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Editorial Viernes 28 de Junio de 2019

Indiferencia o compromiso

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REDACCION

Por REDACCION

Al parecer, los desafíos de carácter humanitario están lejos de poder lograrse más allá de los renovados compromisos en busca de un mundo mejor. Siempre es una cuestión de actitud, hay batallas que se ganan y elevan la moral y el optimismo para continuar en la lucha, pero a veces hay derrotas que desalientan y restan voluntades. Se puede optar entre la indiferencia o involucrarse, comprometerse y hacer algo por los demás. 

Lo que ahora conmueve y sacude nuestra humanidad es una fotografía de los cuerpos sin vida de un salvadoreño y su hija de menos dos años en la orilla del río Bravo, donde se ahogaron cuando trataban de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Según el periódico mexicano La Jornada, los cadáveres de la foto son de un solicitante de asilo salvadoreño identificado como Oscar Alberto Martínez Ramírez, de 26 años, y Valeria, su hija de 23 meses, que se ahogaron el domingo cuando trataban de cruzar de México a Texas a través del río Bravo. Para muchos, la foto evoca otra tomada en 2015 que mostraba el cuerpo de un niño en una playa Turquía que se ahogó en el mar Mediterráneo en su intento por llegar a Grecia.

Está claro que miles de centroamericanos buscan asilo en Estados Unidos, donde quizás creen en la utopía del sueño americano, para huir de la violencia extrema y del círculo de la pobreza. Estas fotos que sensibilizan y que a la vez sintetizan miles de historias más o menos parecidas desnudan las debilidades de una política migratoria ya no de un solo país sino de la aldea global toda.

Millones de africanos que viven en contextos de pobreza, marginación y violencia sin saber qué les depara el día de mañana se sacrifican por intentar dar el salto hacia Europa. Miles de asiáticos procuran lo mismo, porque más allá de todas sus miserias los países europeos han logrado los más altos indicadores de desarrollo económico y social. Estados Unidos también muestra al menos en una de sus caras la opulencia del capitalismo y se convierte de esta manera en objeto del deseo de millones de postergados en sus países de origen. La llegada de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos se ha incrementado en los últimos meses: tan solo en mayo se contabilizaron 144.000 detenciones.

En el marco del debate, el diario The New York Times publicó la foto en su portada y le dedicó un editorial donde dice que "Estados Unidos necesita una política de inmigración que combine seguridad en la frontera, justicia y humanidad".

El papa Francisco, en tanto, "está profundamente triste por sus muertes, y reza por ellos y por todos los migrantes que han perdido sus vidas mientras huyen de la guerra y la miseria", dijo Alessandro Gisotti, portavoz del Vaticano.

Precisamente el Sumo Pontífice pidió ayuda a la oficina de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) para evitar "el derroche de alimentos y de agua" en el mundo. Al recibir en el Vaticano a los asistentes a la 41 sesión de la FAO que culminó en Roma y a quienes instó a sumarse a la lucha por el "hambre cero" en el mundo, afirmó que la educación y la sensibilización social "es una inversión tanto a corto como a largo plazo; pues las nuevas generaciones pasarán este testigo a las futuras, sabiendo que este drama social no puede ser tolerado por más tiempo".

Según el Papa argentino la conexión entre la fragilidad ambiental, la inseguridad alimentaria y los movimientos migratorios es evidente a la vez que denunció que el aumento del número de refugiados en el mundo durante los últimos años nos ha demostrado que el problema de un país es el problema de toda la familia humana. El jefe de la Iglesia católica expresó su deseo para que con la ayuda de todos podamos seguir trabajando conjuntamente para profundizar e incrementar, con responsabilidad y determinación, los esfuerzos dirigidos a alcanzar los objetivos 1 y 2 de la Agenda 2030 y así erradicar con mayor rapidez y fuerza los complejos, graves e inaceptables flagelos del hambre y de la inseguridad alimentaria. En su discurso ante los más de 500 participantes a la Asamblea de la FAO, el Santo Padre quiso contribuir con un aporte para combatir la falta de alimento y de acceso al agua potable en el mundo, asegurando que para ello es necesario actuar sobre las causas que las provocan, pues en el origen de este drama se halla sobre todo la falta de compasión, el desinterés de muchos y una escasa voluntad social y política a la hora de responder a las obligaciones internacionales.

Por último, el Papa del fin del mundo concluyó marcando el compromiso de la Santa Sede a cooperar con la FAO y de esa manera apoyar el esfuerzo internacional hacia la eliminación del hambre en el mundo y garantizando un futuro mejor para nuestro planeta y para la humanidad entera. 




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