Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Jueves 16 de Mayo de 2019

La crisis, un estado natural

Leer mas ...

REDACCION

Por REDACCION

Da la sensación de que vivir en la Argentina es algo así como convivir con un estado permanente de crisis donde lo excepcional son los períodos de bonanza, cuando debería ser al revés, que los años positivos sean mucho más que los negativos. Lamentablemente nos debemos acostumbrar a esta estresante manera de pasar los días y si los mercados internacionales nos condenaron en un momento a la volatilidad del dólar y su impacto en la inflación, caída del poder adquisitivo y posterior retracción del consumo, ahora la responsabilidad por la continuidad de la crisis es "la incertidumbre por el escenario electoral". Así, la falta de certezas sobre quien ganará las elecciones presidenciales nos hunde un poco más en un pozo donde permaneceremos, según los analistas, varios meses más hasta que se despejen las dudas respecto a quien será el futuro presidente. Sin embargo, con eso no será suficiente puesto que puede suceder que si gana un determinado candidato o candidata en lugar de emerger de esa profundidad descendamos un poco más rumbo al averno.

En el día a día, casi todas las radiografías que se hacen del paciente llamado "Argentina" son negativas, reflejan un problema aquí y otro allá. El nuevo dato del uso de la capacidad instalada de la industria, que promedió el 57,7 por ciento según el INDEC, muestra que las fábricas del país trabajan muy por debajo de su potencial. Incluso, los sectores textil y metalmecánica, muy fuertes en Rafaela, ni siquiera llega a utilizar la mitad de su capacidad instalada para producir. 

A estos registros del organismo encargado de las estadísticas se suman los poco alentadores datos del centro de estudios de la UIA, que estiman que la actividad industrial cayó por encima del 9 por ciento en el primer trimestre del año, que el empleo en el sector retrocedió el 5,8 por ciento y que las exportaciones de manufracturas de origen industrial se contrajeron 6,5 por ciento. Estas cifras corresponden a la comparación interanual entre el primer trimestre del año pasado y el mismo período de este 2019.

De todos modos, a pesar de la mochila cargada de problemas, el país dejó de ser un mercado fronterizo y pasó a ser emergente esta semana a partir de una decisión de MSCI, la empresa que confecciona índices utilizados por inversores internacionales. Por tanto, tras nueve años, la Argentina regresa a una categoría que no le cambiará la vida cotidiana a la gente ni garantizará una lluvia de inversiones, pero puede ser el principio de un cambio de tendencia. Concretamente, ser un mercado emergente le da a la Argentina una participación del 0,26% en el índice global y la inclusión de ocho valores al índice de mercados emergentes, la mayoría ligado a empresas financieras, de energía o de comunicaciones, como Banco Macro; BBVA Banco Francés; Globant; Grupo Financiero Galicia; Pampa Energía; Telecom;  Transportadora de Gas del Sur e YPF. MSCI informó que a partir del 29 de mayo estas acciones pasarán a formar parte del panel general que integra el mercado de emergentes.

De este modo, la Argentina se unirá a los de países como China, Brasil, Colombia o Rusia dentro de la categoría Mercado Emergente, y dejará el grupo de Mercados Frontera. Según lo anunció la compañía Morgan Stanley Capital

International también pasará a integrar este lote Arabia Saudita. Esta recalificación podría permitir el ingreso de inversiones por montos de entre 3.500 millones de dólares y 10.000 millones según estiman los más optimistas.

Inversores y fondos son los que analizan permanentemente los informes del MSCI para decidir en qué activos colocar capitales.

A todo esto, el líder de la misión del FMI para la Argentina, el italiano Roberto Cardarelli, consideró "demasiado temprano" para sentarse a renegociar el préstamo stand-by para el país, previsto en tres años hasta mediados de 2021 tal como había sugerido el ex ministro de Economía y precandidato presidencial Roberto Lavagna. Cardarelli se pronunció así luego de reunirse con la plana mayor de la CGT en la sede del sindicato de la construcción de la UOCRA, en el marco de su desembarco en Buenos Aires para realizar la cuarta revisión trimestral del crédito que el FMI otorgó a la Argentina el año pasado. Y un día después de sus declaraciones, los mismos dirigentes cegetistas anunciaron un paro general de 24 horas para el miércoles 29 de mayo. 

Por su parte, los gremialistas insistieron en trasmitir al Fondo su preocupación por la pérdida de puestos de trabajo y por la caída del sector industrial que sigue sin repuntar, mientras que se quejaron de que no funcionó el decreto presidencial que obligaba a comunicar las cesantías en el Ministerio de Producción y Trabajo con diez días hábiles de anticipación.

La existencia de la crisis económica y social, dado el empeoramiento de los indicadores de empleo y de la pobreza, nadie puede negar. Ahora también es cierto que, según el lugar que se ocupe de la grieta, las lecturas pueden ser apocalípticas o esperanzadoras. 






 

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso