Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Miércoles 14 de Marzo de 2012

Grandes diferencias

Las canastas de la pobreza y la indigencia del INDEC están 120% por debajo de las mediciones provinciales.

Redacción

Por Redacción

Son enormes las diferencias entre los dos tipos de canastas que son utilizadas para medir la pobreza y la indigencia, teniendo por un lado las del INDEC y por el otro las de los entes provinciales de estadísticas, siendo estas últimas un 120% superiores a las del organismo nacional, tomando las mediciones del pasado mes de enero.

De acuerdo con el INDEC, al mes de enero una familia tipo de cuatro miembros -padres y dos hijos- no caía en la indigencia con un ingreso de 640,46 pesos mensuales, lo cual significa una disponibilidad diaria de 21 pesos. En las provincias en cambio, esa canasta se acrecienta a 1.409,41 pesos, con lo cual el gasto diario se eleva a poco más de 45 pesos. 

Similar diferencia existe en la otra canasta, la de la pobreza, pues mientras para el INDEC una familia tipo con 1.428,92 pesos por mes lograba mantenerse fuera de la pobreza, para las provincias en cambio se necesitaba un ingreso mensual de 3.132,62 pesos para evitar caer en situación de pobreza.

Sin demasiado análisis, y con sólo ver los números, queda claro que la realidad está volcada en favor de los institutos estadísticos provinciales, incluso con los que se pueden tener diferencias de apreciación y de acuerdo a las distintas regiones del país que miden, pero en cambio lo del INDEC continúa estando totalmente alejado de lo cotidiano, ya que hablar de poco más de 600 pesos mensuales para una familia tipo, es ciertamente alejado de la realidad.

Si bien se pueden comparar los valores finales, no se lo puede hacer en cambio con los precios individuales de los productos relevados, ya que desde la "intervención" del INDEC a cargo de Guillermo Moreno se dejó de conformar ese listado de precios promedio, como forma de ocultamiento del procedimiento usado para llegar a esas cifras de las canastas de 600 pesos para la indigencia y 1.400 para la pobreza.

De estas cifras dependen luego las mediciones que se hacen sobre la cantidad de pobres e indigentes en el país. Con las canastas del INDEC esas cantidades bajan sustancialmente en comparación con las provinciales, que son las que se muestran para exhibir como logros. La realidad, dice una cosa muy diferente.

Trabas y superávit

El superávit comercial del mes de febrero creció 121% con relación a igual mes de 2011, totalizando 1.341 millones de dólares. Esta fue una de las consecuencias del efecto de las trabas a las importaciones, que si bien tienen un efecto positivo inmediato, en cambio significarán un perjuicio muy grande en el corto plazo, el cual ya comienza a percibirse en diversos sectores que tienen serias dificultades en su producción debido a la falta de insumos.

Si este resultado de febrero lo sumamos a enero, cuando hubo un superávit de 550 millones de dólares, tenemos entonces que la suma arrojó un saldo favorable del bimestre de 1.891 millones. En el primer mes del año hubo exportaciones por 5.909 millones e importaciones por 5.358, existiendo una brecha cada vez menor, pero que ahora fue ampliada en febrero -aún no dándose a conocer todavía el detalle de ventas y compras al exterior-, producto de las restricciones impuestas a las importaciones, pues justo ese mes comenzó el sistema de presentación de declaraciones juradas anticipadas ante la AFIP.

Este anticipo formulado por la presidenta Cristina Fernández, aunque sin mayores detalles que permitan un análisis de mayor alcance, fue de todos modos una favorable sorpresa para el mundo de los negocios, ya que los 1.341 millones de dólares de febrero de superávit están prácticamente en el triple de los cálculos que se hacían tomando los 550 millones de enero. Lo que puede deducirse es que el efecto de las restricciones a las compras en el exterior es muy fuerte, más de lo que se suponía, constituyendo una barrera que al parecer muy pocos pueden trasponer.

Claro que si ya ahora se están sintiendo los efectos negativos, con producción que ha comenzado a frenarse en algunas áreas industriales que tienen una fuerte dependencia de los insumos de importación, no es difícil imaginar lo que ocurrirá dentro de algunos meses cuando la escasez se haga todavía más pronunciada. 

Hacia fines del presente mes de marzo comenzarán a ingresar dólares de la cosecha gruesa, y aunque no serán en la medida de años anteriores, tal vez eso permita aliviar un poco la tirante situación originada por las restricciones.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso