Por REDACCION
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Unicef presentaron ayer en Ginebra un informe que destaca la importancia de la protección social para ayudar a los niños a salir de la pobreza. El informe, difundido en el inicio de la Conferencia Internacional de Subsidios Infantiles proporciona cifras mundiales y nacionales a la vez que muestra la deficiencia en la cobertura de la seguridad social para niños. Una de las conclusiones de este reporte es que tan solo el 35% de los niños en el mundo están cubiertos por la protección social, un elemento clave de las políticas "para mejorar el acceso a la nutrición, la salud y la educación", así como para "reducir el trabajo y la pobreza".
En particular, el documento advirtió que solo el 35 por ciento de los niños a escala global están en promedio cubiertos por protección social, "que alcanza el 87% en Europa y Asia Central, un 66% en las Américas, un 28% en Asia y un 16% en Africa". Asimismo, resaltó que "la protección social universal para niños no es un privilegio de los países ricos" y en este sentido enfatizó que "un número de países con economías en desarrollo logró o casi alcanzó la cobertura universal, como el caso de Argentina, Brasil, Chile, Mongolia y Sudáfrica".
Tanto la OIT como Unicef llaman, a través de este reporte, a que los países realicen una "rápida expansión de los beneficios para familias y los más chicos, con el objetivo de alcanzar una protección social universal para los niños, así como para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de las Naciones Unidas". Según los organismos, la evidencia demuestra con claridad que las transferencias de dinero tienen un rol vital para romper el círculo vicioso de pobreza y vulnerabilidad al tiempo que identifican a este tipo de políticas públicas como 'clave' para mejorar el acceso a la nutrición, la salud y la educación, además de para reducir el trabajo, la pobreza y la vulnerabilidad infantil.
Durante la presentación del informe, Alexandra Yuster, directora asociada de Unicef y jefa de Políticas Sociales, exigió a los países poner a los niños primero y cubrir a cada uno de ellos con protección social para terminar con la pobreza de una vez por todas. Además, consideró que la pobreza golpea a los niños con más dureza, ya que sus consecuencias pueden durar toda una vida: una mala nutrición y la pérdida de años de educación son resultados trágicos tanto para el individuo como para su comunidad y para toda la sociedad. Por su parte, Isabel Ortiz, directora de Protección Social de la OIT, advirtió que con la protección social adecuada, la pobreza infantil podría reducirse rápidamente y que mejorar la vida de todos los niños es una cuestión de prioridades y voluntad política: hasta los países más pobres tienen un margen fiscal para extender los pisos de la protección social.
En un capítulo reservado para el caso argentino, los organismos internacionales destacaron la Asignación Universal por Hijo (AUH), que en octubre cumplirá diez años desde su implementación como política de Estado para la cobertura para menores de edad. Sin embargo, tanto Unicef como la OIT señalaron que en muchos otros países los programas de protección social para niños y niñas sufren una cobertura limitada, niveles inadecuados de beneficios e instituciones débiles y fragmentadas. Al mismo tiempo, consigna que a pesar de los avances conseguidos a nivel local, en Argentina la reforma previsional aprobada a fines de 2017 en el Congreso afectó no solo a jubilados, sino además a niños, niñas y adolescentes que reciben asignaciones familiares o universales. Sucede que la ley aprobada en el contexto de una sesión larga, tensa y en medio de protestas sociales que obligaron levantar la primera sesión en el marco de un Congreso fuertemente custodiado por las fuerzas de seguridad, modificó la fórmula que actualiza las prestaciones previsionales y prestaciones monetarias de la seguridad social, entre ellas las Asignaciones Familiares contributivas (AAFF) y la AUH, dos de los tres canales por los que el Estado transfiere recursos a las familias con menores de edad.
Por otra parte, el informe de la OIT y de Unicef alerta que uno de cada cinco niños vive en extrema pobreza (con menos de 1,90 dólares por día) y aproximadamente la mitad de los niños de todo el mundo viven en pobreza moderada (es decir, debajo de los 3,10 dólares diarios).
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