Más depósitos

Como algunos indicadores de la economía parecen estar dando señales de que puede venirse un período de cierta estabilización, en especial por el retroceso que se viene registrando en el nivel inflacionario luego de los abultados registros de enero, febrero y marzo que totalizaron en conjunto 10%, lo cual desató la versión sobre una baja en las tasas de interés de los depósitos con relación a las que había establecido el Banco Central como metodología para contener la fuga hacia el dólar, tal como finalmente se concretó, es que gran parte de los plazos fijos que fueron venciendo últimamente fueron renovados a plazos mucho más amplios, como hacía tiempo no sucedía. De tal manera, los ahorristas buscan asegurarse tasas más elevadas.

Es que los depósitos menores a los 60 días perdieron presencia al incrementarse sólo un 3,4% con lo cual quedaron por debajo de todo el resto del conjunto, contrastando en cambio con los más largos, incluso superando el año, que registraron una suba de hasta 16,4%, con lo cual se dio el caso que las entidades financieras recibieron menos depósitos a corto que a mediano y largo plazo. Fueron 5.400 millones en el breve plazo y 8.800 millones en plazos más amplios, lo que constituyó toda una curiosidad.

De tal manera se refuerza la posibilidad que desde el gobierno se hagan los mayores esfuerzos en lo que resta del año para abaratar el costo del dinero y evitar de esa manera que se vean afectados el crédito y por consiguiente la actividad productiva. Como el mercado advierte que se puede estar frente a una etapa de tasas en baja, es que las renovaciones se han pactado a plazos medianos y largos, asegurándose de ese modo mayores recompensas.

Todo tiene las características del riesgo financiero que supone colocar el dinero a largo plazo, aunque se percibe que la mayoría ha optado por apostar en favor del gobierno, en que finalmente conseguirá reducir la onda inflacionaria, la cual era estimada en el orden anual entre 35 y 40 puntos, pero que ahora, en las mediciones más recientes, parece haberse retraído bastante significativamente.

La verdad entonces, se dilucidará según lo que acontezca en los dos próximos meses, marcando la tendencia hacia fin de año.

Con la inflación a favor

La recaudación fiscal y aportes al sistema previsional fue récord en el mes de abril con 92.737 millones de pesos, alcanzando una suba del 37% respecto de los valores registrados en el mismo mes del año pasado. Con ello, el primer cuatrimestre del año tuvo ingresos por 342.927 millones, con un alza del 34,8% nominal.

Las cifras presentadas de esta manera, sin dudas relucen de manera destacada, pero en cambio encuentran una explicación bastante sencilla, ya que la inflación por un lado y la falta de ajuste por ese mismo motivo, jugaron muy fuerte en favor de la AFIP. Es que si consideramos que la tasa interanual inflacionaria al consumidor fue de 37,2% ese mes de abril, se advierte que la dinámica real de la recaudación se ubicó dentro de una zona estadísticamente neutra, luego del avance que se había dado en el mes de enero y las contracciones de febrero y marzo.

Desde el Instituto de Análisis Fiscal se refirió que "el impulso vino por los derechos de exportación" por la liquidación de la cosecha y la devaluación del peso producida en el mes de enero. Es que esos derechos por las ventas al exterior tuvieron una suba de nada menos que 64,8%, cerca de 30 puntos más que el mes inmediato anterior, cerrando el cuatrimestre con un alza del 49,6%.

En cambio la recaudación por aportes y contribuciones a la seguridad social aumentó sólo 19,4% respecto a abril del año pasado, significando la más baja tasa de crecimiento de los últimos 6 años, lo cual es consecuencia que los salarios tuvieron alzas por debajo del nivel inflacionario, a lo cual se debe agregar el estancamiento que hay en la creación de nuevos empleos regularizados. Ya que, conviene dejarlo en claro, todas las incorporaciones son dentro del esquema en negro.

El IVA creció un 45% en abril y 38% en el cuatrimestre, razón por lo cual esta fuerte suba de la recaudación se explica casi en su totalidad por el nivel inflacionario. Lo que por supuesto no es bueno.