Por REDACCION
A pesar de su masiva inserción en el mercado laboral ocurrida en las últimas décadas, las mujeres exhiben aun fuertes limitaciones en su desarrollo profesional, en tanto acceden a puestos de menor jerarquía y trabajan en mayor proporción en sectores de menor dinamismo y con menores salarios. Esta es una de las conclusiones de un estudio en torno a las brechas de género en el mundo de las pequeñas y medianas empresas efectuado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
El informe revela que sólo el 8 por ciento de las empresas locales tiene mayoría femenina en puestos de liderazgo, y advierte que, por "segregación", en el sector pyme las mujeres trabajan en sectores económicos de menor dinamismo. El análisis señaló que "en lo que al sector pyme refiere, principal motor de la economía, las mujeres aparecen rezagadas tanto en salarios como en empleos de calidad con relación a los varones". Sin embargo, destacó que "la tecnología, y en particular la digitalización de la economía, actúan como un ecualizador contra esas barreras".
El trabajo del CIPPEC también dio cuenta de "la segregación horizontal que experimentan las mujeres en el mundo pyme, que las remite a trabajar en sectores económicos de menor dinamismo". Como las pymes generan el 64 por ciento del empleo total (4 millones de puestos de trabajo) y son el 99 por ciento de las empresas activas en el país, es crucial que haya políticas públicas y privadas para cerrar la brecha de género en los puestos de liderazgo de este tipo de compañías, sostuvo la coordinadora del programa de Protección Social de CIPPEC y coautora del estudio, Florencia Caro Sachetti.
Desde principios de los 2000s la participación laboral femenina ha declinado y se ha estancado en torno al 45%, lo cual indica que en la actualidad solo una de cada dos mujeres trabaja o busca activamente empleo. Las proyecciones actuales no muestran un cambio de tendencia en el corto a mediano plazo. Las mayores barreras a una inserción laboral plena existen para las mujeres jóvenes, las madres y aquellas de sectores de bajos recursos.
Según el informe, actualmente la Argentina tiene más emprendimientos unipersonales que usan redes sociales dirigidos por mujeres que por varones. El trabajo se basó en la encuesta Future of Business, compilada por Facebook, la OCDE, el INDEC y el Banco Mundial, entre otras fuentes, para investigar los niveles de inserción laboral de las mujeres y sus posibilidades de romper los ´techos de cristal´ que limitan el desarrollo profesional y el acceso a jerarquías corporativas, puntualizó.
Los resultados muestran que las mujeres están subrepresentadas en las PyME: la proporción de empresas con mayoría femenina en la propiedad es baja y solo el 39% de los trabajadores que realizan sus actividades en forma independiente son mujeres. Solo en el caso de la encuesta Future of Business se observa paridad en la participación por género en la propiedad de empresas unipersonales, fenómeno que podría dar cuenta de un creciente uso de las mujeres de las plataformas digitales para el desarrollo de su empresa.
Si bien los motivos reportados para emprender son mayoritariamente los mismos para varones y mujeres, aunque para ellas es más importante seguir su hobby o pasión. Los obstáculos al momento de comenzarlo son también similares, siendo el más difícil de sortear la captación de nuevos clientes. En relación a las fuentes de capital inicial, tanto mujeres como varones utilizan sus ahorros personales para comenzar la actividad; sin embargo, ellas declaran en mayor medida recibir apoyo de su pareja, lo cual podría señalar una menor autonomía económica y la necesidad de reforzar las capacidades de ahorro de las mujeres.
Respecto de la distribución de las empresas de acuerdo a la rama de actividad, se ve que las mujeres se encuentran concentradas principalmente en los sectores de comercio, hotelería, restaurantes y sectores asociados a la prestación de servicios comunitarios, sociales, personales y de salud (siendo esta última la rama más feminizada), refleja el informe del CIPPEC. Los varones, por su parte, concentran sus actividades en las ramas de comercio, hotelería y restaurantes, en servicios financieros, inmobiliarios y empresariales y en transporte, almacenaje y comunicaciones. Así, se verifican las paredes de cristal existentes en la participación laboral femenina.
Los límites para alcanzar puestos de liderazgo con los que se topan las mujeres son denominados comúnmente “techos de cristal”. Estos implican una barrera invisible al desarrollo profesional de las mujeres, que las relega a posiciones de menor jerarquía en las estructuras organizacionales, tanto del sector público como privado. Así, se acentúan no solo las desigualdades de género en términos salariales, sino que también se perpetúan los imaginarios y representaciones culturales estereotípicas, que asocian lo masculino a la toma de decisiones, considera el estudio.
Más allá del panorama actual, las pequeñas y medianas empresas tienen un gran potencial para
contribuir a la reducción de las brechas de género en el mercado laboral, concluye el informe.
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