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Editorial Miércoles 14 de Noviembre de 2018

El debate sobre Aerolíneas

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REDACCION

Por REDACCION

A pesar de los llamados con mayor o menor sinceridad para que se logre la unión de los argentinos, la grieta no parece detener su crecimiento en un país dividido entre los que fueron y quieren volver a ser y los que actualmente son... gobierno. En este campo de batalla, sin duda, hay víctimas colaterales que suelen ser los mismos de siempre: los ciudadanos de a pie. 

Un nuevo conflicto que se desató en Aerolíneas Argentinas el jueves de la semana pasada, que según los gremios se trató de una retención de tareas y no de un paro, obligó a cancelar casi 260 vuelos en el país con más de 30 mil pasajeros damnificados. Pero no queda claro si la motivación de los sindicatos para decidir esa medida de fuerza, que fue sorpresiva, tiene una motivación que se reduce solamente a reclamos salariales o si en sus pliegues oculta una intencionalidad de carácter político que es desgastar a un gobierno -administrador de la aerolínea de bandera- que de por sí ya está abrumado por la crisis económica. 

Apenas tomó vuelo el conflicto comenzó a discutirse el rol de Aerolíneas aunque el debate se focalizó principalmente en el costo que tiene para el Estado su funcionamiento toda vez que es deficitario, y prácticamente no se tuvo en cuenta la importancia de la empresta estatal en la integración del territorio y en lo que representa para determinadas regiones contar con conexiones aéreas: nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento. 

Ese mismo día donde los pasajeros de Aerolíneas mostraron su impotencia y bronca al mismo tiempo al encontrarse, ya en las distintas terminales aéreas del país, con la imposibilidad de viajar debido a que los vuelos fueron cancelados, se conoció que los subsidios a Aerolíneas Argentinas podrían llegar este año a los US$ 200 millones, un número elevado que se transforma en un obstáculo para la intención oficial de reducir el déficit de las cuentas públicas. A lo largo del año, según trascendió, la cifra ya se ubica en torno a los 185 millones de dólares, un nivel similar al del año anterior y menor a la de períodos anteriores.

En ese escenario, el presidente Mauricio Macri, consideró que no es justo que el 95% de los argentinos que no viajan en avión aporten para cubrir el déficit operativo de Aerolíneas Argentinas. 

A esta altura no es un secreto que la conducción de la mayoría de los gremios aeronáuticos guardan cierta afinidad con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por eso, desde el enfoque del ciudadano común, se cree en mayor medida que la protesta del jueves pasado que desató un caos en media docena de aeropuertos argentinos tiene exclusivamente una razón política. Desde el Gobierno dejaron trascender que algunos pilotos de la compañía cobran por mes cerca de 400 mil pesos (cifras similares a un juez de la Corte Suprema y mucho más que el Presidente de la Nación) y que los empleados de atención al público en los mostradores tienen ingresos que van de 50 mil a 110 mil pesos. Más allá de percibir estos generosos salarios, durante diez horas hicieron retención de tareas causando un perjuicio a la empresa -a todos los argentinos indirectamente- y a los 30 mil pasajeros que no pudieron volar. 

De todos modos, la relación entre Cristina Kirchner y los líderes de los sindicatos del aire o aeronáuticos no siempre fue de cercanía como en la actualidad, donde confluyen intereses comunes ante un proceso electoral en plena cuenta regresiva. Tras un conflicto que en esa oportunidad le había costado 20 millones de dólares al Estado, la ex presidenta había calificado de "cínicos" a los gremios aeronáuticos, los instó a trabajar e incluso reveló los sueldos del personal, tal como se hizo ahora con el gobierno de Cambiemos. Era noviembre de 2011. Además, en esa oportunidad deslizó críticas a Hugo Moyano en momentos que estaba enfrentada, aunque en la actualidad hicieron las paces y trabajan juntos para esmerilar al Gobierno de Cambiemos. 

Para cerrar este Editorial, basta con mencionar un análisis del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) que se difundió el fin de semana en el que compara los subsidios otorgados a Aerolíneas con otra iniciativa que también goza de amplio consenso entre las fuerzas políticas, como es la Asignación Universal por Hijo (AUH). Según datos del Ministerio de Hacienda, entre los años 2008 y 2017, se observa que a precios actuales Aerolíneas recibió del Tesoro nacional $150 mil millones mientras que la inversión en la AUH ascendió a $526 mil millones. Es decir que el Estado gastó en Aerolíneas Argentinas el equivalente a un tercio de lo que invirtió en la Asignación Universal por Hijo. Si no se hubiese hecho cargo de sus desequilibrios, se podría haber aumentado en un 30% el monto de la AUH durante toda la década en la que este programa asistencial vino operando.









 

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