Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Viernes 3 de Agosto de 2012

Déficit y deuda

El pago de servicios de la deuda y la expansión del gasto 7 puntos por sobre el ingreso, provocará que este año la balanza fiscal cierre con fuerte rojo.

Redacción

Por Redacción

Todo indica que este año las cuentas públicas tendrán un déficit que se ubicará cercano a los 60.000 millones de pesos, algo así como un 75% más en 2011, lo cual será consecuencia del pago de los intereses de la deuda pública. De todos modos, ese rojo de la balanza fiscal podría ser todavía mayor en caso de no recurrir a 20.000 millones de la ANSeS y las ganancias contables del Banco Central, en cuyo caso el déficit estaría trepando a los 80.000 millones.

Como en el Presupuesto de este año está estimado un superávit de 4.200 millones, ahí puede entonces advertirse el enorme desfasaje de las cuentas públicas, aún con el maquillaje mencionado. Es que a los importantes pagos de intereses de deuda se suma la baja de los ingresos, consecuencia de la desaceleración que viene teniendo la economía en los últimos meses, lo cual motivó que apenas alcance a equilibrarse con la inflación real, mientras que en 2011 estaba muy por encima de la misma. Al cabo del primer semestre se recaudaron 317.636 millones, lo cual supone un 25% más que en igual lapso del año anterior, alcanzándose a equiparar la inflación.

Por causas bastante similares, que también incluyen en ambos casos la mayor expansión de los gastos que los ingresos, las Provincias estarán en serios problemas para cerrar el año, con un déficit conjunto que se estima en los 35.000 millones de pesos. Muchos de estos problemas ya surgieron a la luz, pues la condición financiera de algunos distritos -casos precisos de Buenos Aires y Santa Cruz, que son los que mayores conflictos tuvieron- es realmente deficitaria.

Justamente sobre este tema, la presidenta Cristina Fernández responsabilizó a los gobernadores e intendentes en general a ser buenos administradores de los escasos recursos que se cuentan, y agudizar el ingenio para desenvolverse en medio de situaciones conflictivas como la actual desde el punto de visto financiero. Aunque sin dar nombres propios, que ni falta hizo, estaba apuntando hacia el bonaerense Daniel Scioli, con quien hubo un tembladeral político, aunque finalmente solucionado con el desvío de 600 millones de la ANSeS que sirvieron para completar el pago del medio aguinaldo, y así apaciguar un reclamo que, no sólo afectaba al Gobernador, sino aún en mayor medida a la propia Presidenta.

En realidad, con esta descripción de la situación tanto de la Nación como de las Provincias, no se advierte claramente en cuál de los niveles es más pronunciado el desmanejo, pues los recursos provinciales han ido reduciéndose en estos últimos años en beneficio de la voraz caja recaudadora de la nación. Y sin embargo, ambos están en parecidos problemas por la falta de recursos.

A fines de junio las provincias habían recibido 79.136 millones por coparticipación, un 22,9% más que en 2011, pero que no alcanza para compensar el alza inflacionaria, y además, los aumentos salariales de los empleados públicos provinciales.

Y aún con esta perspectiva, generada por el exceso de gastos pero mucho más por el pago de intereses de la deuda, esta en lugar de reducirse continúa abultándose. Es que a diciembre pasado el endeudamiento público era de 178.863 millones de dólares, es decir, 14.633 millones más que en diciembre de 2010. La deuda pública se asemeja a un barril sin fondo, pues a pesar de pagarse en forma constante, lo que se debe es cada vez mayor.

De acuerdo con el análisis de la balanza fiscal que hacen algunas consultoras privadas, además de todo lo expuesto por el cumplimiento de los servicios de deuda, existe otra razón esencial que compromete el normal desenvolvimiento futuro de las cuentas: es que los gastos crecen al 32% y los ingresos al 25%, generándose una brecha que se amplía constantemente, y por lo tanto al final del año habrá una cifra muy abultada de déficit primario.

Este año el total de intereses sumará unos 47.000 millones de pesos, incluyendo el cupón PBI, pero como los más abultados vencimientos se producirán de ahora hasta diciembre, por unos 36.000 millones, es que justamente en este segundo semestre se dará el mayor nivel de dificultades. Es decir, en otras palabras, lo peor todavía no pasó.

Este es entonces el panorama que tenemos sobre la recaudación, el pago de vencimientos de deuda y lo que resta del año.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso