Por Redacción
Agua y seguridad, tal como se destaca en el título, fueron los dos temas centrales con los cuales el intendente Luis Castellano realizó días pasados su análisis de gestión anual, el que significó el primero de los cuatro años de su segundo mandato, con el cual completará un lapso de ocho años, más que importante pero además suficiente como para llevar adelante todas aquellas planificaciones de mayor alcance, cualquiera sea el origen de su sustento y financiación, ya que en definitiva las mismas van detrás de un mismo objetivo: el consolidar a Rafaela dentro de esta región central de la Argentina, como claro motivo de integración y desarrollo.
Sobre la falta de agua potable, Castellano fue contundente al señalar "sin agua, no hay futuro", lo que bien puede interpretarse como una elocuente síntesis de un reclamo que nuestra ciudad viene sosteniendo desde hace muchos años, que podría ubicarse en el tiempo en coincidencia con el crecimiento demográfico y el paulatino desmejoramiento del acueducto que nos provee de agua desde la zona de Esperanza, que fue dejando de ser útil en la medida necesaria. Ambos factores, sumados a lo poco que se hizo para mejorar la consistencia de la red de distribución domiciliaria, la cual según un estudio de la UTN tiene pérdidas cercanas al 50% del líquido que transporta, fueron un cóctel realmente explosivo, cada verano peor ya que los paliativos dispuestos nunca alcanzaron siquiera para disimular la gravedad de la situación.
Hoy, el nuevo acueducto desde Desvío Arijón, es la gran y exclusiva esperanza para que nuestra ciudad solucione de una vez por todas, quizás varias décadas por delante, la problemática del agua. Sin embargo, falta la financiación, que según dicen es inminente con un préstamo desde el exterior, pero que todavía está por verse pues aún yendo todo bien, recién estaría para dentro de un par de veranos más, sumados al que tenemos encima.
En cuanto a la falta de seguridad, un fenómeno que se ha ido agudizando no sólo en la ciudad sino en todo el país, también tuvo el Intendente definiciones contundentes, fieles a su estilo, apuntando especialmente a la droga, como ha sido una de las instancias clave de sus cinco años de gestión. Reclamó una decisión firme para combatirla, destacando que "si no se profundiza la acción y la responsabilidad provincial y nacional hacia los municipios y comunas, no tendremos salida porque las ciudades y los pueblos no podremos con esto", remarcando con claridad la urgencia por políticas combinadas entre Nación y Provincia, que en todo caso deberían hacerse extensivas hacia toda la Argentina. Ninguna solución parcial puede ser duradera si en el resto todo se mantiene igual.
Además de esos ejes centrales, Castellano destacó el acuerdo con el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, siendo el primer municipio del país en hacerlo, quien evaluará toda la gestión y a los funcionarios, constituyendo un gran avance en cuanto a la transparencia, conformando de tal manera una reiterada solicitud de la oposición en tal sentido.
Finalmente, en lo más sustancioso, el titular del Ejecutivo hizo un repaso sobre las obras públicas, tanto aquellas financiadas con fondos nacionales, provinciales o puramente locales, lo que es válido recordar, aunque con el paso del tiempo, y tal vez ni siquiera eso, lo que suma son las realizaciones en su esencia y no el origen de la financiación. Aunque respetando esa identificación, con fondos provenientes desde el orden nacional se hicieron las 132 viviendas del sistema Procrear recientemente entregadas, la avenida Italia, Vieytes-Marchini y la Escuela Municipal de Música, en tanto que desde la Provincia se logró el programa de viviendas Mi Tierra Mi Casa, la licitación del desvío del tránsito pesado y el Hospital de Alta Complejidad ya en marcha, completándose con algunas obras de neto origen local como la refuncionalización del Parque Balneario Municipal y avenida Aristóbulo del Valle, la pavimentación de 42 cuadras, el readoquinado que sigue firme adelante, además de los desagües, semaforización y ciclovías.
En cuanto al futuro, Castellano volvió a reiterar la necesidad de pensar la Rafaela de los 150 años, sosteniendo que "la innovación no sólo está vinculada a lo tecnológico, sino a lo social, la educación, la cultura, la capacitación, la salud y el deporte".
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