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Editorial Martes 31 de Agosto de 2021

Efectos de la Moderna

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REDACCION

Por REDACCION

La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés) advirtió que existe un mayor riesgo de miocarditis y pericarditis en las personas que reciben la vacuna de Moderna contra el Covid-19, sobre todo en los hombres menores de 40 años, y mayor aún entre el grupo de edad entre los 18 a 24 años. La publicación del informe se da luego de que varios expertos alertaron sobre esta condición médica en junio.

En una actualización del prospecto realizada ayer, la FDA sostiene que "los datos posteriores a la comercialización demuestran un aumento del riesgo de miocarditis y pericarditis, especialmente en los siete días siguientes a la segunda dosis.

En algunos casos requirieron apoyo de cuidados intensivos y los datos disponibles del seguimiento a corto plazo sugieren que la mayoría de las personas han tenido una resolución de los síntomas con un tratamiento conservador, pero aún no se dispone de información sobre las posibles secuelas a largo plazo.

Recientemente se publicaron consideraciones relacionadas con la miocarditis y la pericarditis después de la vacunación, según informó la FDA.

Antes de esta actualización, el organismo sostenía que "en algunas personas que recibieron la vacuna Moderna se produjeron miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación del revestimiento exterior del corazón). En la mayoría de estas personas, los síntomas comenzaron a los pocos días de recibir la segunda dosis. La probabilidad de que esto ocurra es muy baja, pero se recomienda buscar atención médica de inmediato ante cualquiera de estos síntomas: dolor en el pecho, dificultad para respirar, sensación de tener el corazón acelerado, aleteando o palpitando".

La diferencia radica en que luego de algunos meses de estudios clínicos de personas que recibieron las dos dosis del inoculante de Moderna se pueden sacar nuevas conclusiones sobre el alcance de los efectos secundarios.

La miocarditis es una inflamación de la capa media de la pared del corazón que puede afectar el músculo cardíaco y el sistema eléctrico del corazón, lo que reduce la capacidad de bombear y eventualmente producir ritmos cardíacos rápidos o anormales (arritmias).

Mientras que la pericarditis es una inflamación y también irritación de la delgada membrana que rodea al corazón (pericardio). La misma, a menudo causa un dolor agudo en el pecho, aunque no se descartan otros síntomas. El dolor de pecho se produce cuando las capas irritadas del pericardio se frotan entre sí.

En el pasado mes de junio, un grupo de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos había adelantado una probable asociación entre determinadas afecciones inflamatorias cardíacas en adolescentes y adultos jóvenes y la segunda inyección de la vacuna contra la Covid-19, pero destacó que "raramente sucede".

No obstante, se constataron en Estados Unidos algunos casos de miocarditis y de pericarditis, pero se asegura que la presentación clínica de los casos de miocarditis después de la vacunación fue distinta, ocurriendo con mayor frecuencia dentro de la semana posterior a la segunda dosis, con dolor en el pecho como la presentación más común.

Los especialistas señalaron que se reportaron 267 casos de miocarditis o pericarditis entre menores de 30 años después de recibir la primera dosis y 827 casos reportados luego de la segunda.

Sin embargo, agrega el informe, la mayoría de los investigadores coinciden que no es preocupante la relación entre la miocarditis y otras vacunas que se aplican contra el Covid-19.

La mayoría de los pacientes que debieron ser internados, fueron dados de alta dentro de los siguientes cuatro días de haber recibido la segunda dosis, siendo la mayoría de los casos notificados de hombres entre 16 y 30 años.

Los efectos secundarios, se estima, podrían ser parte de la aparición normal de la inflamación. A menos que se realice un control exhaustivo comparando los datos de la población vacunada con los de la población normal, no será posible demostrar que existe una conexión entre la vacuna y la miocarditis.

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