Por REDACCION
Existe una lógica y justificada inquietud por la lentitud, o directamente paralización según también se puntualiza, de las obras correspondientes a la transformación en autopista de la ruta nacional 34, una conversión indispensable para nuestra región, cuyo objetivo central es evitar la gran cantidad de muertos consecuencia de la reiteración de siniestros que se producen de manera constante, ya que la misma cuenta con un tráfico realmente importante, en especial del denominado pesado, con camiones de gran porte que hacen mucho más complicado el movilizarse, habida cuenta del doble sentido de circulación en la cinta asfáltica. Y además, posibilitar una carretera fiable y lo suficientemente amplia, para el traslado de toda la materia prima que viene desde el norte del país, por esta bien denominada "ruta de la producción".
La falta de trabajos, en la obra ya iniciada tiempo atrás, se observa especialmente en la carretera propiamente dicha, donde las malezas han comenzado a cubrir los sectores con nueva pavimentación, en tanto se sigue avanzando -aunque muy lentamente- en la circunvalación de nuestra ciudad conocida como "variante Rafaela", es decir, el arco sobre el sector oeste que evitará el tránsito masivo por la zona urbana.
Pero además de esta lentitud, o directamente paralización, puede ahora acrecentarse luego de las recientes medidas del gobierno nacional tras al recorte de 30.000 millones de pesos en obras públicas, consecuencia del cimbronazo cambiario que se produjo recientemente y que llevó a la toma de algunas medidas de excepción, como esta señalada.
La preocupación por los trabajos en la ruta 34 en el tramo que atraviesa el departamento Castellanos, que luego se tienen previsto continuar hacia el sur hasta la ciudad de Rosario, es prácticamente generalizada ya que se trata de una aspiración de muy antigua data y que ahora había comenzado a tomar forma, la cual fue interpretada en cierta forma por el diputado provincial socialista Omar Martínez a través de un proyecto presentado en la Legislatura, en el cual señala que "la falta de continuidad de las obras de transformación de la ruta nacional 34 en autopista por parte del gobierno nacional" ha generado una gran preocupación, remarcando que la obra se encuentra prácticamente detenida desde hace unos meses sin existir demasiadas explicaciones, por lo cual "es necesario alertar sobre un posible recorte presupuestario que afecte la obra pública que la nación ejecuta en la provincia de Santa Fe, obra largamente demandada por los ciudadanos de la región".
Manifiesta el legislador aludido que si bien todavía se desconoce la letra chica del recorte de obras públicas de todo el país a las cuales se les restarán 30.000 millones de pesos, existe temor que la transformación de la ruta 34 se demore aún más por esos motivos.
Si bien más arriba hemos marcado que se trata de "la ruta de la producción", por todo lo que por ella baja desde el norte a los puertos de la zona de Rosario, esta carretera también es tristemente mencionada como "ruta de la muerte", con las tragedias que se suceden de manera constante. Un dato relevante es que existe un promedio de 1,5 atención de emergencia en forma diaria por accidentes, lo cual no hace otra cosa que ratificar la imperiosa necesidad de convertir esta cinta asfáltica en autopista y encontrar remedio a esa serie de luctuosos accidentes que se producen a lo largo de toda su traza, la cual tiene 1.488 kilómetros entre Salvador Maza (Jujuy) y Rosario, aunque el tramo más densamente utilizado sea justamente este del departamento Castellanos.
En el presupuesto nacional la obra en cuestión cuenta con una asignación de 1.400 millones de pesos, para poder concluir este tramo entre Angélica y Sunchales, con sus correspondientes puentes, las circunvalaciones de Rafaela y Sunchales, como así también los accesos a otras localidades y demás obras complementarias.
Se ha dicho una y mil veces, que la ruta nacional 34, una de las más importantes de la Argentina, no puede continuar más como una cinta asfáltica de doble sentido de circulación, por el altísimo peligro que constituye. Ojalá esta obra ya en marcha, no experimente la detención que se vislumbra.
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