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Editorial Domingo 5 de Abril de 2020

El coronavirus en Italia

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REDACCION

Por REDACCION

Cuando la perspectiva así lo permita, dentro de algún tiempo, se podrá evaluar en forma integral la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, que si bien en su inicio pareció circunscribirse a la esfera sanitaria, a partir de las medidas de prevención adoptadas por los distintos gobiernos para frenar los contagios de coronavirus paralizó buena parte de la economía dando lugar por consiguiente a una dramática situación social y económica. 

La propagación de esta enfermedad aterroriza al mundo entero, a pesar de que sus secuelas están lejos aún del balance que dejó la gripe española en 1918 con 50 millones de muertos. Actualmente se registran casi 1,2 millones de infectados en tanto que las víctimas fatales superan las 64 mil, lejos aún de las estadísticas negras que reflejan la pandemia de hace poco más de un siglo. 

El pánico y la angustia de estos días obedece en gran medida a la resonancia que esta crisis sanitaria adquiere en la sociedad de la información, con medios tradicionales y redes sociales amplificando el conteo de muertos y contagiados. Y a situaciones particulares, como el drama que atraviesa Italia, el país más golpeado por la enfermedad. Al respecto, un reporte del Instituto de Desarrollo Social Argentino analizó los registros de lo que sucede en la península itálica, que ya superaron a China, país donde se originó la enfermedad, tanto en número de casos reportados de coronavirus como en víctimas fatales. Sin duda que esto genera una enorme zozobra en el resto de los países que esperan un recrudecimiento del brote.

Así, estas estadísticas son acompañadas por la viralización de imágenes en fotos y videos de la zona más neurálgica de Italia con sarcófagos acumulados esperando ser cremados y camiones militares en fila india transportando los muertos del coronavirus. Mostrado de esta manera, la pandemia aparece como que se está ante una guerra. ¿Qué es lo que objetivamente está padeciendo Italia? se pregunta la consultora. Si bien la dinámica de la infección todavía se mantiene viva y los pronósticos no son fáciles de hacer, observando las estadísticas vitales de Italia se puede dimensionar el fenómeno. Según datos oficiales del Instituto de Estadísticas de Italia se observa que en el 2019 la población total de ese país era de unos 60 millones de habitantes, que los nacimientos anuales fueron unos 436 mil y que las muertes anuales ascendieron a aproximadamente 650 mil.

Esta fotografía estadística dejan en evidencia que Italia es un país muy envejecido. La población, antes de la aparición del coronavirus, venía decreciendo por tener más muertes que nacimientos. Evaluado en perspectiva, la cantidad de fallecidos con coronavirus representa una proporción menor de las muertes que cada año suceden, subraya Idesa. Suponiendo que se mantiene la mortalidad observada en estos dos meses de coronavirus, en el 2020 difícilmente la gente que muera con coronavirus supere el 10% del total de los fallecimientos.

Un aporte adicional muy relevante para el entendimiento del fenómeno lo brinda un estudio publicado en la revista Jama (una prestigiosa publicación internacional de medicina) realizado por 3 médicos italianos que están en el centro de la pandemia. Sobre 355 casos de muertos con coronavirus en Italia estudiados en profundidad, surge que la edad promedio es de 80 años, con una fuerte concentración entre 72 y 88 años. El 25% tenía una enfermedad crónica pre-existente cuando contrajo el coronavirus, otro 25% tenía 2 enfermedades pre-existentes y el 50% tenía 3 o más enfermedades. Sólo 3 casos eran ancianos sin enfermedades pre-existentes. Este es otro indicio de que muchas de las muertes que se están produciendo en Italia hubiesen ocurrido igual, sin la presencia del coronavirus. Lo que el coronavirus habría provocado es hacerlos morir en terapia intensiva, cuando sin coronavirus hubieran tenido una muerte menos traumática consigna el reporte.

Desde este enfoque a partir de estas evidencias, ligar la expansión del coronavirus al conteo de muertos induce a una evaluación poco objetiva. En toda población hay muertos, todos los días, por diferentes motivos. Por las características demográficas de Italia muchas personas fallecieron con coronavirus porque estaban en el final de su ciclo de vida. Posiblemente en poblaciones jóvenes sumergidas en la pobreza, como hay en Argentina, los impactos del coronavirus sean similares, pero estas evidencias todavía no se conocen. En cualquier caso, el sensacionalismo de mostrar féretros genera pánico que no ayuda a atacar el problema, plantea el informe de la consultora. 

Finalmente, sostiene que las imágenes de Italia promocionan la idea de que el confinamiento es la única salida cuando, en realidad, es una acción de emergencia con enormes costos sociales. El miedo ha producido un gran desbalance entre el aplauso a profesionales de la salud –que todavía atienden a una cantidad marginal de enfermos de coronavirus en Argentina– y la indiferencia por la angustia de millones de argentinos que ya están sufriendo las consecuencias del confinamiento por haber perdido sus ingresos.


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