Sobre el Plan Industrial

La presidenta Cristina Kirchner lanzó el pasado miércoles un ambicioso Plan Estratégico Industrial Argentina 2020, que traza objetivos concretos y comenzará próximamente con la conformación de 10 foros de debate sobre metas de largo plazo para "transformar el crecimiento en desarrollo" económico.

La iniciativa fue bien recibida por el sector industrial, en buena medida porque fue elaborado por la ministra de Industria, Debora Giorgi –quien supo ser empleada de la UIA-, con colaboración de la Comisión Económica para América Latina –CEPAL-, una institución que cuenta con prestigio entre el empresariado nacional.

Los objetivos del plan son reducir un 45 por ciento el nivel de las importaciones, alentar la producción en 10 sectores clave de la economía y reducir la tasa de desocupación al 5 por ciento en el año 2020 (hoy, según el INDEC, es del 7,3%).

También pretende llegar a 2020 con un crecimiento promedio del PBI del 5% anual, y una tasa de aumento de la producción industrial del 7%. Plantea elevar las exportaciones de los U$S 68.500 millones en 2010 a 136.000 millones en 2020, mientras que las importaciones irían de 56.443 millones a 110.369 millones.

Por último, se propone duplicar el superávit comercial actual de U$S 12.057 millones a 25.631 millones. Y llevar el PBI hasta los U$S 580.709 millones (356.505 millones fue en 2010). Se apuntará a una sustitución de importaciones del 45%, con aumento de las exportaciones.

La intención del Gobierno es lograr dichos objetivos a través de un debate federal dividido en 10 foros sectoriales donde se elaborarán propuestas consensuadas. La CEPAL diseñó la temática a debatir en cada uno de los foros que comenzarán el 21 de marzo y cuyas conclusiones se exhibirán en septiembre.

Los 10 sectores productivos involucrados, que explican el 80% del PBI industrial y más del 60% del empleo industrial son los Alimentos; Calzado, Textiles y Confecciones; Madera, Papel y

Muebles; Material de Construcción; Bienes de capital; Maquinaria Agrícola; Autos y autopartes; Medicamentos; Software y Productos Químicos y Petroquímicos. Durante el primer semestre del año, los foros de cada una de las 10 cadenas trabajarán de acuerdo a 5 ejes: Situación de la producción nacional, sustitución de importaciones y aumento de las exportaciones; Incorporación de ciencia y tecnología e innovación; Consolidación de cadenas de valor locales; Inserción en la cadena y crecimiento de las PYMES; Integración regional y global.

De todos esos encuentros saldrán propuestas de estrategias de corto, mediano y largo plazo que sirvan de guía a las decisiones y acciones públicas y privadas, se identificarán los ámbitos de intervención y de las acciones del Estado y se definirán los instrumentos necesarios para alcanzar los objetivos, revisando los ya existentes y generando nuevas herramientas.

Al explicar la decisión de poner en marcha el Plan Industrial, el Gobierno explicó que la decisión de implementarlo ahora responde a la nueva configuración mundial que abre oportunidades que no estaban presentes en otros años: en 2005 la Argentina estaba comenzando su proceso de reconstrucción, en 2007 se estaba consolidando el modelo y las perspectivas internacionales eran diferentes a las actuales y en 2008 se desató la crisis internacional. Ahora, según el Gobierno, se conjugan una macroeconomía sólida, una base industrial consolidada y un escenario externo favorable que tiene fuerte demanda de los productos nacionales.

Durante el lanzamiento de la medida, la presidenta Kirchner se acordó de los que “todavía acusan al Gobierno cuando defiende la industria y el trabajo nacional, de tener prácticas casi como si fueran ilegales", en clara alusión a las recientes trabas a las importanciones que tanta polémica causaron con Brasil y Uruguay, y agregó que “no existe el libre mercado tal cual nos recetan desde los centros de poder. Hay que terminar con el mito del libre mercado".

Se podrá objetar que el kirchnerismo tardó casi 8 años en armar un plan destinado a la industria. Y que lo hace justo en la antesala de una contienda electoral que puede depositarlo fuera de la Casa Rosada. Pero lo que no se puede discutir es que el actual Gobierno ha apoyado al empresariado nacional como pocos lo han hecho en las últimas décadas. Claro que ahora habrá que ver si este anuncio es uno más de los tantos que han quedado en el camino, o bien será el que cambie radicalmente la realidad productiva del país. La respuesta seguramente comenzará a develarse después de las elecciones.