Falta de viviendas

Desde siempre, la vivienda ha sido una de las necesidades básicas por cubrir, sin alcanzar el objetivo ya que la expansión demográfica es mayor que la posibilidad de construir unidades habitacionales, algo que se ha intensificado en estos últimos años merced a transformarse Rafaela en una de las ciudades de mayor crecimiento poblacional en la provincia. Aunque son dos años y medio de retraso, recientemente se comenzaron a difundir los resultados del Censo 2010 que da cuenta de muchos de los aspectos puntualizados.

Vayamos primero con la cantidad de habitantes, que esa compulsa de 2010 establece en 92.945 personas residentes en la zona urbana de la ciudad en ese tiempo en que fueron levantados los datos por los censistas, es decir, prácticamente tres años atrás. Ese mismo año el ICeDel del municipio establecía una población de 99.000 habitantes y en la actualidad, considerando la proyección que puede hacerse de los 68.400 habitantes que contaba la ciudad en 1991, es muy probable que la barrera de los 100.000 haya quedado atrás, tal como coinciden todas las estimaciones conocidas.

Planteada la salvedad de posibles deformaciones en el resultado del Censo 2010, como queda expuesto en materia de habitantes y posiblemente también en algunos otros aspectos, ya que se recuerda los problemas que tuvieron en dicha ocasión los censistas, llegando a quedar muchos sitios sin el relevamiento correspondiente, igualmente es la mejor radiografía que puede disponerse, y por otra parte, la única oficial.

Vayamos entonces al tema de las viviendas. En aquel entonces, Rafaela contaba con 29.665 hogares, de los cuales 19.837 residían en viviendas cuya propiedad tanto del inmueble como del terreno les pertenecían, mientras que 6.895 alquilaban la vivienda que ocupaban y 1.724 las ocupaban en carácter de préstamo. Se completaba con 210 ocupantes de casas por razones de trabajo y otros 521 por situaciones diversas, no debidamente especificadas.

Como siempre ocurre con las estadísticas, deben trasladarse estos números a porcentajes, los cuales arrojan como resultado que el 68% de las familias es propietaria del lugar que ocupa, mientras que el 32% restante vive en viviendas que no les pertenece, aunque si tomamos sólo los que pagan alquiler tenemos que asciende al 23% de los hogares.

Otros datos complementarios asentados en el Censo, interesantes por cierto para terminar una descripción más amplia del tema viviendas en la ciudad, daban cuenta que al momento de tomar los datos del mismo, había 344 viviendas en construcción, en tanto que otras 616 unidades se encontraban en venta u ofrecidas para alquiler, del total de 31.719 casas que se contabilizaban en la ciudad.

Queda como primera conclusión que la necesidad de viviendas es muy elevada, y que se extiende por casi todas las franjas sociales, pudiendo constatarse por ejemplo con el alto número de inscriptos que hay para aspirar a una vivienda en el registro municipal, tanto cuando aparece la posibilidad de alguna vivienda dentro de planes sociales, como así también en cualquier otra alternativa como las que han aparecido últimamente, aunque con cantidades pequeñas que, si bien suman y se transforman en solución para los grupos familiares adjudicados, están lejos de poder llegar a ser una solución integral para el futuro. Es que, tal como lo puntualizamos, aunque vayan agregándose viviendas, siempre es mayor el crecimiento de los que aspiran a las mismas, lo cual inevitablemente va haciendo estirar la distancia de manera sostenida.

Otros datos revelados en el Censo, relacionados con la cantidad de viviendas, son aquellos que establecen el equipamiento con el cual cuentan, ya que en el 52% de las viviendas (15.396) se tiene al menos una computadora, en tanto que el 86% (25.676) hay un teléfono celular y en el 67% (19.920) un teléfono fijo. 

Un dato importante para añadir, aunque haya sido conocido a través de la Encuesta que realiza anualmente el ICeDel, es que el 95% de los hogares de la ciudad cuenta con el servicio de agua corriente y el 84% con conexión a la red de cloacas.

En cuanto a las necesidades básicas insatisfechas de los hogares de Rafaela, se produjo un significativo avance en los últimos dos censos realizados, ya que en 2001 había aquí en esas condiciones el 9,3%, mientras que en 2010 se redujo al 5,3%, quedando por lo tanto con esa afectación 1.578 hogares. Para tener un parámetro, digamos que en la provincia esa misma estimación fue de 11,8% y 6,4%, respectivamente.