Por REDACCION
El calentamiento global de nuestro planeta en las últimas décadas sólo suma malas noticias, siendo en esta ocasión la Organización Meteorológica Mundial la que dio cuenta que este año, en un lapso establecido en los diez primeros meses -de enero a octubre- la temperatura media en la superficie del globo terráqueo y también en la superficie de los océanos fue la más elevada de todas las que se tienen registro.
Precisamente estos registros comenzaron a realizarse en 1880, y desde entonces a la fecha -transcurridos 134 años- el pasado mes de octubre fue el más caliente de la historia.
Se brindan especificaciones bastante contundentes respecto a lo afirmado, como por ejemplo que según los estudios y análisis realizados, las temperaturas combinadas de las superficies terrestre y oceánica en el lapso de 10 meses referido, estuvieron 0,68 grados centígrados por sobre la media del Siglo XX. Y además, que sólo en octubre la temperatura fue 0,74 grados superior a la media histórica de 14 grados centígrados, con una distribución uniforme tanto en el hemisferio norte como en el sur, es decir, se trata de un fenómeno que se extiende en forma pareja y que además, viene afianzándose paulatina pero muy sostenidamente desde varias décadas atrás, aunque en realidad, recién en los últimos 30 años se ha tomado verdadero conciencia sobre los daños que provoca este recalentamiento de la tierra.
Toda la recopilación de datos y estudios apuntan en el mismo sentido, dando cuenta del empeoramiento de la situación, coincidiendo tanto la Organización Meteorológica Mundial -dependiente de las Naciones Unidas- como la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos y el Centro del Clima de Tokio, además de datos que aporta la NASA la agencia espacial estadounidense. En todos los casos se da cuenta de una situación comprometida y en sostenido grado de agravamiento, consignándose por ejemplo entre el cúmulo de datos que el mes de septiembre viene siendo durante 38 años consecutivos el mes que registra en forma constante temperaturas por sobre el promedio del siglo pasado.
Tanto como se viene experimentando en estos dos últimos meses del año como en el verano que se avecina para el hemisferio sur, están siendo superadas las temperaturas medias térmicas del siglo XX en forma sostenida.
En cuanto a la validez para todo el planeta, también se conoció la información que los meses de mayo, junio, agosto y septiembre de este año han sido los más calurosos del registro que arrancó en 1880.
El paulatino aumento de la temperatura de la tierra, que se da desde hace tiempo, es el factor fundamental para el avance del cambio climático, con consecuencias que en este mismo momento son muy graves, pero que según se afirma, de no lograr detenerse el deterioro, irá siendo cada vez peor, con fenómenos que por ahora son inimaginables.
También debe mencionarse la desaparición de bosques, junto al aumento de temperatura que muchas organizaciones científicas adjudican al deterioro de la capa de ozono por causa del efecto de los gases invernadero, que dejan pasar el sol sin la filtración de los rayos ultravioletas. En efecto, el arrasamiento de los árboles en las pocas grandes zonas selváticas y boscosas que quedan en el planeta, agrave todavía más la situación general, provocando grandes alteraciones.
Algunas de ellas, que están más a la vista, son por ejemplo la conversión de grandes extensiones en regiones áridas o semiáridas, con fuerte suba de la temperatura y pérdida casi total de poder productivo, agravado por la escasez de agua. Mientras que en otros lugares en cambio se registran fuertes inundaciones, con amenaza latente sobre las poblaciones costeras, que frente a la suba del nivel de océanos y mares, con el tiempo deberán correrse hacia el interior del continente. Pero tal vez, una de las consecuencias más serias sea la próxima desaparición de los polos norte y sur, donde el deshielo es sostenido y puede observarse con un simple sobrevuelo.
Lo que marcan loa satélites es realmente impresionante, ya que el retiro de los hielos en ambos casquetes polares está provocando una enorme alteración de todo el sistema con extensión de especies de fauna y flora.
Este es el mundo que tenemos y el que depara un futuro por sobre todas las cosas incierto.
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