Por REDACCION
Diferentes repercusiones tuvo en diferentes países, especialmente en los latinoamericanos, la libertad de Luiz Inácio Lula da Silva, el expresidente de Brasil, que estuvo en prisión durante 580 días en una cárcel de Curitiba.
El actual mandatario del vecino país, Jair Bolsonaro, pidió "no dar munición al canalla que momentáneamente está libre".
"Amantes de la libertad y del bien, somos mayoría. No podemos cometer errores. Sin norte ni mando, hasta la mejor tropa dispara para todas partes, inclusive contra los amigos. No den munición al canalla, que está libre momentáneamente, pero cargado de culpa", tuiteó Bolsonaro.
El actual presidente brasileño, desde su asunción, había evitado pronunciarse sobre el tema, pero decidió haberlo tras conocerse la resolución de la Corte Suprema, que el viernes autorizó la liberación de Lula, que estaba detenido desde abril de 2018 cumpliendo una pena de 8 años y 10 meses porque se lo había considerado responsable de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Lula recogió el guante y le respondió de manera contundente, al señalar que recorrerá Brasil para "demostrar que este país podría estar mucho mejor si tuviera un presidente que no mienta tanto como Bolsonaro".
El expresidente, una vez en libertad, realizó un multitudinario acto, el último sábado, en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo (Sao Paulo), cuna de su carrera política y lugar en el cual se entregó a la policía el 7 de abril de 2018.
En nuestro país, el que se pronunció es el presidente electo Alberto Fernández, en el transcurso de la reunión del Grupo de Puebla, que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires.
Fernández, que asumirá la Presidencia de la Nación el 20 de diciembre, invitó formalmente a los expresidentes brasileños Luiz Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff a esa ceremonia, expresando de esa manera su adhesión a la medida de la justicia brasileña.
"Me encantaría que el 10 de diciembre Lula y Dilma nos estén acompañando", dijo el mandatario electo.
"Hay que estar del lado de los injustamente perseguidos, es una obligación moral; somos la Patria Grande que se llama Sudamérica y América Latina; nunca debemos olvidar la obligación que tenemos, si tenemos la razón, la razón siempre vence", agregó Fernández.
En el cierre del encuentro, hubo un brindis "por la libertad de Lula y también por América Latina libre; tenemos que estar todos unidos", concluyó el sucesor de Mauricio Macri en la Casa Rosada.
Otros dirigentes políticos y gremiales argentinos, se sumaron a las voces de apoyo por la liberación de Lula.
Cristina Fernández, expresidenta y vicepresidenta electa, sostuvo que "cesa hoy una de las aberraciones más grandes del Lawfare en Latinoamérica: la privación ilegítima de la libertad del expresidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva".
Por su parte, Daniel Filmus, diputado nacional del Frente para la Victoria, dijo: "Creo que la dimensión de la libertad de Lula es continental, porque también fue continental el mecanismo que utilizaron para poner presos o cuestionar a los líderes que transformaron a América Latina. El crimen por el que fue preso Lula es por haber sacado del hambre a miles de brasileños. Lo que me parece fundamental es que de a poco el fracaso mismo de los gobiernos neoliberales vuelve a colocar en el centro situaciones como de la Argentina a través de elecciones o los movimientos populares en Ecuador o Chile".
A su turno, la que también se manifestó es Sonia Alesso, secretaria general de CTERA, expresando que "los maestros y profesores de CTERA saludamos la libertad de Lula, querido compañero, honesto y luchador. Es un día de alegría para la Patria Grande. Lula Libre es un nuevo paso en la lucha por una América Latina justa y solidaria".
Mientras tanto, el también gremialista Roberto Baradel, secretario general del Suteba, declaró que "la libertad de Lula configura un nuevo tiempo en América Latina, que sin ninguna duda comenzó con la derrota del neoliberalismo en la Argentina con la victoria de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Nosotros conformamos el Comité por la libertad de Lula Libre y militamos mucho con movilización en eventos como cuando vino Dilma Rousseff. Lo sentimos como lo que es, una victoria de los trabajadores y de los pueblos latinoamericanos".
Felipe Solá, quien podría desempeñarse como canciller en el futuro gobierno de Alberto Fernández, aseguró que "la mentira tiene patas cortas y la verdad puede esconderse un tiempo. El corazón de Lula es más fuerte que toda la infamia. Brasil ha recuperado un estadista formidable y el mundo hoy es un poco más justo".
Ahora, la pregunta es: ¿se aproxima un terremoto en Brasil tras la puesta en libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva? La respuesta la brindó el propio Lula, al señalar: "necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público, de la Justicia; todos estuvieron trabajando para criminalizar a la izquierda y también al Partido de los Trabajadores".
Según el dictamen del Tribunal Supremo que ordenó su liberación, su prisión era inconstitucional, ya que aún contaba con posibilidades de recurso y que debe prevalecer hasta el final la presunción de inocencia. La respuesta a esas tres cuestiones de constitucionalidad podría provocar un giro en el panorama político brasileño, removiendo pasado, presente y futuro.
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