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Editorial Miércoles 20 de Mayo de 2015

La salud y la solidaridad

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REDACCION

Por REDACCION

La vida cotidiana entrega fotografías muy distintas que se contraponen, algo así como una de cal, una de arena. A las escenas de violencia de género, robos, pobreza extrema o narcotráfico que devuelve la Argentina, y que inevitablemente producen un desánimo por momentos difícil de remontar, le siguen situaciones que proyectan valores y fundamentalmente, esperanza. Quizás el tren sanitario que durante la semana pasada atendió a casi mil rafaelinos transporta por las vías argentinas el valor de la solidaridad y renueva el sentido el concepto de "ayudar".

Un grupo de profesionales de la medicina pero también gestores culturales y funcionarios que se encargan de brindar asesoramiento en materia de derechos sociales, como jubilaciones y pensiones, dieron lo mejor para satisfacer la amplia diversidad de consultas que recibieron a lo largo de su estancia en la ciudad. El caso de una joven madre que hacía fila y que en sus brazos tenía a su pequeño hijo que sufre algún tipo de discapacidad en brazos retrata en cierta medida la necesidad de implementar este tipo de servicios. Porque la mujer desconocía su derecho a obtener una pensión por su hijo con capacidades diferentes y en poco tiempo logró un certificado médico que acreditaba esa condición y ya ponía en marcha el trámite para hacer uso de su derecho. 

Si bien la gente se acercó en su gran mayoría para plantear un problema de salud o al menos realizarse un control, la relación que se construía en el interior de los vagones parecía distinta, con cierta calidez que en ocasiones no se encuentra en los pliegues de otros ámbitos de la salud tanto pública y como privada. Ese carácter solidario que se percibe en el espíritu del tren sanitario, por tanto, representa un plus de alto valor simbólico, es la esencia del acceso universal al derecho de la salud. 

El proyecto de embarcar a una pequeña comunidad médica y de personal de servicio en una formación de nueve vagones, que ahora está en la ciudad de Sunchales, se sustenta ampliamente a partir del valor social de su contribución. Se trata de una iniciativa conjunta de los ministerios de Desarrollo Social y de Salud que posibilita el acceso a políticas de Estado, mediante un tren que cuenta con consultorios preparados para la atención primaria de la salud y el asesoramiento en políticas sociales.

A través de un abordaje territorial integral, que implica el conocimiento de las particularidades de cada comunidad, el Tren de Desarrollo Social y Sanitario "Ramón Carrillo" articula sus acciones con organismos gubernamentales y no gubernamentales para generar capacidades de gestión en el territorio y promover el desarrollo de la persona, la familia y su entorno.

Desde el gobierno nacional remarcan que el recorrido de la formación prioriza pequeños territorios, parajes y localidades cuyas comunidades ven dificultadas sus posibilidades de desarrollo por encontrarse aisladas o alejadas de centros urbanos. Podría entenderse que Rafaela no es un paraje en el medio de la nada que necesita en forma urgente al tren sanitario, mucho menos si se contempla su estructura de salud pública con un hospital regional y una decena de centros médicos barriales.

Sin embargo, siempre hay que reservar un lugar para la sorpresa. En esta ciudad industrial, pujante y progresista casi mil personas demandaron los servicios del tren sanitario, lo que invita a la reflexión sobre lo que sucede en el resto del año. El balance proporcionado por la Municipalidad rafaelina que dimensiona el aporte efectuado por el tren justifica su desembarco en la estación del Nuevo Central Argentino. En tal sentido, entre el martes y el sábado de la semana pasada un total de 991 personas se atendieron en los consultorios del tren. El servicio de Oftalmología lideró la cantidad de atenciones con un total de 272 consultas a la vez que fabricó y entregó 322 pares de anteojos, un dato no menor que refleja como a veces por falta de recursos muchos vecinos utilizan viejos lentes que ya poco le sirven o directamente no emplean gafas cuando en realidad las necesita, lo que impacta de lleno en su calidad de vida.

Asimismo, las estadísticas de la labor del equipo médico del tren sanitario muestran que se realizaron 132 análisis de laboratorio y 18 pruebas de papanicolao. 

Más de doce años hace que el tren sanitario recorre distintos puntos de la Argentina profunda y no tanto para llevar este tipo de acciones de bien público que no tienen precio. Constituye una solución creativa, eficiente y práctica para dar atención médica a importantes sectores de la población y un saludable intento para equiparar derechos básicos. Se insiste en la necesidad de reflexionar si la importante cantidad de consultas efectuadas en esta ciudad a los profesionales del tren sanitario es un signo de las dificultades que tendría segmentos de la población local para acceder al sistema de salud pública.  

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