Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Martes 12 de Junio de 2012

Desafío brasileño

El casi inexistente 0,2% de crecimiento en el primer trimestre llevó a adoptar medidas contundentes para reactivar.

Redacción

Por Redacción

Nuestro vecino y socio mayor del Mercosur, Brasil, cuya economía se ha convertido en traccionadora de la región y además habiendo alcanzado poco tiempo atrás el sexto lugar en el mundo de acuerdo a su volumen, no está pasando por su mejor momento ya que los datos estadísticos más recientes muestran una pronunciada desaceleración, al extremo de caer a la mitad del nivel de expansión que se había previsto a comienzos de año. Es que en el primer trimestre de 2012 el crecimiento fue apenas 0,2% del PBI, según lo acaba de divulgar el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, provocando gran preocupación en la presidenta Dilma Rousseff y su equipo de gobierno.

Es que ahora, con esta realidad, las estimaciones que se hacen para todo el año establecen un crecimiento de un módico 2,7% que se encuentra prácticamente en la mitad de los cálculos que se había difundido en el pasado enero, e incluso con la perspectiva de tener que promover medidas de incentivo que permitan quebrar el enfriamiento, ya que de lo contrario tampoco se podría alcanzar esa cifra.

Aún cuando no es grave, la situación que afronta la economía de Brasil es complicada y preocupante, requiriendo de inversiones urgentes para provocar la reactivación, justamente a lo cual se abocó todo el equipo de gobierno, apuntando especialmente a un plan de obras públicas, con lo cual se estimularía la construcción y la industria, dos áreas con mucho poder movilizador sobre todo el conjunto, lo cual podría dar una respuesta en muy corto plazo, incluso en algunos rubros en forma casi inmediata.

Las precisas instrucciones de la presidenta Rousseff, están dirigidas a la rápida recuperación tanto del mercado del trabajo como del consumo, apuntando por lo tanto al adelantamiento de todas las obras públicas que estaban previstas para ejecutar durante el presente año, con lo cual haría exactamente lo contrario de los países europeos, que afectados por la crisis optaron por el ajuste en lugar del crecimiento.

De manera especial Brasil buscará recuperar su crecimiento económico, para afianzar toda su perspectiva hacia un acontecimiento mundial como será en 2014 el Campeonato Mundial de Fútbol, ya que sería una frustración pasar por situaciones recesivas en esta etapa previa, ya que las mismas siempre dejan secuelas que luego demandan años para superar, de manera especial en los aspectos sociales.

En un mensaje pronunciado hace unos días, la presidenta Rousseff sostuvo que "sistemáticamente tomaremos las medidas para incrementar la inversión pública, para estimular la inversión privada y el consumo de los hogares. Tenemos un arsenal de medidas que deben adoptarse en caso necesario. No vamos a permitir la destrucción de cualquiera de nuestras conquistas sociales, ambientales y económicas". 

El desafío que tiene Brasil por delante es muy grande y demandará muchísimo esfuerzo, ya que ese insignificante 0,2% del primer trimestre resultó una advertencia que no pasó desapercibida, disponiéndose todas las medidas para revertirlo lo más rápidamente posible, ya que la amenaza de estancamiento se la vio rondando muy cerca. Y luego, con la instalación de un escenario de esas características, todo se hace más difícil de superar. Esa fue al menos la idea que se dejó trascender, logrando además un fuerte respaldo de los brasileños, que avalan con muy elevado porcentaje la gestión de Rousseff.

Existe mucha confianza e incluso el respaldo de algunos datos que se han ido anticipando, que en el segundo trimestre que culminará a fines del presente mes de junio, la situación complicada comenzará a dejarse atrás, ya que desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos se informó que la producción viene creciendo a razón de 7,6%, en tanto que las ventas del comercio minorista se expandieron 11,5%, lo cual estaría marcando claramente un cambio de tendencia.

Otro aspecto que se destaca, y es considerado central para obtener buenos resultados de las medidas reactivadoras, especialmente en lo que hace a la inversión del sector privado, es que la inflación registrada en el mes de mayo fue de 0,36% y anualizada se espera que alcance a 5%, por lo cual estará más bajo que el 6,5% de todo el año 2011. Eso permite tener una política monetaria flexible, redundando en reducción de la tasa de interés y el aumento del crédito, dos factores centrales para toda política de reactivación.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso