Por Redacción
La recaudación fiscal y el patentamiento de automóviles cero kilómetro del pasado mes de mayo, constituyen dos claros indicadores de la marcha de la economía. Es que, por un lado la recaudación subió, pero esta vez sólo un 20,5% en la medición interanual, es decir, comparada con igual mes de 2011, con lo cual -en la realidad, no en las cifras dibujadas del INDEC- no llega siquiera a cubrir la inflación, lo cual estaría dando un claro indicativo de la desaceleración de la actividad económica, mientras que por el otro tenemos que en ese mismo período se incrementó el patentamiento de autos nuevos un 11,5%, a lo cual se le puede encontrar una directa relación con el cepo puesto al dólar, razón por la cual la gente invierte sus pesos -que "se derriten como un helado" al decir del economista Esper- en bienes como unidades automotores.
Puede ser la citada una de las explicaciones, ya que tiene cierta lógica. En realidad, el mayo que acaba de concluir con esa suba quedó como el mejor mes de mayo de toda la historia en cuanto a la venta de unidades cero kilómetro, lo que parece ir un poco más allá de esta simple ecuación de la imposibilidad de invertir en dólares. Por otra parte, en lo que va del año, es decir contabilizados 5 meses, el aumento de ventas de automotores lleva un crecimiento de 7%, estimando los especialistas en el tema que para todo el año la suba estará en el orden de los 5 puntos con relación a 2011, que fue el mejor de la historia.
Digamos además, que los precios de los automóviles cero kilómetro se manejan en pesos -lo cual incentiva su mercado de consumo, exactamente al contrario de las ventas de inmuebles que en mayoría siguen, o tratan, de hacerse con operaciones en dólares-, incluso los de alta gama, subiendo sus valores a razón de un 10% anual, bastante lejos de la inflación real que oscila en un 25%, por lo cual además de asegurar sus ahorros los compradores, es uno de los pocos rubros en los cuales pueden ganarle a la inflación. Un impacto favorable por partida doble por lo tanto, justificando entonces esta sostenida alza que tiene la venta de automotores, lo cual viene además desde hace varios años, no siendo por lo tanto una exclusividad del momento.
Volviendo a la recaudación fiscal, fue en mayo de 61.026 millones, una muy buena suma y además 20,5 puntos superior a igual mes de 2011 -como decimos-, pero que por razones inflacionarias no es tan reluciente como parece, pues no alcanza siquiera a cubrir la expansión causada por la inflación, que razonablemente se encuentra en el orden de los 25 puntos, aunque otras estimaciones la hacen llegar incluso a 30. En los primeros 5 meses del año la suma de ingresos alcanzó los 258.900 millones de pesos, un 26,1% más que el año anterior, siendo aquí más equilibrada la situación en la balanza inflacionaria, aunque de todos modos como los gastos continuaron creciendo, el estar en igual nivel significa estancamiento.
La alerta está orientada hacia los importadores, que se encuentran trabados por las medidas de Guillermo Moreno, viéndose afectada la producción en numerosos rubros para los que resulta indispensable el contar con insumos importados para la terminación de sus productos. A tanto llega, que incluso en algunos sectores han comenzado a disponerse achicamientos horarios, suspensiones y anticipo de vacaciones, debido a la falta de trabajo por las razones apuntadas.
Aquí tenemos entonces dos aspectos muy concretos, que por su sustento estadístico y comparativo, están por sobre todo el resto de especulaciones, ya que pueden realizarse varias lecturas con diferente sentido. Se desprende entonces que, aún existiendo aspectos por solucionar, como por ejemplo este tema de las restricciones, originadas por la gran necesidad de dólares que tiene el gobierno para asumir el pago de endeudamiento, la situación puede calificarse de preocupante pero no de excesivamente complicada. Claro, siempre y cuando se adopten las medidas necesarias para ir modificando este escenario, que incluye además el rígido control sobre el dólar, lo cual no hace otra cosa que trasladar incertidumbre y falta de confianza, pues se tiene aquí el criterio de "cuando pasa algo con el dólar es que las cosas no van todo lo bien que se dice".
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