Impuestos y salarios

Por REDACCION

El pago del impuesto a las Ganancias, que alcanza a los trabajadores, se ha convertido en uno de los ejes de debate durante la presente campaña electoral, blandiéndose proyectos para la elevación del mínimo no imponible que se mantuvo durante tanto tiempo sin modificar a pesar de los altos niveles inflacionarios, llegando por lo tanto a afectar a salarios que apenas suenan razonables para afrontar los gastos de un hogar en caso de los casados.

Pero ¿cómo estamos en realidad? Pues en los últimos 28 meses 1.284.144 trabajadores más pasaron a pagar el impuesto a las Ganancias, de acuerdo lo exponen números de la AFIP, siendo algo más del doble de los que pagaban esa imposición en el mes de marzo de 2011.

Es que, según informes oficiales, al 31 de julio último había 2.492.536 empleados registrados a quienes se les realizaron descuentos de sus sueldos para destinar al pago de Ganancias, mientras que a comienzos de 2011 esa cantidad total ascendía a 1.208.392 trabajadores. Ese brusco incremento, tal como lo decimos, obedeció a que desde el mes de enero de 2011 hasta febrero de 2013 el mínimo no imponible se mantuvo sin cambios, ya que recién en el pasado mes de marzo se produjo una suba del 20%, lo cual arroja un promedio anual de 16,7%, mientras que en 2011 la inflación fue de 22,8%, en 2012 de 25,6% y para el presente 2013 se aguarda que el nivel inflacionario oscile entre 25 y 27 por ciento.

De tal manera, queda claramente expuesto que por la muy baja actuación del mínimo no imponible, una mucho mayor cantidad de asalariados quedaron obligados a pagar este impuesto, y además, los que ya estaban alcanzados por el mismo pasaron a pagar mucho más, debido a que se mantuvieron congeladas las escalas salariales. Pero además, se espera que de ahora hasta fin de año, queden incorporados entre 400 y 500 mil trabajadores más para pagar Ganancias ya que la mayoría de las paritarias aprobaron ajustes en los sueldos entre 24 y 26 por ciento, aunque se vayan aplicando en dos y tres cuotas, y como -reiteramos- el mínimo no imponible fue este año 16,7%, es que mucho más trabajadores quedarán atrapados en esta telaraña impositiva.

Veamos más detalles sobre esta tan extraña situación, donde deben pagar impuesto los que trabajan y en cambio quedan exceptuados muchos otros rubros que tienen importantes rentas, como por ejemplo las financieras. En este momento pagan Ganancias quienes tienen un salario superior a 6.938 pesos, en el caso de los que no tienen cargas de familia, recordándose que en 2011 -una docena de año atrás- ese piso era de 1.348 pesos, razón por la cual de haberse hecho el ajuste por la inflación, el piso salarial debería ser entonces de 10.500 pesos, razón por la cual la mayoría de quienes hoy están alcanzados, quedarían afectados de la imposición. Pero no sólo eso, pues si además las escalas sobre las que se calculan las alícuotas, que se encuentran congeladas desde el año 2000, hubiesen tenido la actualización correspondiente, los que aún fuesen alcanzados por este impuesto, abonarían mucho menos que en la actualidad, ya que en lugar de pagar tasas oscilantes entre 14 y 27 por ciento estarían en los 9 puntos. Como puede verse, todo se ha ido dando de manera sostenida en contra de los trabajadores, para procurar una mayor alimentación de las arcas fiscales.

Siempre recurriendo a cifras oficiales, tenemos que mientras en 2001 pagaba Ganancias el 9,7% de los empleados legalmente registrados, en la actualidad se ve afectado el 26%, por lo cual de haberse mantenido la actualización correspondiente en todos los aspectos, sólo deberían estar pagando este impuesto 908.000 asalariados en lugar de los 2.492.536 que lo están haciendo.

Una medida que se anunció como en favor de los trabajadores, mostrándose como accesible en cuanto al reclamo, en rigor de verdad no fue tal. Es que el 20% de ajuste dispuesto en marzo para subir el mínimo no imponible, en el promedio anual arroja un insignificante 6,7% de ajuste real, muy por debajo de la inflación esperada para el año, que será al menos cuatro veces superior a ese índice, aunque, debe recordarse, que en medio de la insatisfacción y los reclamos, que se buscaron reducir ante la cercanía de las elecciones, se dispuso quitar con retroactividad el pago del impuesto al medio aguinaldo abonado a mitad de este año.