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Editorial Jueves 17 de Julio de 2014

Dólares fugados

Según el INDEC, al 31 de diciembre de 2013 los dólares en manos de argentinos que están fuera del circuito financiero alcanzan a 183.753 millones. Hoy deben ser muchos más.

REDACCION

Por REDACCION

La fuga de capitales de un país es esencialmente una muestra de desconfianza, la cual en la Argentina existe desde hace varias décadas pero habiéndose intensificado en los últimos 10 años, teniendo orígenes políticos o económicos, o bien una combinación de ambos a la vez. Un dato clave para la agudización del escape de capitales hacia otros destinos considerados más seguros, fue lo sucedido durante la crisis de 2001 cuando fueron confiscados los depósitos en dólares, e incluso existieron limitaciones para el retiro de los ahorros en pesos.

Aun cuando tan drásticas medidas no volvieron a reiterarse, otras de parecidas características como el cepo impuesto a la moneda extranjera hicieron que la desconfianza en lugar de disiparse se acrecentara, más aun cuando el sistema financiero dejó de ofrecer síntomas de confianza, viendo por ejemplo la drástica caída de las reservas del Banco Central y los desequilibrios de las cuentas públicas.

Es por esas razones que, al momento los argentinos guardan en el colchón, o bien en cuentas en el exterior, nada menos que 183.753 millones de dólares, la divisa que ha continuado siendo la preferida para resguardarse del deterioro de la inflación y la permanente baja del valor de nuestra propia moneda.

Esta impresionante cifra de dinero de los argentinos que está fuera del sistema financiero nacional, no es un dato antojadizo sino propio del INDEC, contabilizando hasta el 31 de diciembre de 2013, razón por la cual puede decirse sin temor a equívocos que esa cantidad debe haberse incrementado considerablemente durante este medio año de 2014 habida cuenta del acentuamiento de los problemas financieros, que además de la escasez de dólares y la acelerada emisión monetaria, tuvieron en los fondos buitre algo así como la frutilla del postre para terminar de generar una situación realmente complicada. Tanto ahora como aún más en el futuro, ya que el próximo gobierno y los siguientes se encontrarán con el compromiso de pagar no sólo deudas sino intereses muy altos.

Para medir la verdadera magnitud de la cifra referida por el INDEC, digamos que es el 38% del PBI y unas seis veces las reservas del Banco Central, recordándose que una década atrás, en 2003 cuando asumió la administración kirchnerista, el dinero fuera del sistema ascendía a 93.000 millones de dólares, razón por la cual durante esta década ganada -tal como se la menciona desde ámbitos oficialistas, aunque cada vez con menor convicción- el dinero que se fue al extranjero o directamente desapareció del circuito financiero sumó 85.000 millones de dólares, incluso con una tendencia muy creciente desde 2008 en adelante pues en los primeros 5 años la fuga había sido baja. Todo comenzó a dispararse luego de desatarse el conflicto entre el gobierno y el campo, acrecentándose la desconfianza de los ahorristas, que optaron por pasarse a divisas extranjeras, preferentemente el dólar, en lugar de mantenerse con la moneda nacional.

Incluso, desde octubre de 2011 cuando comenzaron las medidas restrictivas sobre el dólar, que fueron acrecentándose muy rígidamente con posterioridad, el escape del circuito financiero fue de 26.000 millones, constituyendo un drenaje muy fuerte del ahorro nacional, financiándose  con las divisas ingresadas al país por los excedentes del comercio exterior.

Este informe oficial llamado "Posición de inversión internacional", en su inicio sostiene que la Argentina es un país acreedor en lugar de deudor, porque entre las reservas del Central y los activos de argentinos en el exterior, existe una diferencia de 49.000 millones de dólares. En realidad, una metodología del engaño, tratando de mostrar una realidad que no existe, pues el INDEC contabiliza los dólares en manos privadas como si integraran el activo nacional, lo cual no es de esa manera. Es que en realidad, haciendo bien las cuentas, nuestro país tiene en la actualidad una deuda de 250.000 millones de dólares, a la cual se llegó pese a la política de desendeudamiento que se viene aplicando desde hace varios años, iniciada cuando el entoncespresidente Kirchner resolvió saldar la deuda de 9.700 millones de dólares con el FMI.

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