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Editorial Miércoles 19 de Junio de 2019

Periodistas en el banquillo

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REDACCION

Por REDACCION

Con el calentamiento de la campaña electoral con vistas a las elecciones nacionales del segundo semestre en la Argentina, en la que los argentinos decidirán si ratifican el rumbo actual del país o bien se inclinan por un cambio que significaría el regreso de un kirchnerismo moderado, emergen opiniones que flaco favor le hacen a la democracia y a la convivencia más allá de las posturas políticas de cada uno.

Si no fuera suficiente con una grieta que marcó a fuego, para mal, los últimos años de la escena nacional, ahora aparecen discursos radicales que apuntan los cañones contra el Poder Judicial o el periodismo, dos instituciones esenciales más allá de sus propias debilidades de toda república que se precie de tal. Se trata de mensajes que anticipan en cierta forma un espíritu revanchista, una persecución dogmática que promueve una mayor división en la ya resquebrajada sociedad argentina. 

En este caso, el popular actor santafesino de reconocida militancia en el campo del kirchnerismo, Dady Brieva, adjudicó responsabilidades al periodismo por la supuesta persecución político hacia ex funcionarios que ocuparon cargos en las primeras líneas del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que ahora se encuentran acusados de corrupción, procesados o incluso ya condenados. El humorista integrante del trío Midachi sugirió, a partir de una hipotética victoria en las elecciones presidenciales de la fórmula conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández, que era necesario "sacar a los presos políticos de las cárceles" y posteriormente propuso la creación de una "una Conadep del periodismo" que se encargue de investigar la labor de los comunicadores en los medios. 

No hay que pecar de ingenuo, el debate en torno a la prensa siempre debe existir pero en las tribunas que corresponda. La libertad de prensa es fundamental en todo país moderno y son los ciudadanos - espectadores - oyentes y lectores los que tienen la última palabra, los que deciden a quien creer. Porque la credibilidad es parte esencial del ejercicio profesional del periodista y de los medios de comunicación. Está claro que detrás de la tarea periodística hay empresas con intereses determinados, en algunos casos garantizan una mayor independencia y objetividad y en otros no tanto. 

La televisión pública financió por años con los fondos de los contribuyentes un programa de televisión que más allá de sus bajas audiencias defendía a un gobierno y atacaba sin cuartel a los opositores. Se insiste, no hay que ser ingenuos, los periodistas y los medios también toman sus posición, a veces con mayor sinceridad y otras no tanto, pero de ahí a hacer una investigación al estilo la que hizo la Conadep en otro contexto de país -extrema debilidad de una democracia incipiente y una economía en pedazos- para establecer la cantidad de personas desaparecidas durante la última dictadura militar es irracional. 

Para Brieva "hay un periodismo totalmente responsable de lo que ha pasado" al tiempo que defendió al ex secretario José López, recientemente condenado a seis años de prisión por enriquecimiento ilícito. Al argumentar su postura, consideró que "nunca lo vimos (a López) revolear los bolsos, mi tía repetía que López revoleó los bolsos, nunca lo vimos revolear los bolsos, lo vimos dejar los bolsos". De este modo justificó su punto de vista e insistió en que "tendría que haber una Conadep del periodismo" porque los comunicadores "no tendrían que salir indemnes y en caso de realizar mal su trabajo deberían ir a juicio". Se trata, ni más ni menos, que una amenaza cabal que busca cercenar la libertad de expresión y de prensa. 

Cabe recordar que la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) fue creada por el presidente Raúl Alfonsín para investigar todas las violaciones de los derechos humanos que se llevaron a cabo durante la última Dictadura Militar Argentina.

Tras estas polémicas declaraciones de Brieva, desde el Gobierno nacional salieron a responder a coro. Uno de los primeros fue el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien calificó de "cínico" el planteo del humorista santafesino que busca poner en crisis el poder judicial y a periodismo independiente.

Las alarmantes afirmaciones de Brieva se suman a las pronunciadas por el escritor y periodista Mempo Giardinelli en mayo pasado, cuando aseguró que un grupo de intelectuales que se identifica con Cristina Kirchner busca redactar una nueva Constitución Nacional, y una de sus patas consistiría en eliminar el Poder Judicial. 

Al respecto, la reacción crítica a estos planteos no solo provienen del Gobierno nacional sino también de sectores aliados al kirchnerismo, como el caso del diputado nacional Felipe Solá, quien cuestionó tanto a Brieva al señalar que "sus dichos se le van a venir en contra de los candidatos" y a Giardinelli porque "cuando dice que no tiene que haber Poder Judicial recibirá el aplauso de sus amigos, de los intelectuales que lo aprecian, pero nos embroma". Fuerte y claro fue el legislador, quien con sutileza reclamó más astucia e inteligencia en la campaña.  








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