Por REDACCION
Desde que el Covid-19 fue declarado como pandemia, hace ya más de un año, por la Organización Mundial de la Salud, se tejieron mil y una especulaciones acerca de las secuelas que podría ocasionar la enfermedad a los animales, y si existen algunas especies, particularmente las mascotas, que si la contrajeran, serían capaces de transmitirla a los humanos.
En diferentes ocasiones, los especialistas admitieron que el riesgo no se tendría que descartar, tratándose de animales domésticos, que son, en los que están en contacto directo con sus dueños.
Sin embargo, los estudios realizados no fueron contundentes y siempre dejaron más dudas que certezas, al menos hasta las recientes conclusiones a las que se arribaron en los Estados Unidos.
Concretamente, la tos de los gorilas del Zoológico del Safari Park de San Diego se constituyeron en el primer aviso. Pronto se confirmó lo que muchos temían: un grupo de simios de esa especie dieron positivo en pruebas del coronavirus.
Vale la pena recordar, en ese sentido, que científicos y veterinarios se vinieron preocupando por proteger a los animales del Covid-19, utilizando para ello los mismos métodos empleados con los humanos, incluso aplicando vacunas a las grandes especies que viven en cautiverio.
Karen, una orangutana de 28 años, fue la primera en su especie que recibió las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, en el Zoológico de San Diego.
La inmunización estuvo a cargo de especialistas en medicinas para animales de un laboratorio de Nueva Jersey, con un resultado ampliamente satisfactorio, ya que no se constataron reacciones adversas.
Desde esa primera experiencia, fueron vacunados otros nueve primates, en una campaña que promete extenderse a otros zoológicos estadounidenses, que han expresado su voluntad de vacunar a sus animales.
Se estima que los ocho gorilas que resultaron infectados, fueron contagiados en los últimos meses por un empleado que había contraído el virus, pero no tenía síntomas.
Tras conocerse la efectividad de la vacuna, denominada Zoetis, más de treinta docenas de zoológicos y reservas de todo el mundo ya adquirieron el producto, que genera fuertes respuestas inmunológicas en determinadas especies.
Veterinarios del Zoológico de Oakland ya reservaron 100 dosis, para vacunar, cuanto antes, a la totalidad de los grandes simios que habitan en ese lugar.
Luego de comprobarse que la recuperación de los animales fue absoluta, Zoetis recibió la correspondiente autorización del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para comercializar la medicación.
La mayor preocupación de los investigadores, es ahora que los humanos puedan contagiar a las especies más susceptibles, a diferencia del origen del Covid-19, que se le asigna a unos murciélagos que eran comercializados en el mercado de la ciudad de Wuhan.
En estos momentos los humanos son los principales portadores del coronavirus y ello podría transmitir la enfermedad a varias especies animales, de acuerdo con diferentes informes que se difundieron a partir de los casos registrados en San Diego.
Los grandes simios, que comparten el 98% de su ADN con los humanos, son especialmente susceptibles, lo mismo que los felinos, ya que se confirmaron algunos contagios en tigres y leones de zoológicos, al igual que gatos y perros domésticos.
En cambio, se descartó que el virus pueda afectar a los vacunos y porcinos, al cabo de un estudio realizado por diferentes laboratorios.
Una de las inquietudes que se manifestó es la posibilidad de que el coronavirus pueda contagiar a otras especies y en ese caso produzca nuevas variantes, lo que complicaría los esfuerzos por contener la pandemia, en un momento donde los esfuerzos por contenerla no resultan suficientes, a partir de la gran demanda de vacunas que los laboratorios no están capacitados para atender.
Una de las noticias que alcanzó mayor trascendencia se originó en Dinamarca, donde los empleados de un criadero de visones infectaron accidentalmente a los animales. Tras esparcirse el virus, empezó a mutar y apareció otra variante, que obligó al gobierno a matar a millones de visones para evitar la propagación.
Regresando al tema del Zoológico de San Diego, las autoridades ya decidieron instalar una mayor cantidad de ventiladores para mejorar la circulación del aire en las áreas cerradas, donde el personal que atiende a los animales se cubre con un barbijo doble, careta y mantiene el distanciamiento, además de permanecer demasiado el menor tiempo posible en el lugar.
Está claro que el Covid-19 es un llamado de atención que nos hizo ver que este virus puede ser transmitido, indistintamente de la gente a los animales y de los animales a la gente, según los últimos estudios realizados, que permitieron, en definitiva, clarificar el tema.
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