Por Redacción
Existe alto nivel de coincidencia entre los economistas que la economía del mundo continuará durante todo este año envuelta en una gran incertidumbre, con lo cual la principal y mayor consecuencia será el negativo impacto que produce en el mercado laboral. De acuerdo con las estimaciones realizadas por la Organización Mundial del Trabajo en el informe titulado "Tendencias Mundiales del Empleo", durante el transcurso de 2012 se sumaron a los desempleados 4,2 millones de personas, habiendo sido las regiones más afectadas Asia Oriental (China), Asia Meridional (India) y Africa subsahariana, mientras que para el presente 2013 se estima que serán 5,1 millones las personas que se agregarán a los desempleados, con lo cual se llegará a 202 millones de personas que estando en condiciones de rendimiento laboral pleno no tienen la posibilidad de alcanzar un puesto de trabajo.
En este momento, según la OIT la cantidad de desempleados asciende a 197 millones de personas, lo cual significa el 5,9% del total de la fuerza laboral, aunque estas cifras en definitiva se refieren al empleo formal, escondiendo de tal manera la enorme magnitud del trabajo informal, ese que no ingresa en las estadísticas de ningún país más allá de las estimaciones, lo que aquí nosotros identificamos como trabajo "en negro".
Otro dato que se agrega, es que además en el mundo hay 39 millones de personas que aún estando en plena capacidad productiva, debido a la desesperanza han dejado de buscar trabajo, con lo cual tenemos entonces que el listado de gente que no se incluye dentro de la formalidad laboral, es realmente muchísimo mayor que esos 197 millones del año pasado, y que ahora promete ampliarse a 202 millones de individuos.
Respecto a quienes se han retirado de la búsqueda de empleo es importante la cantidad en países desarrollados y de modo especial en la Unión Europea, donde la tasa de empleo se encuentra en permanente baja desde el comienzo de la crisis, con algunos países en que ha pegado realmente fuerte, como el caso de España, aunque también en otros como Grecia, Italia y Portugal, pudiendo decirse que prácticamente ninguna ha quedado al margen.
De todos modos, se hace especial mención a no mirar sólo con atención lo que sucede en las economías avanzadas, sino también mirar a los países en desarrollo, ya que en los mismos "la respuesta a la crisis ha comenzado a ser más negativa de lo que se esperaba", advirtiéndose fuertes desaceleraciones en los mercados de trabajo. Una buena noticia, fue el incremento en esa área de los trabajadores que pueden considerarse de clase media, merced al ingreso diario de 4 dólares por persona, lo cual adquirió mucha notoriedad en China, aunque con traslado a muchos otros países en vías de desarrollo. Una categoría que pasó del 23 al 42 por ciento.
Como sucede invariablemente cuando se presentan problemas laborales, el sector de los jóvenes es el más castigado, ya que quienes componen la franja etaria entre 15 y 24 años tienen una tasa de desempleo del 12,6% por lo que se encuentran afectados 74 millones de individuos. Y tal como están las cosas, en el presente 2013 volverán a ser quienes más sufran las consecuencias de la falta de trabajo, por las condiciones críticas en que sigue el mercado.
De acuerdo con las Naciones Unidas, la permanente caída o estancamiento de la actividad económica, podría terminar empujando este año a otro medio millón de jóvenes hacia el desempleo. En este momento el 35% de todos los jóvenes sin trabajo han estado de tal manera durante 6 meses o más en los países desarrollados, recordándose que la afectación era del 28,5% en 2007, quedando en claro que en estos últimos años la situación ha ido empeorándose claramente.
En cuanto a Latinoamérica, las altas tasas de empleo informal como así también la caída de productividad, son factores principales que se deberán enfrentar en 2013, según lo puntualiza la OIT, aún reconociendo que esta región se recompuso más rápido de la crisis que países de Europa y los Estados Unidos. Se consigna que muchos aspectos siguen ocultándose, como por ejemplo que en Bolivia el empleo informal es del 80%, o bien Perú, Paraguay y Colombia con 60%, debiéndose recordar que aquí en la Argentina es del 40%, que viene a resultar el promedio aproximado de la región.
Las perspectivas laborales de este año, como se advierte, se mantendrán en contracción, y por lo tanto muy complicadas, aún más que el año pasado.
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