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Editorial Sábado 4 de Agosto de 2012

Empleo en riesgo

Los contratiempos de la actividad económica impactan de lleno en el mercado laboral, siendo la industria y la construcción los más afectados.

Redacción

Por Redacción

Consecuencia de la desaceleración económica que viene registrándose desde meses atrás, cuyos efectos se han ido agudizando, además,  tanto por la menor demanda desde Brasil como por las restricciones aduaneras que frenaron algunas áreas del sector industrial, ha empezado a advertirse una caída del empleo. En tal sentido, el INDEC reconoció que hubo una baja de actividad de 1,1% en el primer trimestre del año, en tanto que siempre en términos interanuales en el segundo la contracción fue de 3,2%, si bien consultoras privadas estiman porcentajes superiores.

Los dos sectores más afectados fueron la industria y la construcción, justamente los que concentran la mayor cantidad de trabajadores, ocupando el 14,2% la actividad fabril y el 9,4% la construcción, conociéndose además que solamente en este último en los primeros cuatro meses del año se perdieron más de 26 mil puestos de trabajo.

Debe tenerse en cuenta que el mercado laboral es prácticamente el doble de un lustro atrás, consecuencia de las políticas monetarias y fiscales expansivas, como así también los mejores salarios, que en parte permiten amortiguar esta baja de actividad, aunque también se da el hecho de la escasa creación de empleos, la baja de horas extra y la no reposición de empleados que se jubilan o dejan su trabajo, está marcando una gran cautela de parte de los empresarios. Es decir, se vive un momento de transición, estándose al aguardo del desenlace que tendrá la crisis que afecta a gran parte del mundo, por lo cual nadie busca comprometerse en inversiones y suba de las plantillas de personal, habida cuenta de la incertidumbre existente.

Por su parte desde el gobierno, tal como lo hizo en plena crisis de 2008-2009, se ha fijado el objetivo de sostener en la medida de lo posible los puestos laborales, intercediéndose mediante la distribución de los Repro (Programa de Recuperación Productiva), un subsidio que se otorga a empresas en problemas para pagar parte del salario de sus trabajadores, bajo la condición de evitar despidos. Recordamos que en anteriores situaciones de crisis, subsidios de esta clase fueron distribuidos con muy buen resultado, lográndose preservar empleos, incluso siendo Rafaela uno de los lugares receptores.

La de la preservación laboral se trata sin dudas de una problemática central al momento de enfrentar situaciones conflictivas, tal como sucede en este momento, estando directamente ligada con la actividad económica. En líneas generales, todos los análisis están enfrascados en este segundo semestre del año, sobre el momento en que podrá darse el repunte de la actividad.

En lo que sí existe coincidencia prácticamente generalizada, es en que el país ya no volverá a crecer a "tasas chinas" como lo vino haciendo estos años, ya que en este presente y luego de dos semestres sin expansión, se está atravesando lo que puede calificarse como una recesión suave, y que aún no puede hablarse con total certeza sobre las consecuencias, si bien muchos indicadores muestran un mayor deterioro que en la anterior crisis de hace 3 años.

En tal sentido, cabe recordar que 2009 concluyó con un superávit de 1,8% del PBI, lo cual permitió entonces encarar políticas anticíclicas, mientras que este año todo indica que se terminará con un déficit de 1,5% del PBI, lo cual reducirá notablemente la posibilidad de implementar políticas fiscales de estímulo. Pero además, en la anterior ocasión la cuenta corriente había cerrado el año con un resultado positivo de 3,5%, otorgando una buena disponibilidad de dólares, lo que no ocurre ahora, cuando todas las divisas del superávit comercial se destinarán al pago de intereses de los vencimientos de deuda pública y al envío de utilidades.

Claro, que además en esta segunda mitad del año estarán en consideración cuestiones muy puntuales como el intercambio comercial con Brasil, la cosecha y cierre de paritarias que pueden tal vez aportar aspectos positivos, pero en cambio en el otro platillo de la balanza estarán temas como inflación, falta de inversión y el problema energético, que no sólo permanecerán igual sino que pueden empeorar.

Avizorando hacia 2013, con el panorama que ofrece esta segunda parte del año en transcurso, hay muy buenas chances que se mejore, un pronóstico que está siempre atado a circunstancias foráneas.

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