Por REDACCION
Lograr consensos sólidos en nuestra golpeada Argentina no es una tarea fácil sino todo lo contrario, es por momentos un objetivo irrealizable, una utopía. La clase / casta política no puede siquiera ponerse de acuerdo en la modalidad que deben tener las sesiones en ambas cámaras del Congreso de la Nación y por tanto todo parece derivarse al ámbito de la justicia. Cada decisión que se tome en los recintos donde se dan forma a las leyes y al marco jurídico del país parece requerir de una opinión o una sentencia de los jueces. La Corte Suprema de Justicia de la Nación recibe planteo tras planteo, aunque en este caso se debe señalar que no genera resultados pues parece estar en un retiro espiritual eterno sin obligaciones laborales mayores.
En este contexto, el debate que no termina de cerrarse y se renovó por estos días involucra al uso de las tecnologías, en concreto las aplicaciones, y su gestión de los datos personales. La App Cuidar, lanzada por el Gobierno como una manera de facilitar la obtención de permisos de circulación y los controles en las calles en tiempos de pandemia, disparó una discusión sobre la confidencialidad de los datos que los usuarios entregan al sistema para obtener la documentación que permita movilizarse.
Hace tres meses, un estudio realizado por la Fundación LED concluyó que la app no sólo vulnera la privacidad, sino que se encuentra, entre las peores del mundo. De acuerdo al análisis, en ese momento la Argentina se encontraba en el 5° lugar en el ránking mundial sobre los países con mayor "afectación a la privacidad" por el uso de la app Cuidar. El estudio, que alerta sobre un "impacto en las libertades individuales" incluye información acerca de 31 países, y refleja el ranking de las peores apps en relación con la preservación de la privacidad, en el que Argentina se ubica después de China, Bahrain, Corea, Iran y la India.
La protección de datos personales y la privacidad son algunas de las preocupaciones de derechos humanos que Amnistía Internacional ahora planteó a través de un breve informe respecto a la aplicación (app) Cuidar. Desde su puesta en funcionamiento, el gobierno hizo una serie de ajustes tanto en el diseño como en sus Términos y Condiciones para mejorar algunos aspectos que dispararon la preocupación de la sociedad civil. Tras concluir el análisis de la aplicación, Amnistía Internacional dialogó y le acercó a la Secretaría de Innovación Pública sus recomendaciones. Las devoluciones y cambios generados a partir de este intercambio fueron incorporadas en el documento.
Al respecto, los datos de salud que constituyen una información personal, privada y sensible, debe recibir protección especial. La ley de Protección de Datos Personales exige una ley que autorice expresamente su recolección y tratamiento, y la preservación de la identidad de sus titulares sostiene Amnistía. Sin embargo, en el caso de Cuidar, esta ley requerida no existe y la identificación (es decir, la revelación de la identidad del usuario o de la usuaria) es un requisito necesario para poder utilizar la app. El gobierno, entonces, debería ser capaz de demostrar técnicamente y de forma transparente que es imposible desanonimizar los datos sensibles recogidos agrega el informe. No obstante, en el caso de Cuidar, además, el Estado exige a los usuarios y usuarias realizarse un autodiagnóstico de síntomas antes de tramitar el permiso de circulación. Esta exigencia es prescindible ya que cualquier persona puede tramitar el permiso de circulación a través de la página web sin que se le solicite información sobre su salud.
Para Amnistía también se evidencia cierta falta de transparencia por lo que admite su preocupación sobre cómo los datos recolectados son almacenados y tratados. Si bien se reconoce que el gobierno ha publicado el código fuente de la app, todavía no se conoce el código del “backend” (lo que permitiría analizar cómo los datos son almacenados y tratados), y tampoco hay información pública sobre las garantías de protección y seguridad de los datos sensibles recolectados que permitan el control externo e independiente.
Por último, advierte que la exigencia de que las personas cuenten con determinada documentación, tecnología y conectividad para el acceso a derechos afecta a la igualdad y a la no discriminación. Muchos no cuentan con el conocimiento o la tecnología necesaria para descargar y usar la app o realizar el trámite online, lo que los excluye de la posibilidad de acceder a los mismos derechos.
Tras presentar el informe, Amnistía Internacional pide al Estado que en la medida que implemente tecnología para combatir la crisis sanitaria de Covid-19 incorpore las salvaguardas necesarias para demostrar que respeta plenamente los derechos humanos. La organización sostiene y recuerda que los derechos humanos no son un obstáculo para el progreso, sino que, por el contrario, son esenciales y ayudan a construir confianza en la tecnología para que sea efectiva y pueda desempeñar un papel significativo en esta crisis.
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