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Editorial Jueves 21 de Marzo de 2013

Construcción afectada

El cepo sobre el dólar viene impactando fuerte sobre la construcción desde hace 16 meses.

Redacción

Por Redacción

La inversión en ladrillos, es decir la industria de la construcción, desde siempre y muchísimo más todavía en tiempos inflacionarios, fue uno de los refugios predilectos para quienes tratan de resguardar sus ahorros. Debería serlo en este tiempo, cuando el efecto inflacionario es especialmente elevado, donde más allá de las discusiones entre el polémico 10,8% del INDEC y las cifras que oscilan entre 23 y 27 puntos de las consultoras privadas para establecer el costo de vida de 2012, esperándose aún más este año -a pesar del congelamiento de precios-, pero el cepo cambiario que impactó sobre el dólar tuvo un efecto letal sobre el mercado inmobiliario y consecuentemente sobre la construcción.

Es que tanto como la inflación induce a los ladrillos, constituyen tal vez la manera más segura de resguardo, la incertidumbre y esta clase de medidas como el cepo al dólar que generan enorme desorientación, llevan a contener las inversiones, y como suele decirse en el campo "esperar hasta que aclare". No es que la opción sea quedarse con los pesos y ver cómo se diluyen casi una tercera parte en una año, pero sí orientarlos hacia otros destinos buscando protección. De todos modos, conviene dejarlo en claro, no es que no convenga construir, siempre es favorable, pero la restricción sobre el dólar hace que nadie, o muy pocos, compren propiedades y por lo tanto esta paralización impacta directamente en la construcción, que también queda inmovilizada.

Después de casi 16 meses del cepo sobre el dólar, las consecuencias están a la vista. Es probable que el gobierno se haya hecho de mayor provisión de "verdes" para poder afrontar el costo de 11.000 millones de dólares que este año deberá pagar por la compra de energía, consecuencia de la impericia demostrada en el sector, pero en cambio afectó grandemente a otros sectores como este de la construcción, que como es sabido se trata del que cuenta con mayor efecto movilizar sobre casi todo el conjunto de la economía, tanto por la afectación de una amplísima mano de obra que va desde los profesionales, artesanos, especialistas, hasta los simples auxiliares, pasando además por un abanico de elementos que son necesarios en la construcción y que activan a innumerables sectores, además de la comercialización por parte de inmobiliarias y todo el derrame que se hace sobre el resto de la actividad económica.

Caída de los usados

La venta de automóviles usados se encuentra en caída, ya que en el pasado mes de febrero se contrajo 19,5% con relación a enero y 1,8% medido con febrero de 2012, alcanzándose la comercialización de 122.676 unidades. Con ello en el primer bimestre del presente año se logró la cantidad de 275.084 vehículos, que también registra una leve baja, en este caso de 0,73% con relación a igual lapso del año pasado.

En el interior del país fue donde menos se notó la caída, la cual fue sí apreciable en cambio en los grandes centros urbanos. En lo que hace a la provincia de Santa Fe en estos dos primeros meses del año se comercializaron 24.317 usados, un 0,24% más que en 2012.

Los índices registrados tantos en las ventas como en la producción de automotores son seguidos muy de cerca, ya que tienen una fuerte participación en el aspecto global, en este caso de los usados para medir el ánimo de la gente y también sus posibilidades de ahorro, pero especialmente en la producción ya que el sector es el sostenedor principal de la industria. Y por cierto, todo tiene que ver con todo, ya que al venderse más usados también se acrecienta la venta de los cero kilómetro, y por lo tanto se fogonea la producción mediante un sostenido mercado interno.

Justamente, se considera en el mercado automotor, que las posibilidades del presente 2013 son buenas y que comenzarán a levantar luego de estos dos primeros meses que, por cuestiones del verano y las vacaciones, decaen las ventas tanto de usados como nuevos. 

Es así que desde la Cámara  del Comercio Automotor se puntualizó que no llama demasiado la atención la baja de transferencias de autos usados en febrero, tratándose de una mes caracterizado invariablemente por sentir el efecto de las vacaciones. Se anticipó además que para hacer una evaluación precisa, habrá que aguardar al menos hasta el mes de junio, aunque se dejó trasuntar optimismo, ya que en este mismo momento, aún con las bajas porcentuales consignadas, el mercado debe considerarse positivo.

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