Por REDACCION
A pesar de que la problemática de violencia de género ha pasado a formar parte del debate público a fuerza de femicidios, lamentablemente aún no se advierte un cambio tranquilizador que se traduzca en una merma de las muertes de mujeres a manos de parejas o ex parejas. Si bien desde los diferentes niveles de Estado se han puesto en marcha diversas herramientas destinadas a brindar protección a las mujeres, lo que refleja un avance del marco legal y con ello las medidas disponibles para ayudar a las víctimas, queda claro que no es suficiente. Por caso, todavía muchas mujeres mueren más allá de que la Justicia haya dictado una restricción de acercamiento contra sus victimarios.
Las estadísticas de sangre no aflojan. En los primeros 9 meses del año se cometieron en el país 223 femicidios, 142 de ellos en el marco del aislamiento social y obligatorio por la pandemia de coronavirus y 189 niños quedaron huérfanos, informó esta semana el "Observatorio Ahora que sí nos ven". Las cifras surgen del análisis de medios gráficos y digitales del país y permite al Observatorio asegurar que pueden encontrar que casi todas las provincias presentan casos de femicidios. En algunas de ellas la situación es más compleja y sus casos van en aumento: Buenos Aires (86), Santa Fe (29), Tucumán (13), Jujuy (12), Córdoba (12) y Misiones (12), detalló el Observatorio al publicar los registros actualizados de este 2020 en su cuenta oficial de Twitter.
El informe destacó que es fundamental que estas provincias diseñen y apliquen sus protocolos de acción contra las violencias de género, y que implementen de manera urgente la Ley Micaela para que se tomen medidas de protección adecuadas con celeridad y la escucha de las víctimas. Es un dato crítico y preocupante saber que 1 de cada 5 mujeres asesinadas había hecho la denuncia por violencia de género contra su agresor, o ya contaba con medidas judiciales de protección que no fueron suficientes para salvar su vida, remarcó. Para el Observatorio estas cifras dan cuenta de la ineficacia del sistema judicial frente los casos de violencia de género. Se trata de mujeres que luego de un proceso complejo del reconocimiento de la situación de violencia en la que viven, han decidido pedir ayuda y aún así fueron asesinadas.
El documento que aborda una dolorosa realidad -insoportable también- afirma que el hogar de las mujeres continúa siendo el lugar más inseguro, ya que el 64% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima. Los femicidas pertenecen al círculo íntimo de las víctimas: el 65% de ellos fueron cometidos por parejas o ex parejas y en el 11% por un familia, agrega. Este dato cobra mayor relevancia en el contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, dado que las víctimas se encuentran más expuestas al estar aisladas con su agresor, explica el Observatorio. El relevamiento determinó que 189 niñes perdieron a sus madres por femicidio.
A las falencias del sistema judicial y legal se le suma el problema de la policía. Al respecto, el informe recordó el caso de Sabrina Rueda, víctima de femicidio en Jujuy, que fue hallada asesinada luego de una intensa búsqueda de su paradero en la que sus familiares denunciaron la falta de compromiso y acompañamiento en las tareas de rastrillaje por parte de la policía, siendo familiares y amigos de la víctima quienes coordinaron su búsqueda frente a la inacción de las fuerzas.
Desde MundoSur, una organización no gubernamental que busca la transformación social a partir de políticas públicas con enfoque en derechos humanos, considera que los feminicidios son sólo la punta del iceberg de la violencia doméstica: el resultado fatal de múltiples violencias invisibilizadas y desoídas por parte de quienes tenían la obligación de hacerlo. Las cifras de fuentes oficiales y no oficiales denuncian en forma unánime que el número de feminicidios ha aumentado en América Latina. Las estadísticas, sin embargo, siguen evidenciando un sub-registro de parte de los gobiernos. Según su relevamiento, en 2019 se produjeron 3019 femicidios en 13 países latinoamericanos. Y en lo que va de 2020 se han producido 1119.
En este marco, MundoSur avanzó en una Encuesta sobre el consentimiento en las relaciones sexuales en América Latina y el Caribe, que se presenta como una alerta y llamada de atención a los gobiernos para que generen planes de educación desde las edades más tempranas, así como concientización e información para la ciudadanía en general. Plantea que el consentimiento empiece a ser un tema político, ya que es un concepto que se vincula con la búsqueda por la igualdad de género y la salud pública, siendo a la vez, condición necesaria para poner fin a la cultura de los femicidios y violencias sexuales. Porque, afirma el estudio, no pueden construirse sociedades igualitarias si seguimos negando el cuerpo de las mujeres, si sus deseos son ignorados por sus parejas o por ellas mismas, si son pensadas como objetos para satisfacer el deseo de otro y no como sujetos.
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