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Editorial Viernes 21 de Septiembre de 2012

La primavera

EDITORIAL

Redacción

Por Redacción

Desde hace tiempo, lamentablemente, las cuatro estaciones del año han comenzado a confundirse, a mezclarse entre sí al punto, muchas veces, de no llegar a diferenciarse unas de otras. Con jornadas de calor en invierno, y aunque menos, en ciertas oportunidades, de frío en verano. Si eso ocurre en las dos mencionadas, que deberían ser las de los extremos, la cuestión se vuelve muchísimo más complicada para identificarlas a las dos restantes, cuando llega el otoño, o como en el caso de hoy con el arribo de la primavera.

Todo, es resultado del recalentamiento global que viene afectando a nuestro globo terráqueo desde hace varias décadas, y cuyos efectos nocivos han venido acelerándose en estos años recientes, con consecuencias que van mucho más allá de esta tenue diferenciación en los climas que deberían prevalecer de acuerdo a cada una de las cuatro estaciones, pues hemos sufrido desastres naturales de enormes perjuicios, tendiendo además un enorme manto de incertidumbres respecto al futuro, ya que según indican los especialistas, todo irá complicándose más cada vez de no alcanzarse alguna clase de solución, como tantas veces se han propuesto en las cumbres del clima y del medio ambiente, con igual cantidad de incumplimientos.

Esas son sin dudas las malas noticias, las que nos tiene acostumbrado el mundo. Las que, aunque necesario, no queremos recordar en este día tan especial en que llega la primavera. La cual, aunque algo confundida en sus términos de vigencia, igualmente nos trae un perfume en el aire que fácilmente se olfatea en todo el ambiente, pero que también y por sobre todas las cosas, está cargada de romanticismo, de sueños, de una enorme esperanza, acompañado por no sólo por el perfume de la naturaleza, sino también por ese contundente color verde del que por estos días pueden disfrutar nuestros ojos.

La mitología cotidiana define a la primavera como el escenario ideal para los más placenteros acontecimientos, esos que suelen sobresalir dentro de su sencillez, enmarcados en el prestigio literario que nadie le discute la pertenencia. Es que, con poco o con más énfasis, todos, o al menos una inmensa mayoría, depositamos nuestra esperanza en su llegada, alentados por ese estado de ánimo tan especial y reconfortante que produce, aunque más no sea en algunas ocasiones en nuestro propio imaginario. Es que la mente tiene un elemento muy poderoso para controlar y manejar nuestros deseos, nuestras apiraciones, en fin, nuestros estados de ánimo. Hoy, en este primer día de primavera según el calendario, con seguridad se iniciará la búsqueda de muchos objetivos, más fáciles de alcanzar con la predisposición de nuestra parte y también avalada por los demás.

Es habitual que suceda, pues solemos pasar mucho tiempo con las ilusiones estiradas, postergadas al máximo, hasta que de pronto se produce con el efecto de un rayo, en un instante, en un solo segundo, todo lo que antes no había ocurrido. Cuestión de ánimos más predispuestos, más identificados con la comprensión, con el afecto,  que encuentran en la primavera un ámbito más favorable, más accesible para alcanzar concreciones.

Solían decir las abuelas, que junto a la llegada de la primavera guardamos al escepticismo con naftalina, ya que la vida comienza un ciclo diferente, bajo la esplendorosa luz del sol, donde todo es más nítido, muchísimo más alegre, incorporando elementos indispensables para que la soledad sea un lejano recuerdo.

Muchos también emprenden las promesas hechas frente al espejo, desde una dieta, un cambio de look, o bien la predisposición al amor, esa búsqueda incesante que siempre anida en el fondo del corazón, por supuesto para los solitarios, para aquellos que aún no hallaron ese camino, y que ahora, en primavera encuentran señales mucho más nítidas, más precisas.

Junto a este arribo de la primavera también se festeja hoy el Día del Estudiante, pudiéndose decir que si bien se trata de la llegada de un clima que impacta especial en el estado de ánimo de los jóvenes mucho más que en otros, la razón de esta fecha es que un 21 de septiembre de 1988 arribaron a Buenos Aires los restos repatriados de Domingo Faustino Sarmiento, quien durante su presidencia fue el responsable de la construcción de más de 800 escuelas, siendo su relación con la educación y con los estudiantes muy estrecha y directa.

Como el de hoy es día de celebración, les deseamos lo mejor a los estudiantes y jóvenes en su totalidad, recordándoles la prudencia que a veces suele desbordarse.





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