Por REDACCION
Tras varios años de convulsión interna iniciada por los escándalos de corrupción que provocaron la caída del gobierno de Dilma Rousseff y el encarcelamiento de su antecesor, el popular Lula Da Silva, Brasil transita los últimos días de la gestión de un deslucido Michel Temer, que dejará el cargo con niveles de aceptación muy bajos. Pero lo que importa ahora es qué tipo de país querrá Jair Bolsonaro, que asumirá el primer día del 2019 como jefe de Estado del país más grande por territorio, población y economía de Sudamérica que, a la vez, es el principal socio comercial de la Argentina.
El presidente electo por los brasileños, que se caracterizó por una campaña agresiva desde el plano discursivo, todavía no ha dado grandes señales en materia de gestión económica o qué piensa respecto al Mercosur, el bloque comercial que comparte con Argentina y Uruguay entre otros países. Tampoco qué lugar ocupa la Argentina en la escala de prioridades de su mandato.
En el informe sobre comercio exterior correspondiente a noviembre que divulgó esta semana el INDEC, se destaca que por tercer mes consecutivo el balance comercial concluye con resultado superavitario. El reporte destaca, nuevamente, que Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, por encima inclusive de China y de Estados Unidos, los otros dos países que completan el podio en materia de intercambio de productos y servicios.
El mes pasado, la Argentina le vendió a Brasil por un total de 1.044 millones de dólares, lo que representa un incremento del 24,4% respecto al mismo período del 2017. En tanto, las importaciones de origen brasileño alcanzaron los 860 millones de dólares, lo que refleja una estrepitosa caída del 48,6% en comparación a lo sucedido en noviembre del año pasado. La primera lectura, por tanto, esta vez el saldo es a favor de Argentina por un total de 185 millones. De todos modos, más allá de la baja del consumo que se registra en la Argentina por el alza sostenido de los precios y la pérdida de poder adquisitivo del salario, así como también las mayor rentabilidad de las exportaciones por la revaluación del dólar, el saldo con China y Estados Unidos terminó en rojo.
El tema no es uno más en la agenda, incluso, de Rafaela. Porque las exportaciones más importantes de las fábricas de esta ciudad tienen como destino Brasil, lo cual exige a los industriales locales estar atento a lo que sucede en materia de relaciones gubernamentales entre ambos países.
En este marco, y a la espera del encuentro entre los presidentes Bolsonaro y Mauricio Macri previsto para mediados de enero, el Gobierno argentino firmó una declaración conjunta con Brasil sobre convergencia regulatoria para avanzar en el incremento y la simplificación del comercio bilateral.
El documento fue rubricado en la ciudad uruguaya de Montevideo por los cancilleres de ambos países, Jorge Faurie y Aloysio Nunes, así como también por la secretaria de Comercio Exterior, Marisa Bircher, y el ministro de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil, Marcos Jorge de Lima. A través de la declaración conjunta se anunció la finalización de los Proyectos de Consultoría encargados al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en febrero 2017 y se presentaron y analizaron los resultados.
El informe final reúne propuestas comunes para el perfeccionamiento de las iniciativas bilaterales ya existentes y para el eventual lanzamiento de nuevas iniciativas en convergencia regulatoria, que podrán ser dialogadas en el futuro por ambos gobiernos, con el objetivo de identificar caminos conjuntos que lleven al incremento y a la simplificación del comercio bilateral. "El proyecto sobre facilitación de comercio resultó en recomendaciones de iniciativas para la reducción de costos y tiempos en el comercio entre Brasil y Argentina, a partir del análisis de procedimientos y requisitos de importación y exportación, sobre todo en lo que se refiere a los sectores de autopartes, harina de trigo y café", sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Mediante un comunicado, el Palacio San Martín informó que "las recomendaciones subrayan la importancia de mejorar la integración de los sistemas nacionales y simplificar las normas, los trámites y los documentos comerciales".
En tanto, Macri y Bolsonaro acordaron mantener una reunión el miércoles 16 de enero en Brasilia para comenzar a analizar la agenda bilateral. Conservador en lo ideológico y liberal en lo económico, el ex militar brasileño es percibido por analistas de política internacional como un "gran desafío" para Macri, en lo que refiere a la relación que podrá forjar con el mandatario del principal socio comercial de la Argentina. Sucede que el eslogan más recurrente de la campaña de Bolsonaro fue "Brasil por encima de todo", por lo que el reto para el Gobierno argentino podría estar principalmente en el área económica, según estiman los especialistas en materia diplomática.
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