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Editorial Jueves 8 de Septiembre de 2011

EE.UU. estancado

En agosto la creación de empleos en Estados Unidos fue cero, interpretándose como una señal del estancamiento que tiene su actividad económica.

Redacción

Por Redacción

La economía de los Estados Unidos no reacciona, y de tal modo la mayor potencia mundial, continúa sufriendo consecuencias que le eran prácticamente inéditas en la época contemporánea. Un indicador más que elocuente se tuvo en el pasado mes de agosto, ocasión en que no se generaron nuevos empleos, señal muy clara respecto al estancamiento en que se encuentra el conjunto de la actividad.

Ya en los meses anteriores la creación de empleos había sido menor a la esperada, lo cual era negativo pero tolerable, en tanto lo sucedido en agosto es directamente una contundente muestra de que las cosas no están funcionando en la mayor economía del mundo, y que las consecuencias que pueden llegar a experimentarse por esta situación, se extenderán muchísimo más allá de las propias fronteras estadounidenses, pudiendo llegar a impactar en gran parte del mundo, especialmente en todos aquellos lugares que tienen directa relación comercial y financiera con los Estados Unidos, que en realidad son mayoría. Es que, de alguna manera, poco más poco menos, casi todos tienen que ver con lo que sucede en el país del norte.

En tiempos pasados se decía que "cuando Estados Unidos estornuda se resfría gran parte del mundo", constituyendo una frase muy descriptiva y gráfica como interpretación de la realidad. Hoy sigue teniendo vigencia, ya que una debacle en la economía estadounidense producirá una fuerte conmoción en los países de alto desarrollo de modo especial, y seguramente también en todo el resto, incluso en aquellos que por sus características poco tienen que ver con Estados Unidos. El mundo se verá afectado, es una aseveración breve y muy simple, pero acertada para resumir lo que se viene en caso de poder levantar cabeza la economía de la mayor potencia mundial. 

La tasa de desempleo en agosto no se movió y continuó en 9.1%, ocurriendo esto por primera vez en los últimos 11 meses, desde septiembre de 2010, lo cual constituye una pésima señal y seguramente anticipo de tiempos convulsionados, incluso más que los recientes por la crisis de la "burbuja inmobiliaria", ya que los recursos son cada vez más escasos, y ya en la última ocasión -muy reciente- el presidente Barack Obama debió hacer concesiones y un gran esfuerzo, que incluyó un llamado a la gente para que presione a los legisladores, con el objetivo de conseguir una ampliación de 900.000 millones de dólares para inyectar a la actividad económica y afrontar gastos del Estado, que de todos modos fueron reducidos. Los resultados a la vista, no son los esperados, por lo cual quedan pocas puertas por golpear frente a un nuevo tembladeral financiero, como aparente están preanunciando estos índices negativos en cuanto a la generación de empleos.

Esta perspectiva económica endeble, que puede ser mucho peor en un corto plazo, sorprende para peor de males a los dos partidos tradicionales de los Estados Unidos enfrascados en una disputa muy fuerte. Los republicanos denominan al presidente Barack Obama como el "Presidente Cero", ya que ninguna de sus medidas y planes logra funcionar como para obtener algún índice positivo, habiendo anticipado que no autorizarán nuevos endeudamientos, que ya adquieren características excepcionales.

En julio los empleos, aún no contemplando lo esperado que estaba por sobre los cien mil, alcanzaron una generación de 85.000 nuevos, pero y aún aceptándose una declinación, en agosto se confiaba en que llegarían a a 60.000, pero estuvieron en cero, aunque desde el gobierno rápidamente se salió a tratar de poner paños fríos a esas cifras que fueron difundidas por su propio Departamento de Trabajo, recordando que al momento de la medición había 45.000 trabajadores de la compañía Verizon en huelga, no siendo contabilizados.

Los economistas estadounidenses culpan por la situación de debilitamiento de la demanda de bienes y servicios, como así también a la cada vez mayor incertidumbre que existe sobre el direccionamiento de la economía, sosteniendo además que el empantanamiento de la Casa Blanca es lo que está paralizando la generación de nuevos trabajos.

En rigor de verdad, algo como se ha sostenido aquí en reiteradas ocasiones, con distintos gobiernos, señalándose a la falta de confianza como una de las razones esenciales por la falta de decisión de los empleadores en tomar nuevo personal.

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