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Editorial Sábado 18 de Junio de 2016

Nueva carrera nuclear

Armas menos destructivas, tentarían a usarlas.

Redacción

Por Redacción

Aunque con armas nucleares más pequeñas y menos destructivas, está latente la amenaza de reiterar una carrera armamentista al estilo de la época de la "guerra fría", y volver a desbalancear el equilibrio de la fuerza destructiva entre los países que las poseen, que justamente fue el factor que mantuvo la paz nuclear durante los últimos 50 años. Las naciones que están en la búsqueda de ese tipo de armas son Estados Unidos, Rusia y China, con la segura posibilidad que luego se vayan incorporando otras que también disponen de tecnología y equipamiento para hacerse de esa clase de armamentos.

Algunos especialistas en esta clase de temas, que disponen de informaciones que no trascienden masivamente, sostienen que esta dinámica se desarrolla acorde a las formas de este nuevo tiempo, con Rusia en una fuerte decadencia económica, China en pleno ascenso, y Estados Unidos con incertidumbre, pese a lo cual todo está indicando que los tres reanudan poco a poco su rivalidad armamentista.

Como siempre, las culpabilidades probables se entrecruzan, señalando Estados Unidos a la Rusia de Vladimir Putin, habiendo sido este quien en 2010 obstaculizando la ampliación de un tratado para seguir reduciendo los arsenales de las dos mayores potencias nucleares. Tampoco China se ve despojado de señalamientos, pues estaría buscando sacar ventajas tecnológicas para mantenerse en una misma línea con Estados Unidos, en tanto que tampoco este último se ve librado de acusaciones debido a su insistencia en seguir modernizando todo su aparato nuclear, no sólo el arsenal disponible, sino también los nuevos elementos que van agregándose, lo que pone fuerte presión a los demás. Esto último llegó a ser reconocido por el propio presidente Obama durante la reciente cumbre mundial de seguridad realizada en Washington, sobre la cual, como dato ilustrativo, debe decirse que en la misma participó nuestro presidente Mauricio Macri.

Justamente, para Obama que llegó a la presidencia  prometiendo al mundo librarlo de las armas nucleares, la referida fue una admisión de una política con la intención de reducir la centralidad de armas atómicas, cuyo efecto final en lugar de reducir podría aumentar las posibilidades de iniciar una segunda era nuclear.

Rusia por su parte está desplegando misiles grandes, coronados con ojivas nucleares en miniatura, existiendo el temor que se viole la prohibición de ensayos globales, y además, simultáneamente está avanzando en el desarrollo de nuevas armas. Una novedad tecnológica es el desarrollo de un dron submarino, que podría lanzar una nube de contaminación radioactiva a través de una explosión submarina, cuyo efecto sería volver inhabitables a las ciudades afectadas.

Los chinos en tanto no se quedan relegados, pues está haciendo pruebas de una innovadora ojiva llamada "vehículo de deslizamiento hipersónico", volando al espacio en un misil tradicional de largo alcance, pero pudiendo luego maniobrar a través de la atmósfera, girando y precipitándose a una velocidad de 2 kilómetros por segundo, lo cual haría que las defensas contra los misiles sean prácticamente inútiles.

Existe justificado temor en el mundo entero, es decir, en aquellos que tienen acceso a estas informaciones y luego las desmenuzan en informes calificados, que estas nuevas armas nucleares puedan socavar  la lógica siniestra de "destrucción mutua asegurada". Es que se supone que puede prevalecer la creencia que la naturaleza menos destructiva de estas nuevas armas pueda incrementar la tentación de usarlas.

Durante varias décadas Estados Unidos y Rusia mantuvieron sus fuerzas nucleares en estado de alerta máxima, para que sus fuerzas militares pudiesen disparar misiles si las redes de radares, satélites y computadoras llegasen a detectar un ataque inminente. Dicha táctica tiene como intención esquivar un golpe devastador que podría anular la posibilidad de represalias. Una estrategia la mencionada, que para muchos especialistas, aumenta en gran medida el riesgo de una guerra accidental. 

La nueva carrera nuclear está en marcha, y nuevamente acecha el peligro de alguna clase de incidente. El mundo expectante y sabiendo a qué atenerse.

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