sabe a los riesgos que está expuesto.

Desde todos los medios se transmiten mensajes de concientización, como para que nadie pueda decir que no sabe de qué se trata. Las recomendaciones son contundentes y de fácil interpretación, como para que no haya excusas.

Sin embargo, el Presidente y sus colaboradores más estrechos, a los que se han sumado los especialistas en infectología, creyeron que llegó el momento de aplicar una política de descentralización.

De esta manera, el Estado nacional decidió transferir algunas responsabilidades que eran de su exclusiva competencia, a las provincias y a los municipios, para que tomen decisiones, pero siempre atendiendo las realidades que se viven en sus respectivos distritos.

Con esta variante, se apunta, esencialmente, a recuperar economías regionales que están al límite del colapso. Una tarea que no será de sencilla aceptación, pero que podría reducir el impacto de una inactividad que se prolongó más tiempo del originalmente previsto, aún cuando las noticias nunca fueron alentadoras y daban cuenta de esta posibilidad, que no tiene fecha de vencimiento.

Está claro que a lo largo de nuestro extenso territorio nacional, hay regiones que están más castigadas que otras, por sus riquezas naturales o por las industrias que le dan movilidad a sus engranajes.

En este fin de semana largo, por ejemplo, el impacto económico que genera el turismo, se ha visto reducido a su mínima expresión y el simbronazo es tan fuerte que los servicios que se ofrecen están en su punto más crítico.

Son datos puntuales, pero que no pueden dejarse de mencionarse, como tantos otros, que no tienen la certeza hasta cuándo pueden llegar a subsistir en las actuales condiciones.

En definitiva, la rescisión es tan abarcativa, que ningún sector esta exceptuado de una crisis que golpea a todos.

Economistas de nuestro país y del mundo entero, no dudan en asegurar que las secuelas que dejará esta enfermedad, que ha golpeado con más fuerza a las grandes potencias, solo podrán compararse con la depresión de 1929.

Simplemente, por mencionar el año del inicio de una crisis global de la que se pudo empezar a salir recién después de una década, con gran esfuerzo, pero justamente cuando se iniciaba la Segunda Guerra Mundial.

Después de aquella contienda bélica, que dejó un panorama de desolación y muerte en varios países, este momento es el de mayor complejidad, según coinciden los mismos analistas.

Argentina hoy está ante un desafío de extrema dificultad. Por un lado, la llegada de una pandemia que se intenta controlar sanitariamente con los invalorables recursos humanos y el refuerzo de un sistema que no estaba a la altura del desafío en el que todos estamos comprometernos.

La economía también dejará a varios en el camino, pero en algún momento se podrá recuperar. Pero ello solo ocurrirá si tiramos todos para el mismo lado.

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