Por REDACCION
La incertidumbre continuará como una variable de peso en la economía global a lo largo del 2023, donde las proyecciones de organismos internacionales, bancos de inversión y consultoras privadas anticipan una desaceleración de la actividad, con el impacto que significa principalmente para los países con más debilidades que fortalezas, como el caso de la Argentina.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, pronosticó el domingo en Washington que un tercio de la economía mundial se verá afectada por la recesión durante 2023 y advirtió que para todos los países este año será duro, en especial para los países con elevados niveles de deuda. Argentina aparece en uno de los primeros lugares de esa lista teniendo en cuenta las dificultades que tiene para cumplir con los pagos al FMI y otros organismos, y el crecimiento vertiginoso de la deuda en pesos en el mercado interno.
En un reportaje concedido a la cadena CBS de los Estados Unidos, Georgieva sostuvo que China, por primera vez en 40 años, crecerá a la par o por debajo del crecimiento de la economía mundial, como consecuencia de su política sanitaria contra el Covid-19. La responsable del FMI enfatizó que los Estados Unidos, la Unión Europea y China se están desacelerando simultáneamente y esperamos que un tercio de la economía mundial esté en recesión. Para la funcionaria, durante los próximos meses sería difícil para China debido a las severas restricciones sanitarias y el impacto en el crecimiento global sería negativo.
En este punto, consideró que la mitad de la Unión Europea estará en recesión ya este año. Los Estados Unidos son más resilientes, podrían evitar la recesión. La economía estadounidense es notablemente resistente y es probable que escape de lo peor de la recesión, gracias en parte a su sólido mercado laboral. En cambio, China está desacelerándose y el año próximo podría entrar en recesión y crecer menos que la media mundial. Eso nunca ha pasado antes y significa que podría arrastrar la actividad económica mundial en lugar de impulsarla. Justo ahora que China es el principal destino de las exportaciones argentinas.
La funcionaria del FMI afirmó que este ambiente también afectará a los países en desarrollo y a los países emergentes porque la suba de la tasa de interés en los Estados Unidos y la apreciación del dólar afectará a sus exportaciones, a la vez que advirtió que esta recesión será devastadora para los países altamente endeudados. El FMI recortó sus proyecciones de crecimiento, en octubre pasado, cuando actualizó su informe de Perspectivas Económicas Mundiales para 2023. Ahora se estima que el FMI vuelva a recortar sus pronósticos durante este mes durante el Foro Económico Mundial que se desarrollará a fin de mes en la ciudad suiza de Davos.
Mientras tanto, los países en desarrollo harán frente a una desastrosa crisis de deuda cuando la inflación galopante, la desaceleración del crecimiento, las tasas de interés al alza y un dólar cada vez más fuerte sean la combinación perfecta que podría desencadenar una oleada de complicados incumplimientos de pago y provocar dificultades económicas para las poblaciones más vulnerables del mundo.
De acuerdo a un artículo del New York Times, los países pobres les deben hasta 200.000 millones de dólares a los países ricos, a bancos multilaterales de desarrollo y a grupos de acreedores privados. Las tasas de interés al alza han aumentado el valor del dólar y dificultan el pago de préstamos para los prestatarios extranjeros con deuda en dólares.
El incumplimiento de pago de una enorme cantidad de préstamos elevaría todavía más los costos de endeudamiento para los países vulnerables y podría generar crisis financieras cuando ya casi 100 millones de personas se han sumido en la pobreza este año por los efectos combinados de la pandemia, la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania.
Como se observa, las miradas de lo que podría ocurrir en este 2023 están dominadas por un tono gris cercano al pesimismo.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.