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Editorial Jueves 6 de Septiembre de 2012

¡Gracias soja!

La que alguna vez fue duramente calificada, se ha transformado en una carta de salvación para las finanzas. Las retenciones de 2013 alcanzarán para pagar todos los vencimientos de deuda.

Redacción

Por Redacción

La soja, tan vapuleada cuando allá por marzo de 2008 se inició el duro y aún no superado conflicto entre el Gobierno y el campo por la resolución 125, llegándose incluso a identificarla como "un yuyo", desde entonces fue transformándose en una fuerte carta de salvación para las finanzas nacionales, aun cuando dentro del total signifique algo menos del 10%. Las perspectivas para 2013, luego de los inconvenientes surgidos este año que menguaron posibilidades y volumen consecuencia de la sequía, aparecen como muy buenas, ya que el complejo oleaginoso sumaría 25.000 millones de dólares, con lo cual debido a la mayor cosecha y también al impulso que tienen las actividades relacionadas al agro, podría aportar un punto al crecimiento del PBI. De tal manera lo establece un estudio de la consultora Abeceb.com

Tanto significará el aporte de la soja a las arcas fiscales, retenciones mediante, que el ingreso adicional que estaría en el orden de los 5.500 millones de dólares, sería suficiente para afrontar el pago de la deuda en moneda extranjera estipulada para todo 2013, sin afectar el nivel de reservas del Banco Central. 

Queda visto entonces, que tal marchan las cosas, la soja se volverá a instalar como un factor clave y realmente decisivo para el desenvolvimiento de la economía nacional, partiendo tanto de la buena cosecha como de los precios con niveles récord históricos, ya que todo indica que se mantendrán de esa manera. 

El estudio también alude a que con los ingresos por retenciones del presente período, se alcanzaría a cubrir el plan de la asignación universal por hijo.

Según lo plantea Abeceb.com se aguarda para la próxima campaña una mayor superficie sembrada de soja, impulsada especialmente por los altos precios internacionales, la reducción de la siembra de trigo y la fuerte inversión inicial que requiere el maíz, especialmente para productores que disponen de menor liquidez tras haber afrontado dos sequías consecutivas.

La estimación que se hace para la campaña que se avecina es de 54 millones de toneladas, con cifras muy cercanas al excelente año que fue 2009, pues todo confluye en ese sentido, especialmente por El Niño que traerá buenas lluvias para el área núcleo del agro, lo cual aportará muy buenos rindes a los cultivos. Y con especial referencia a la soja se sostiene en el informe que "a partir de la cosecha récord, el cultivo estrella traerá un efecto multiplicador sobre todas aquellas actividades asociadas con el sector agrícola". 

De tal modo es que se apunta a la molienda con mayor cantidad de porotos para la elaboración de aceites y harinas, en tanto que esa cosecha que se viene potenciará rubros como la maquinaria agrícola -que estuvo en constante descenso-, los agroquímicos, los servicios varios y el transporte, todo lo cual tendrá impacto en la demanda hacia el resto de las actividades. Queda claro entonces, que cuando el campo anda bien, todo el resto recibe fuertes beneficios, además del Estado por supuesto.

Debe recordar que 2013 será un año electoral y de un objetivo muy poderoso para el Gobierno, que busca reforzar al máximo su participación en las cámaras legislativas -que ya la tiene, pero apunta a los dos tercios con miras a la reforma constitucional-, para lo cual contará con el invalorable aporte de la soja, que fue en otros tiempos, su enemigo. A punto tal que además del calificativo peyorativo, se trató de reducirla en la siembra por aquello de la preservación de la mesa de los argentinos que se utilizaba como justificativo, advirtiéndose entonces que no iba a alcanzar el trigo, ni el maíz por destinarse casi toda la superficie a la soja. Nada de eso fue así, pero además, fue el propio Gobierno el que luego alentó la ampliación del mundo soja, considerando que fue y sigue siendo su tabla salvadora de las finanzas.

Recordemos que nuestro país es el primer exportador mundial de aceite y harina de soja y el tercero en orden de grano de soja, en este caso detrás de Estados Unidos y Brasil. Si consideramos que en la campaña 2001-2012 la cosecha totalizó 39,9 millones de toneladas, y que ahora para la 2012-2013 se anticipan 54 millones de toneladas, tenemos entonces por una muy simple cuenta la excelente posibilidad que se presenta.

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