Por REDACCION
La mitad de la población argentina admite haber perdido ingresos a raíz de las medidas dispuestas por el Gobierno nacional frente a la pandemia del coronavirus mientras que más de la mitad de los trabajadores teme quedarse sin empleo por la misma causa, según los resultados de dos encuestas que se conocieron en la última semana. Así de grande es la incertidumbre que reina este tiempo en el que las angustias y los temores marcan el ritmo de los corazones, postergando o achicando los momentos felices. Ante esta situación en el que dominan los grises, quizás es necesario refugiarse en los vínculos, en la familia y los amigos, para cargar las baterías que permitan sobrellevar las dudas que brotan ante el futuro incierto.
El primer sondeo efectuado por la consultora Randstad muestra que el 51% de los trabajadores consultados teme perder su empleo en la Argentina si la evolución del negocio de su empleador se viese muy afectada por la crisis de Covid-19. Según el relevamiento, el 64% de los consultados asegura además estar "preocupado por el impacto negativo" que la crisis desatada por el coronavirus pueda tener sobre su seguridad laboral. Por su parte, el 82% de los encuestados asegura haberse adaptado a la nueva situación laboral generada por la pandemia, al tiempo que el 59% de los trabajadores siente que la crisis por coronavirus ha tenido un impacto negativo en su trabajo.
El estudio también avanza sobre la percepción que tienen los trabajadores respecto a la actitud de contención adoptada por las empresas en medio de la crisis. En este sentido, el 80% de los consultados siente que su empleador está cuidando el "bienestar emocional" de sus colaboradores durante la pandemia. Asimismo, el 68% de los participantes afirma que tiene regularmente reuniones virtuales de equipo a través de videoconferencias con el objetivo de mantenerlos "informados y alineados".
En cuanto a los recursos, requerimientos técnicos y habilidades digitales que demanda la realización del teletrabajo, el 85% de los consultados afirma que se siente equipado para enfrentar el nuevo formato de trabajo digital impuesto por la cuarentena. Asimismo, el 60% indica que su empleador le proporcionó el equipamiento técnico que le permite realizar su trabajo desde casa según el relevamiento.
Para Andrea Avila, CEO de Randstad, la llegada de la pandemia y las medidas de aislamiento generaron un combo muy complejo que impactó de lleno en la actividad económica y puso a las empresas frente a un desafío sin precedentes en términos de flexibilidad y capacidad de adaptarse rápidamente a situaciones para las que no estaban preparadas. No obstante, advirtió que el trabajo se desarrolle en el hogar y la falta de las barreras o límites que implican el traslado a la oficina, provocan muchas veces que la línea que separa la vida laboral y personal se desdibuje, generando la sensación de que nunca se termina de desconectar de las obligaciones laborales.
En tanto, otra encuesta que en este caso realizó la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) señala que en medio de la crisis por el coronavirus, un 53% de la población consultada afirmó haber perdido "parte importante de sus ingresos", mientras 44% manifestó "haber trabajado menos". El sondeo indicó que cuatro de cada diez entrevistados declararon "no haber podido pagar las cuotas mensuales de ciertos servicios" y "otro 41% de los argentinos piensa que esto último podría ocurrirle en un futuro".
Con las paritarias demoradas por la emergencia sanitaria forzada, un 53% de la población afirmó haber perdido parte importante de sus ingresos y un 44% aseguró haber trabajado menos por falta de trabajo, sostuvo el estudio. Analizó que más de la mitad de los encuestados cree que el impacto económico de la pandemia de Covid-19 en la Argentina será mayor que en el resto del mundo, mientras que casi un cuarto cree que el impacto será igual y un 15% opina que será menor.
Otra conclusión que, de alguna manera, revela el estado de ánimo de los argentinos advierte que el pesimismo es transversal a todos los sectores de la sociedad y se acentúa más entre los ciudadanos de mayor edad, mayor nivel socioeconómico y mayor nivel educativo. En ese sentido, puntualizó que sólo uno de cada diez ciudadanos consultados es optimista sobre el futuro, considerando que lo peor ya pasó y que las cosas empezarán a mejorar.
El secretario académico de UADE, Andrés Cuesta, destacó que para la mayoría de los argentinos, la preocupación por la pandemia se centra tanto en la propia salud y la de su entorno como en la economía familiar y personal. Finalmente, consideró que en los próximos meses, las políticas públicas tendrán el desafío de conciliar en paralelo tanto los aspectos sanitarios como el impacto del Covid-19 sobre la economía.
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