Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Viernes 20 de Febrero de 2015

El mundo del terror

Leer mas ...

REDACCION

Por REDACCION

Las nuevas tensiones que se advierten entre el mundo occidental y determinados sectores del mundo árabe recrearon múltiples escenas de un mundo de terror que aleja a la humanidad de un anhelado estado de paz permanente, a la vez que impulsan una mayor incertidumbre sobre el futuro cercano y alientan perspectivas nada alentadoras. El surgimiento de un califato en territorios de Siria e Irak, en el que reina el sangriento Estado Islámico (EI), implica el renacimiento de un estado bárbaro en el que la vida no vale nada. La decapitación como método para instaurar el terror es moneda corriente en el gobierno del EI, aunque todo empeora considerando que las ejecuciones son filmadas bajo los parámetros de la industria del cine, con la diferencia que las muertes son de verdad. 

La reciente matanza colectiva de 21 cristianos egipcios por parte de los yihadistas en Libia acercó ese universo cruel y sin ley a las puertas de Europa, lo que inquieta cada vez más al mundo occidental. "Hoy estamos al sur de Roma", amenazó uno de los verdugos en un video que dio la vuelta al mundo sembrando miedo en todos lados pero en especial en la vieja Europa, aún conmovida por el atentado a la revista parisina Charlie Hebdo, que costó la vida a doce personas, y más recientemente al ataque perpetrado por un joven de 22 años que atacó a un centro cultural y una sinagoga en Copenagüe. 

Los Estados europeos se esforzaron esta semana por tranquilizar a sus comunidades judías tras los ataques de Copenhague, que dejaron dos muertos haciendo temer un resurgimiento de la violencia antisemita en Europa.

¿Hacia dónde va la humanidad? Es la pregunta del momento a partir de una coyuntura internacional inestable donde a los tradicionales conflictos por motivos geopolíticos (principalmente, recursos naturales) ahora se suman los choques de culturales que se traducen en una inédita violencia que arrastra vidas humanas de todas las edades. Porque no se mata solamente a soldados, sino también a mujeres y niños. 

Así, mientras contados grupos violentos islamistas esparcen el miedo con sus acciones sin límites y se muestran dispuestos a todo, esto es dar la vida por causar daño a quien definen como enemigos, paralelamente nace en el mundo una cierta islamofobia. 

En este sentido, el presidente estadounidense Barack Obama trató de llevar algo de racionalidad ante el aumento de posiciones fundamentalistas al denunciar el jueves la idea divulgada por varias organizaciones terroristas de que Occidente estaría en guerra contra el Islam, calificándola como una "horrible mentira". "Las comunidades musulmanas, incluyendo académicos y clérigos, tienen la responsabilidad de luchar, no solamente contra las erróneas interpretaciones del Islam, sino también en la mentira de que de alguna manera estamos comprometidos en una lucha de civilizaciones", dijo Obama. "La noción de que Occidente está en guerra con el Islam es una horrible mentira, y todos nosotros, sin importar nuestra fe, tenemos la responsabilidad de rechazarla", añadió el mandatario en el último día de una conferencia sobre el extremismo violento a la que acudieron representantes de 60 países.

Al respecto, un libro de reciente aparición denominado "El choque de civilizaciones", de Samuel Phillips Huntington, advierte sobre la reconfiguración del mundo en el siglo XXI, los riesgos y los desequilibrios que derivan en lo que bautizó como "guerras de fractura", que ya no son entre estados sino entre grupos y tribus, como sucede en Asia o Africa. Una de las conclusiones de Huntington es que los pueblos islámicos tienen una mayor dificultad para vivir con los demás pueblos, y son menos capaces de adaptarse a las culturas del mundo externo que las demás civilizaciones internacionales, y es por esto que la mayoría de las guerras de fractura giran alrededor de dicha civilización. Agrega que las guerras de línea de fractura, son guerras locales que surgen del interior de los Estados y refuerzan la identidad cultural e ideológica de las sociedades en conflicto, sobre todo dentro de la cultura islámica.

Lo que no deja de llamar la atención, en relación a la expansión del EI no sólo en los territorios que ocupa entre Siria e Irak sino ahora también en Libia, es la facilidad que tiene para captar o reclutar simpatizantes. "Estados Unidos hará más para ayudar a luchar contra las ideologías del odio. Hoy llamo a sus países a que se unan en esta guerra urgente", dijo Obama el jueves en un llamado a la acción a otras potencias, hoy paralizadas por el pánico que impone el EI.

No son buenos días para la humanidad. El impacto de lo que sucede en la vida real es magnificado por los medios de comunicación tradicionales, como la radio, la TV y los diarios, y los portales informativos en internet así como también las redes sociales. Todo esto hace que el eco de la sangre resuene en todos los rincones de nuestra aldea global.  

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso