Por REDACCION
A veces resulta incomprensible tanta incompentencia. A pesar de haber sido sancionada por el Congreso en marzo de 2015, leyó bien hace casi cuatro años y medio, la Ley de Prevención al Suicidio todavía no ha sido reglamentada. Absoluta responsabilidad del Gobierno nacional y de algún funcionario en particular. La Comisión Bicameral de la Defensoría de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se reunió el pasado martes con representantes de Unicef Argentina, en la Cámara de Diputados, para debatir sobre el suicidio y el papel de las políticas públicas.
En este marco, la diputada nacional Soledad Carrizo, presentó dos proyectos de ley. Uno de ellos para reglamentar la Ley N°27.130 de Prevención al Suicidio que fue sancionada en marzo del 2015 y aún no cuenta con una reglamentación. El otro proyecto se centra en la infancia y la prevención, ya que consideró necesario modificar el artículo 83 del Código Penal, aumentando las penas a quienes instiguen al suicidio atendiendo las nuevas formas de invasión a la intimidad a los menores por redes sociales o plataforma digitales.
En una investigación del sitio Chequeado, se puntualizó una estadística llamativa: en la Argentina más personas se quitan la vida que las que son asesinadas cada año, un fenómeno especialmente preocupante entre los jóvenes. En los últimos 15 años se produjo un crecimiento gradual y sostenido de la tasa de suicidios en jóvenes de 15 a 24 años mientras las autoridades demoran la implementación de medidas, advirtió.
Al profundizar la lectura de los datos registrados, en 2017 hubo 3.222 personas que se quitaron la vida, de acuerdo con los últimos datos oficiales, un número mayor al de los homicidios que se produjeron en ese año en el país: 2.279 víctimas. Entre quienes se suicidaron, el 80% fueron hombres y el 20% mujeres, y los jóvenes representan el 27%, con una tasa mayor a la del resto de la población.
El investigador del Conicet especializado en Psiquiatría, Federico Daray, declaró a Chequeado que uno de los indicadores que más preocupa en la Argentina es el crecimiento de los suicidios en adolescentes. En los últimos 15 años se produjo un crecimiento sostenido de la tasa de suicidios en jóvenes de 15 a 24 años. En 2014, del total de muertes por suicidio, casi un tercio ocurrieron en este grupo. Esta representa la segunda causa de muerte en este grupo etario (después de los accidentes de tránsito) explicó.
En la Argentina, al igual que en la mayoría del mundo, los varones se suicidan más que las mujeres. En 2017 fueron 2.580 hombres y 636 mujeres quienes se quitaron la vida. Al respecto, Diana Altavilla, presidenta del Capítulo Asociación Argentina de Salud Mental e integrante de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, sostuvo que es más difícil que el varón reconozca el problema y recurra a una ayuda psicológica profesional a tiempo, antes de estar peor. En cambio, la mujer suele angustiarse y pedir ayuda, y así evitar el suicidio.
Y volvemos sobre la ineficiencia del Estado. En marzo de 2015, el Congreso nacional sancionó la Ley de Prevención del Suicidio que, sin embargo, aún no fue reglamentada. Según respondió la Secretaría de Salud a Chequeado, este súper atraso se debe a que necesita de la participación de otros ministerios. ¿No había una mejor excusa?
La ley aprobada y no reglamentada declara de interés nacional la capacitación profesional para detectar y atender a las personas en riesgo. Entre las medidas que prevé, se encuentra la obligación para las prepagas y obras sociales de brindar cobertura asistencial a las personas que hayan sido víctimas de intento de suicidio y a sus familias, así como a las familias de víctimas de suicidio, que comprende la detección, el seguimiento y el tratamiento de acuerdo a lo establecido por la autoridad de aplicación. Este punto es importante para los especialistas porque ayuda a prevenir que los casos de suicidio se contagien.
Por otro lado, la ley exige habilitar una línea telefónica gratuita de escucha a situaciones críticas, cuyos operadores estarán debidamente capacitados en la atención en crisis y riesgo suicida y dotados de la información necesaria referida a una red de derivación y contención.
Entre las medidas que informa la Secretaría de Salud, está la capacitación de trabajadores de atención primaria no especializados en salud mental para que puedan ayudar en la prevención, y especialmente a quienes atienden a niños y jóvenes, entre otros.
Aunque se trata de una problemática compleja, hay casos de países que han logrado bajar la prevalencia del suicidio y, de hecho, a nivel global la tasa bajó un 18% desde 2000, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las causas de los suicidios y sus variaciones son muy diferentes entre países, como cuestiones culturales, sociales y económicas, entre otras.
Lo que cuenta es que Argentina está en deuda. El Gobierno no hizo lo que debía, ni tampoco un puñado de funcionarios.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.