Por REDACCION
"Si se quiere conocer donde estará ubicada una nación en el escenario internacional en el año 2050, no hay que prestar atención a sus activos financieros y recursos naturales, sino conocer cuál es hoy el nivel educativo de sus adolescentes de 15 años". Tan contundente definición fue parte de la conclusión a la que había arribado la Universidad de Munich (Alemania) tras realizar un estudio sobre el tema del mayor y más importante capital que cuentan los países para favorecer y afianzar su desarrollo.
La educación es justamente lo que analiza la Prueba Pisa -considerada la más importante del mundo-, cuyos resultados se difundieron meses atrás, habiendo sido evaluados 550.000 estudiantes de 15 años de 65 países de diversas regiones en las disciplinas lenguaje, matemáticas y ciencias, donde a la Argentina le fue bastante mal, tal como viene ocurriendo los últimos años. De las tres mencionadas la principal de este último relevamiento fue matemáticas, ocupando nuestro país el lugar 59 entre los 65 participantes, recordándose que en 2009 había quedado en el sitio 55. Un posicionamiento que habla muy mal de la calidad educativa en nuestro país, que además entre los ocho presentes de Latinoamérica ocupó el sexto lugar, detrás de Chile, México, Uruguay, Brasil y Costa Rica, superando a Colombia y Perú.
En cuanto a la perspectiva global, Sanghai ocupó el primer lugar, ubicándose luego Singapur, luego Hong Kong, Taipei, Corea del Sur, Macao y Japón. Nombres estos que dan una idea muy clara y contundente sobre qué región del mundo alcanzará el mayor desarrollo a mediados del presente siglo. Es que en todos esos países asiáticos es donde se concentra el mayor nivel educativo en sus adolescentes de 15 años, justamente los que tienen la resolución del futuro en sus manos. En cierto modo llama la atención que en esa selecta nómina no aparezca China, si bien debe destacarse que desde un tiempo a esta parte, y conociendo esa falencia, los chinos han volcado recursos y esfuerzos para mejorar ese déficit. Lo cual anticipa que seguramente en el próximo relevamiento ya el nombre de China estará junto a sus pares asiáticos, los dueños del futuro.
Un dato más, completando la decena de países sobresalientes en eudcación, aparecen junto a los 7 asiáticos Liechtenstein, Suiza y Holanda, que son los más destacados representantes de occidente.
Tomando el promedio de los 65 países el 23% de los alumnos tiene una calificación de "insuficiente" en matemáticas, pudiéndose mencionar que en la Argentina se abarcó al 67% de los estudiantes, lo cual permite llegar a la conclusión que dos de cada tres no saben matemáticas.
Cuando se busca establecer una relación entre riqueza y educación, tomando el caso concreto latinoamericano, tenemos que el primer país ubicado es Chile, que tiene un PBI similar al de la Argentina, que sin embargo ocupó el sexto lugar. Y sobre los países que nos antecedieron puede referirse que el PBI argentino por habitante es 12% superior el de Uruguay, 20% mayor al de México, 44% más que Costa Rica y 53% sobre Brasil, y aún así con esa amplia ventaja económica, los estudiantes de esos países están muy por encima de los argentinos, lo cual constituye una situación que debería analizarse muy profundamente para tratar de revertirla, volviendo a los niveles que se tuvieron tiempos no muy lejanos.
Además del nivel educativo la Prueba Pisa también da precisiones sobre el cumplimiento del horario de clases o la ausencia deliberada de los alumnos de las clases, en lo cual el 25% de los alumnos de los 65 países dio evidencias de este comportamiento, lo cual se contrapone con la mayoría de los países asiáticos bien calificados, en los cuales esa actitud es asumida sólo por el 4 y 6 por ciento de los estudiantes, apareciendo otros niveles como 12% en Alemania y 15% en Holanda, en tanto que en la región latinoamericana se escalona 18% Colombia, 20% Perú y Chile, 30% Brasil, 39% México, 50% Uruguay y 57% Costa Rica, en tanto que en la Argentina aparece un abrumador 66% de estudiantes con esa conducta de incumplimiento de horarios de clases y falta injustificadas a las mismas. En tal sentido, realmente deplorable, marchamos a la cabeza de Latinoamérica.
Ni este gobierno ni el que venga el año que viene pueden seguir permaneciendo indiferentes frente a tamaño problema.
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