Pobreza en alza

Por REDACCION

La inflación, ese terrible flagelo que va carcomiendo todos los indicadores de la actividad económica, impactando negativamente en cada una de las franjas de la sociedad y con mayor fuerza en los de menores ingresos, pues no tienen otra manera de defenderse que con salarios que no alcanzan siquiera para los alimentos indispensables, está ampliando la cantidad de pobres. Es que la aceleración de los precios en estos últimos tres meses, lo que hizo quedar la canasta básica por arriba de los 6.100 pesos -medida por la CGT y otras consultoras privadas, ya que según la del INDEC se puede comer con monedas (más de 6 pesos por día), el cada vez más amplio sector de la pobreza se viera incrementado con otro medio millón de personas en ese breve lapso. Con esa ampliación, ahora los pobres ascienden a 11.950.000 personas, algo más de la cuarta parte de la población.

Según lo desmenuza el economista Ismael Bermúdez, durante 2013 la canasta básica subió el 50%, significando 1.250.000 personas que pasaron directamente a ese sector más ancho de la pirámide social. De ese total 500.000 se agregaron sólo en los tres últimos meses debido a la creciente suba de los precios.

Es que según los cálculos del Observatorio Social de la CGT Azopardo de Hugo Moyano, la canasta básica para una familia tipo de 4 personas en diciembre pasó a costar 6.184 pesos, una cifra que más allá de alguna discusión que pueda formalizarse en torno a esa cantidad, está muy aproximada a la realidad que se vive en este tiempo. Totalmente alejada de los índices difundidos por el INDEC, que para ese mismo mes de diciembre dijo que la canasta básica para no caer en la pobreza es de 1.783 pesos y la de la indigencia de 787 pesos. 

Viendo esos números oficiales del gobierno, ajustados al relato que se hace del país de las maravillas negando la realidad, caben formularse algunos interrogantes, como por ejemplo ¿quienes difunden esas canastas y también los que luego las defienden como voceros oficiales, estarán en sus cabales? Por cierto que sí, aunque se trata de simples soldados que deben obedecer órdenes para tratar de sostener un relato que se cae a pedazos. Así y todo se sigue adelante, mientras la pobreza y la indigencia -luego de la década ganada y de crecimiento la mayor parte de la misma- siguen ampliándose de forma alarmante.

En realidad, de la aceleración de precios no se salva nadie, aunque los efectos negativos impactan en diferente medida, según de quien se trate. Los más sensibles son quienes tienen ingresos fijos y no pueden entonces seguirle el ritmo a la inflación, sino que van detrás de ella, y del sector, por supuesto los más perjudicados son los que tienen más bajos ingresos. La consecuencia es lógica, pues cada día van cayendo más familias en el sector de la pobreza, y de ahí al paso siguiente que es la indigencia.

Aunque el INDEC dijo que 2013 concluyó con una inflación total de 10,9% por supuesto no tiene absolutamente nada que ver con la realidad, ya que todas las mediciones -tanto de consultoras privadas como de algunas provinciales- triplicaron esa cantidad, sirviendo como referencia el "índice Congreso" que surge del promedio de las mediciones de varias consultoras que terminaron cayendo en esta metodología para evitar las sanciones que había dispuesto Guillermo Moreno para quienes difundieran informes sobre la inflación, contradiciendo las manipulaciones que se hacían desde el ámbito oficial. Es que este 2013 tuvo la inflación más elevada de los últimos 10 años, y las consecuencias no sólo están a la vista sino que están afectado a todos.

Cuando comenzó el año pasado en el país había 10.700.000 pobres, aunque con tendencia en ascenso. Ya en marzo había subido a 10.900.000 según las mediciones de la central obrera, mientras que en septiembre se agregaron otras 490.000 personas, y entre octubre y diciembre 550.000, para de tal modo concluir el período con la cifra ya mencionada de 11.950.000 personas que viven en la pobreza en la Argentina.

Según la CGT, si se agregan niños y adolescentes, actualmente la pobreza se encuentra en el 40% del total de la población, con algunos picos realmente impresionantes como del 70% en la provincia del Chaco, esa misma en la que según el INDEC no hay desocupación.