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Editorial Miércoles 9 de Octubre de 2013

¿Desendeudamiento?

La deuda pública que era de 130.000 millones de dólares cuando en 2005 se produjo su reestructuración, ahora es de 240.000 millones.

REDACCION

Por REDACCION

La política de desendeudamiento tantas veces ensalzada y proclamada por el gobierno nacional, en realidad no es tal, ya que aún habiéndose pagado a los acreedores desde 2005 en adelante 173.000 millones de dólares -tal como lo afirmó días atrás la presidenta Cristina Fernández-, lo que en realidad sucedió es que se cambió de acreedores, e incluso, el monto de lo adeudado continuó incrementándose en lugar de reducirse. Es que hasta el año aludido, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner produjo una reestructuración de la deuda pública los acreedores eran organismos financieros internacionales de diversas características, en tanto que ahora esas acreencias las tienen el Banco Central, la ANSeS, el Banco Nación y algunos otros organismos públicos de los cuales el gobierno retiró fondos y los reemplazó por letras y títulos.

En 2005 y después de reestructurada el monto de la deuda quedó en 130.000 millones de dólares, habiendo aumentado desde entonces y a pesar de los los pagos efectuados, en otros 110.000 millones, con lo cual tenemos entonces al momento un monto adeudado de 240.000 millones. 

No obstante el gobierno, tal como lo hace con tantos otros temas que se han convertido en motivo de fuertes polémicas, habla de desendeudamiento destacando que el monto total se achicó con relación al tamaño del PBI, lo cual induce al equívoco -tal como lo analiza el economista Ismael Bermúdez- sosteniendo que "la deuda es un pasivo financiero cierto y el cálculo del PBI en cambio es una cifra contable cuya magnitud depende del valor del dólar", sosteniendo de tal modo que existe desendeudamiento porque no considera la deuda contraída con los organismos públicos mencionados, lo cual termina conformando una situación de alto riesgo ya que implícitamente el gobierno está admitiendo el vaciamiento formal de los organismos de los cuales tomó los recursos y los reemplazó por simples papeles de los cuales se deberán hacer cargo futuros gobiernos, ya que la mayoría de los mismos son a muy largo plazo, cuando en realidad -en el caso de los jubilados por ejemplo- la necesidad de esos fondos puede ser bastante inmediata. Es que, por un lado se desechó la posibilidad del 82% móvil, pero además se vienen demorando el casi medio millón de juicios iniciados por pasivos que perciben haberes mucho menores a los que en realidad les corresponde.

El Estado reconoce 197.463 millones de dólares de deuda, de cuyo total 6.108 millones corresponden a la deuda con el Club de París, de la que no se amortiza capital ni se pagan intereses desde 2002 lo cual provocó una acumulación adicional de 4.000 millones de dólares. A eso deben añadirse los 1.330 millones actualmente en litigio en la Justicia estadounidense reclamados por los denominados "fondos buitre", aunque en realidad eso es apenas una pequeña parte que posee este sector en títulos y bonos que no ingresaron al canje en las dos oportunidades anteriores, sumando 11.481 millones de dólares. Todo ello, de acuerdo con los datos oficiales difundidos por el Ministerio de Economía al mes de diciembre de 2012.

De tal modo, la deuda actual ronda los 240.000 millones, monto que obliga al pago de intereses tanto en pesos como dólares por un monto oscilante en los 10.000 millones de esa divisa en forma anual. Pero eso no es todo, ya que la deuda viene creciendo a razón de unos 15.000 millones por año, ya que una parte de esa deuda devenga intereses que al no ser abonados se van capitalizando.

Esta es en realidad la situación existente con la deuda pública, con la cual se encontrará el gobierno que suceda al actual, quedando muy lejos del tantas veces proclamado desendeudamiento, que se había puesto en marcha cuando se pagaron íntegramente los 9.900 millones de dólares que se debían al FMI. Los vaivenes, desde entonces, determinaron que en 2005 el monto estuvieron en 129.000 millones, subiendo a 137 mil en 2006, 145 mil en 2007, 146 mil en 2008, 147 mil en 2009, saltando a 164 mil millones en 2010 cuando se realizó el segundo canje, para elevarse a 179 mil en 2011 y los ya consignados 197 mil millones de fines de 2012. 

Puede advertirse que en los últimos años la deuda fue creciendo con mucho mayor ritmo, previéndose que así habrá de mantenerse y que posiblemente a fines de 2014 se hayan superado los 250.000 millones de dólares.

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