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Editorial Miércoles 26 de Junio de 2013

La presión fiscal

Nuestro país cuenta con la presión tributaria más elevada de los países latinoamericanos, estimándose que este año alcanzará al 42,8% del PBI.

REDACCION

Por REDACCION

La Argentina tiene hoy la mayor presión tributaria de todos los países latinoamericanos, habiéndose llegado a esta situación después que en los últimos 12 años el aumento fue de nada menos que el 95% del PBI -pasando del 22% de 2001 al 38,6% de 2012- en tanto que para este año se estima que la presión fiscal terminará siendo de 42,8% siempre tomando como base de referencia el PBI, pero incluyendo además el impuesto inflacionario, con el cual se llega a una presión de 28.366 pesos por habitante.

Estos datos fueron difundidos por el Instituto de Estudios de la Realidad Económica de la Argentina y Latinoamérica (IERAL) dependiente de la Fundación Mediterránea, señalando además el estudio que la carga impositiva pasó de 1.377 dólares en 2005 a un estimado de 5.194 dólares que se tendrá al final del presente año. Tomando lo sucedido hasta fines del mes de mayo para realizar la proyección correspondiente, se señala que en ese lapso "la recaudación tributaria consolidada creció en torno al 30%, cifra superior al crecimiento nominal estimado de la economía".

Siempre en términos del PBI y considerando los tres niveles de gobierno, entre 2001 y 2012 se incrementó la presión tributaria nada menos que 16,8 puntos, merced a lo cual se llega a la conclusión que a fines de este año se estará en el orden del 40%, pero si se agrega el impuesto inflacionario se llegaría al 42,8%, es decir un 95% más que en 2001, con lo cual cada habitante pagará este año un promedio de impuestos de 26.515 pesos, siendo una cifra 134% superior a los 11.330 pesos que se pagaron en 2001.

A continuación se explica que la mitad de este aumento queda explicado por el crecimiento real de la economía que estuvo en el orden del 77,4%, pero la otra mitad por las nuevos y más elevados impuestos, por lo cual en el presente año la contribución de cada habitante en materia de impuestos estará en el orden de los 28.366 pesos. Si estos valores se trasladan al dólar y este tiene una suba del 20% en el año, entonces cada habitante deberá pagar 4.855 dólares con lo cual será 205,3% más que en 2001, en tanto con el agregado inflacionario la diferencia se ampliaría a 226,6%. Como vemos, una expansión notable de la presión tributaria en muy pocos años.

Víctimas del tránsito

A pesar de las intensas campañas de prevención, a todas las advertencias, y también a los férreos controles acompañados de multas y otra clase de sanciones, los accidentes de tránsito no disminuyen, ni tampoco la cantidad de víctimas fatales. Según un informe de la organización civil "Luchemos por la vida", en los últimos 15 años murieron 112.276 personas consecuencia de esta clase de siniestros, lo cual significa un promedio de 21 por día. 

Con estas cantidades, la Argentina se encuentra entre los países con mayor cantidad de muertos por esta clase de accidentes, considerando la relación entre vehículos y habitantes.

Esta situación se da por una serie de factores, aunque sobresalen nítidamente algunos de ellos, como por ejemplo el deficiente estado de las rutas, las que en mayoría adolecen de un mantenimiento adecuado, y además, por sobre todas las cosas, siguen siendo de anchos muy estrechos y habilitadas para la circulación en ambos sentidos. Si a eso sumamos las banquinas deficientes, obstáculos visuales y mala conservación del pavimento, a veces con pozos y desniveles notables, nos encontramos con el peor de los escenarios. Se debe agregar la inconsciencia de muchos conductores, que violan sistemáticamente las normas elementales del tránsito, además de no respetar los sobrepasos, luces de los semáforos, e incluso, lo que es sistemáticamente causa de accidentes, circular a velocidades que exceden muchísimo los límites dispuestos.

Lo vemos a diario en Rafaela, sin necesidad de ir a las rutas aledañas o los accesos, ya que por nuestras calles, bulevares y avenidas suelen darse numerosos casos de velocidades que sobrepasan al menos el doble la limitación vigente. Se trata de un fenómeno de la cultura de la transgresión que se ha extendido por todo el país, siendo entonces tales las consecuencias, con una cantidad de muertos que nos pone en las primeras posiciones de esta trágica y lamentable estadística, pero que también agrega un altísimo número de lesionados y enormes pérdidas materiales.

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