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Editorial Sábado 19 de Febrero de 2011

Récord en usados

En el mes de enero se vendieron 145.190 automóviles usados, con lo cual se estableció una nueva marca récord. Según este dato, la Cámara del sector espera comercializar este año cerca de 1,7 millón de unidades.

Redacción

Por Redacción

Récord de usados
El año comenzó muy bien en el sector automotriz, uno de los grandes sostenedores de la actividad industrial y del alto nivel del mercado de consumo interno. Eso se desprende del informe suministrado por la Cámara del Comercio Automotor, de acuerdo con el cual durante el primer mes de 2011 se comercializaron 145.190 unidades, no solamente un 19,49% más que enero de 2010, sino que estableciendo con esa cantidad un nuevo récord en la materia.
De acuerdo con este comienzo de año, y las proyecciones que de esas cifras derivan, se espera comercializar a lo largo del año 1.698.593 unidades, lo cual significaría un 10% más que el año anterior.
Un dato realmente significativo que también fue difundido por la Cámara y que resulta elocuente para destacar la importancia que tiene el sector automotriz dentro de la economía nacional, es que en los últimos 10 años en el país se comercializaron nada menos que 11.668.296 automotores usados.
Como la demanda mantiene sus elevados índices, existe un marcado optimismo en el sector de comercialización de vehículos usados para lo que resta del año, ya que no existen indicios que puedan hacer suponer una alteración de la actual tendencia.
Profundizando un poco más en la información sobre el mercado de autos usados en todo el país, dividiendo por distritos, el informe de la Cámara da cuenta que donde mayor crecimiento hubo fue en la provincia de Entre Ríos con 35,36%, siendo la contracara, es decir, los más bajos Capital Federal, Chubut y Tucumán donde la expansión osciló entre 5 y 9 puntos. Todo el resto del país estuvo por sobre los dos dígitos, siendo destacado de manera muy especial el interior del país en tal sentido.
Tanto el mercado de las unidades usadas, como en especial el de cero kilómetros, que en conjunto conforman un verdadero pilar de la economía, vienen cumpliendo performances realmente sobresalientes, apuntalando la actividad productiva y comercial.
INDEC, apenas 0,7%
En realidad, ya no provoca más asombro el INDEC con sus mediciones, pues prácticamente han dejado de ser tenidas en cuenta seriamente en cualquier tipo de gestión o negociación que deba realizarse con estos índices. Es que el 0,7% adjudicado a la inflación del mes de enero, y dentro de tal medición un escuálido y casi imperceptible aumento del 0,2% en los alimentos, adquieren claros visos de incredulidad pública.
Sin embargo, y como tratando de hacer ver negro lo que en realidad es blanco, estas mediciones del INDEC -intervenido por Guillermo Moreno desde enero de 2007, con la venia de Néstor Kirchner entonces y sostenido ahora por la presidenta Cristina Kirchner- han sido respaldadas por las máximas autoridades del gobierno, desde la jefa de Estado y el ministro de Economía hacia abajo, recurriendo a una serie de artilugios idiomáticos que no terminan de encontrar claridad, ni mucho menos convencimiento. Como por ejemplo, que en realidad los precios no aumentan sino que están dispersos, o bien que hay que recorrer comercios hasta encontrar las mejores ofertas.
Con esta clase de mediciones, entre otras cosas, se mantiene absolutamente achatada la cantidad de pobres, ya que en base a estos índices la canasta alimentaria que mide la indigencia -la escala más baja de la pobreza- en enero aumentó apenas 1,56 pesos, pues el tope de esa canasta de 578,58 pesos pasó a valer 580,14 pesos. Con esta cantidad deben alimentarse un matrimonio con dos hijos, mientras que si hubiese un tercer hijo la canasta se amplía 1,69 pesos. ¿Queda claro? No hace falta siquiera hacer mayores comentarios o aclaraciones, pues las cifras en cuestión se estrellan contra la realidad. De tal modo, no habría que extrañarse que en los próximos datos de pobreza e indigencia que se difundan, establezcan que en la Argentina ya casi no existen, y que la pobreza fue barrida del mapa nacional.
Claro, que una cosa es el país de ficción que se dibuja a través de las estadísticas, según las cuales está todo bien y en expansión, y otra muy diferente el de la realidad, con chicos que en la provincia de Salta mueren por causa de la desnutrición.
Ahí tenemos el contraste de los números, pues en tanto el INDEC tuvo una suba de 0,2% en los alimentos, veamos otras mediciones: Bevacqua 2,7; Finsoport 1,8; Ledesma 2, y Bein 2,6. Aquí en Rafaela, bien local, la consultora Develar registró un crecimiento de precios en alimentos de 1,8 por ciento. Demasiado contundente para tratar de explicarlo.

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