La tierra agrícola

Por Redacción

La tierra de producción agrícola cada vez vale más, debido a una serie de factores combinados que sostienen ese fenómeno, constituyéndose en el principal activo que dispone hoy en día la Argentina, estimándose el valor en todo su conjunto en 155.000 millones de dólares, lo cual significa nada menos que el 42% del Producto Bruto Interno. Es que por un lado tenemos los muy altos valores de la soja, cuyos negocios en torno a este cultivo influyeron directamente en la revalorización de las tierras aptas para su explotación, en tanto que además, cierta incertidumbre en cuanto al destino de las rentas para asegurar su resguardo, hacen realidad que la mejor y más segura inversión sigue siendo la tierra y los inmuebles. Como justamente gran parte de las ganancias importantes tienen origen hoy en día en la producción del campo, es que los ahorros se destinan hacia inversiones en ese mismo sector, lo cual provoca en consecuencia que los valores de la tierra se vayan cada vez más arriba.

De acuerdo con un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, se dispone de 31 millones de hectáreas, cuyo valor en dólares registró un aumento del 120% para llegar a la cantidad antes indicada de 155.000 millones de la divisa estadounidense, constituyendo una cantidad aún superior a toda la deuda externa.

Todo este conjunto de tierras, o al menos una gran parte del mismo, en este 2011 producirá además de una cosecha cercana a los 100 millones de toneladas, la posibilidad de generar 30.000 millones de dólares por las exportaciones agrícolas, lo cual le significará al Tesoro un ingreso de 10.000 millones de dólares por ingresos impositivos y aranceles de exportaciones, es decir, las conocidas retenciones.

Para establecer y promediar los valores del campo, los especialistas que elaboraron este estudio, establecieron un promedio de 5.000 dólares la hectárea para los 31 millones disponibles, obedeciendo la variación del valor tanto por su ubicación como condiciones productivas, oscilando entre 1.000 y 16.000 dólares la hectárea, en este último caso en las mejores zonas agrícolas del país, e incluso con algunas valuaciones que están por encima de esa cifra, cuando la cotización es potenciada por circunstancias especiales como ser el interés de vecinos por pequeñas parcelas que suman a sus explotaciones.

En una de las mejores zonas productivas del país, ubicada entre el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires, sólo en la última década pasaron de valer unos 2.000 dólares en los años 2000-01 a unos 15.000 en la actualidad, pero como la divisa estadounidense tuvo una depreciación del 70% en esa misma década, se tomó como punto de partida un valor de 6.800 dólares la hectárea, razón por la cual el aumento real habría sido de 121% según la conclusión final.

Esta nota sobre los altos valores de la tierra agrícola, sostenida en el trabajo de la Bolsa de Cereales rosarina y valores tomados de la Compañía Argentina de Tierras, fue elaborada por el periodista Matías Longoni, vuelca otros datos muy interesantes, como por caso que en una región de muy altos valores y primer nivel productivo como Salto, Pergamino y Rojas, apenas en el mes de marzo pasado el valor promedio de la hectárea estaba en 15.500 dólares, y que solamente en un año la revalorización había sido de 20 por ciento.

Si bien ya fueron puntualizados algunos de los aspectos que motorizaron esta situación, cabe insistir con el fenómeno de la soja, con un dato que es revelador: en 2000-01 la superficie sembrada con este cultivo era del 40% del total de tierra disponible, en tanto que ahora se elevó al 58%, con lo cual sigue avanzando el fenómeno de la sojización, es decir, lo contrario a lo que promovía el Gobierno con sus medidas intervencionistas en el sector, las que entre otras cosas, provocaron la drástica caída del stock ganadero, el cual perdió unos 10 millones de cabezas en estos años.

Volviendo al valor que tiene la tierra agrícola, digamos que si bien el promedio estimado es de 5.000 dólares la hectárea de los 31 millones existentes para la producción, la diferencia es muy grande entre aquellas destinadas a otros cultivos y la destinada a la soja, que alcanza el mayor precio entre 15-16 mil dólares la hectárea.