Presión tributaria récord

Por Redacción

Presión tributaria récord
La recaudación total y absoluta lograda en forma conjunta por la Nación y las provincias, el año pasado ascendió a 480.828 millones de pesos, lo cual es una cifra equivalente al 33,6% del PBI, convirtiéndose en un nuevo récord en la materia, ya que jamás antes en la Argentina se habían dado estos niveles de recaudación tributaria.
Para tener una idea mucho más clara de la dimensión de esta cifra, comparada en las estadísticas, digamos que estos 120.000 millones de dólares recaudados solamente en un año son exactamente el doble de los 60.000 millones de esa misma divisa que se recaudaban en 2002. Es decir, que en menos de una década la evolución ha sido muy grande, consecuencia del crecimiento de la actividad económica, pero esencialmente por la evolución que experimentaron en el mundo los precios de los alimentos, que nuestro país produce en cantidad.
Pero además, y para tener conocimiento de dónde proviene la mayor presión fiscal, digamos que de esos 480 mil millones la Naciòn recaudó el 86%, mientras que las provincias el resto, quedando allí reflejada la enorme diferencia en materia tributaria, con un altísimo grado de concentración en la Nación en el manejo de los recursos.
De acuerdo con los análisis realizados por especialistas en materia tributaria, lo cual está aún más allá de las cantidades recaudadas -que han sido el doble comparando 2002 y 2010- la denominada "presión tributaria" creció 12 puntos en los últimos diez años, encontrándose justificación en los elevados precios internacionales que tienen las exportaciones argentinas, las buenas cosechas que hicieron subir las retenciones, además de nuevos tributos como a los débitos, a los créditos y a los cheques, la suba del empleo y de las alícuotas de seguridad social, el traspaso de los aportes que antes recibían las AFJP, el cambio de pago de las asignaciones familiares, conjuntamente con el impuesto inflacionario.
De acuerdo lo detalla el propio Ministerio de Economía, el año pasado la recaudación impositiva se sustentó "en los aumentos de las transacciones, las remuneraciones, el comercio exterior y los precios, destacándose, además, el efecto de las mayores ganancias obtenidas por las sociedades en determinados sectores económicos".
El informe oficial admite que "en la estructura tributaria, no se produjeron cambios significativos", ya que el IVA se mantiene como el impuesto que tiene mayor significación en la recaudación absoluta, explicando ese gravamen el 28,2% del total, mientras que en segundo orden de importancia aparece el rubro Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social con el 24,5%, luego Ganancias con 18,6%, en cuarto ordenamiento los Derechos de Exportación con el 11%, explicando esos cuatro mencionados más del 80% de la recaudación, lo cual expone claramente la incidencia que tienen dichos gravámenes.
En 2009 el total de la recaudación había sido de 360.256 millones, pasando ahora a los ya consignados 480.828 millones, significando en la comparación interanual una suba del 33,5%, habiéndose alcanzado un tope de 120 mil millones de dólares. Fue menor la expansión del PBI, que nominalmente creció 24,7%, por lo cual debe suponerse un alza de precios inferior al 15% de acuerdo con los revelamientos que realiza el INDEC.
Queda entonces claramente en evidencia que la estadística del organismo oficial se encuentra alterada, ya que mientras la recaudación expone con mucha claridad y contundencia lo que ingresó a las arcas del Tesoro nacional y de las provincias, en cambio el PBI se estima sobre precios subvaluados. Si en cambio se tomaran los índices de los organismos provinciales que miden los precios, entonces la presión tributaria sería algunos puntos menor al 33,6%, aunque de todos modos muy superior a la que existía en 2002 cuando comenzó a evolucionar hacia arriba.
Un aspecto que influye en esta área muy negativamente es también la inflación, ya que justamente el conocido como "impuesto inflacionario" siempre tiene su mayor impacto y por lo tanto más negativo, en los sectores que están más abajo en la pirámide social. 
Se calcula que 1,5 millón de trabajadores en relación de dependencia resultan los más directamente perjudicados por la inflación en presión tributaria. Con su eliminación se conseguiría además un sistema mucho más justo y equitativo.