Por REDACCION
En tiempos de altas temperaturas habrá que buscar el equilibrio en el uso de los aires acondicionados y el precio que tendrá la energía en la Provincia de Santa Fe. También no habrá que dejar ni el televisor ni las lámparas encendidas inútilmente porque sino la factura por el servicio será más costosa. Es que con motivo de la finalización del Programa de Convergencia Tarifaria suscripto entre las Provincias y Nación, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) de Santa Fe aumentará la tarifa en un 27 por ciento promedio respecto del cuadro tarifario actual que rige desde el año 2013.
Santa Fe no es la única provincia que actualizará el precio de la energía que le vende a los ciudadanos y empresas. Y si bien se trata de un golpe al bolsillo que nadie quiere sufrir, en un país donde la inflación es un problema medular es una medida comprensible.
La Municipalidad de Rafaela actualizará la Tasa General a partir de enero en casi 30 por ciento, porcentaje similar a lo que se maneja en Rosario y Buenos Aires. Es que la inflación no es relato, es real y se entiende que los gobiernos de distintos niveles padecen lo mismo que los vecinos cuando van a comprar al supermercado, a la tienda o a cargar nafta.
Las consultoras privadas insisten en que el incremento del costo de vida del 2014 terminará en un 40 por ciento. ¿Saben cuál era el precio de un pan de manteca de 200 grs. de primera marca a comienzos del año? Unos 10 pesos y ahora en la góndola cuesta 16. La cuenta es fácil: 60% de aumento. Si bien no se puede traspolar al resto de los productos o servicios, es una muestra contundente de cómo se comportan los precios.
Según informó la EPE, los vencimientos de las facturas con la recomposición tarifaria operarán con las boletas que venzan desde marzo de 2015. "Los recursos obtenidos permitirán continuar el importante plan de obras en 2015, necesario para prestar el servicio eléctrico y atender el sostenido crecimiento de la demanda. El congelamiento de tarifas se mantuvo por 18 meses, a pesar del persistente proceso inflacionario vigente en el país, de fuerte impacto sobre la economía", se defendió la distribuidora estatal en un comunicado. En este sentido, destacó que "durante el transcurso del presente ejercicio la EPE abrió más de 240 licitaciones por un valor superior a los $ 1.000 millones".
Sin embargo, la discusión que las entidades defensoras de los derechos de usuarios afirman que, como empresa pública, debería realizar audiencias públicas en las que informe todo: cantidad de empleados, en qué invirtió, cómo mejoró el servicio, la política de control para evitar enganchados, y si gana o pierde dinero entre otros factores.
Y si la Provincia tiene a la inflación como fundamento para actualizar sus tarifas, los usuarios también tienen derecho a saber de la "a la z" la situación de la empresa que es de todos. Es decir, todos tienen razón.
El Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de la Fundación Rosario puntualizó que "en un contexto inflacionario y de costos crecientes, resulta razonable actualizar los valores tarifarios en un sector que viene de significativos atrasos y que hoy atraviesa una crisis por la falta de inversión. Pero también, es importante que se efectúen obras de infraestructura para lograr que el sistema energético preste un servicio adecuado" dice el CISE.
Al repasar números de la compañía, señala que para el período 2003 - 2013 (último año de ejecución disponible), los gastos de capital alcanzaron una participación promedio dentro del total de gastos del 7,8%, las erogaciones corrientes registraron una representación media del 92,2% en el total de egresos en el período mencionado. Afirma que dentro de los gastos, creció de modo sustancial la partida remuneraciones, que en diez años aumentó su participación en nueve puntos porcentuales, ya que pasaron del 25% al 34%.
Como hecho positivo, apunta el CISE, la baja participación de las erogaciones de capital parece revertirse a partir de 2014, ya que de acuerdo a los datos del Presupuesto de este año, la misma ascendió al 14%, duplicándose respecto al ejecutado de 2013, en tanto que la participación del rubro gastos corrientes se redujo al 86%. Agrega que en esta misma línea, de acuerdo al Proyecto de Presupuesto 2015, la participación de los gastos de capital treparía al 20% mientras que la de los corrientes bajaría al 80%.
Por eso concluye que "la mayor relevancia que de acuerdo a los últimos dos presupuestos se le estaría asignando a la inversión en obra pública, si se cumple, beneficiaría a los usuarios con un mejor servicio".
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