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Editorial Viernes 17 de Junio de 2011

Expectativas de empleo

Luego de varios trimestres consecutivos en que hubo sostenida expansión en la demanda, en este segundo del año se entró en una situación de amesetamiento, frenándose la creación de puestos de trabajo.

Redacción

Por Redacción

Expectativas de empleo

Después de un bastante extenso ciclo positivo en cuanto a la creación de empleos, iniciado a fines de 2008, ahora se ha ingresado en un amesetamiento, quedando frenadas las expectativas de las empresas en cuanto a aumentar sus plantillas de personal. Dos son las razones que aparecen como generadoras de esta situación, por un lado el cada vez más elevado costo laboral, y por el otro la incertidumbre que crea la inflación, que aunque con vaivenes mensuales, continúa siendo muy alta, considerándose que forma parte de las actuales condiciones económicas en que se desenvuelve el país, ya que las medidas para tratar de contenerla han sido muy tibias y sin la energía que se requiere.

Hasta este segundo trimestre del año las expectativas habían venido creciendo de manera sostenida, realizándose las estimaciones en base a empleadores que prevén una suba de sus contrataciones y restándole el porcentaje de aquellos que esperan una baja en la demanda de empleo. Pero ahora, por las causas ya referidas, parece haberse ingresado en una situación amesetada, es decir, no sube ni baja, lo cual en definitiva y en caso de continuidad en los meses siguientes, significará un retroceso.

Como justificación, desde despachos oficiales, se menciona la realización de paritarias, ya que en momentos de discusiones salariales invariablemente los empleadores son reacios por contratar nuevo personal, al menos hasta que quede superada esa instancia.

Las áreas más optimistas en cuanto a la incorporación de nuevo personal fueron las de minería, construcción, administración pública y educación, en tanto que en el otro extremo, los más pesimistas fueron agricultura, pesca y manufacturas, siendo este último rubro uno de los más afectados por la elevación de los costos laborales.

En el plano comparativo, dentro de la región, Brasil es quien tiene el mejor posicionamiento aún habiendo perdido 3 puntos en el último trimestre, pues conserva +37, en tanto que en el plano mundial la sorpresa fue Estados Unidos al pasar de 6 a 8 por ciento, si bien cabe dejar aclarado que la medición fue anterior a la difusión de datos por parte del gobierno estadounidense, que provocaron fuerte decepción en los mercados.

Más pescado que carne

Consecuencia de las políticas que se han venido aplicando los últimos años en materia ganadera, lo cual originó una muy fuerte caída del stock existente -las estimaciones ubican la pérdida en unos 9 millones de cabezas-, hoy en día las exportaciones de pescado son mayores que las de carne vacuna. Aunque parezca poco creíble es de esa manera, incluso con la Argentina perdiendo constantemente mercados y volumen de ventas ante países vecinos como Brasil, Uruguay e incluso Paraguay, quienes aprovecharon debidamente las desviaciones argentinas para ir ganando terreno y afianzarse como exportadores cárnicos.

Veamos lo ocurrido en el primer cuatrimestre de este año, en el cual se vendieron al exterior 121.000 toneladas de productos de mar contra 90.000 toneladas de productos de carne vacuna. Este simple dato es un fiel indicador de la magnitud que tiene la crisis ganadera, que comenzó allá por 2006, ubicando al sector en una posición muy delicada de la cual aún no pudo emerger, señalando muchos entendidos que la recomposición del stock, diezmado por la liquidación de vientres y la matanza de terneros -era tan costoso criarlos que luego no se recuperaba con la venta-, puede demandar hasta unos 7 años, siempre y cuando se dispongan políticas adecuadas para alcanzar ese objetivo.

Un dato más que confirma lo dicho es que en el pasado mes de abril el nivel de matanza se mantuvo en los niveles mínimos históricos, al punto que desde 1980 a la fecha -es decir más de 31 años- apenas tres veces estuvo por debajo de la marca registrada en el cuarto mes de este año, y la última vez que se habían faenado tan pocos vacunos había sido en 2008 cuando el conflicto con el campo. La faena del cuatrimestre fue de 3,7 millones de cabezas, un 17% más bajo que igual lapso de 2010.

En el presente nuestro país apenas exporta uno de cada diez kilogramos de carne que produce, mientras que en el sector de la pesca la ecuación es exactamente al revés.

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