Cantidad y calidad

El Gobierno Nacional anunció que el ciclo lectivo 2012 se extenderá a 190 días de clases, y que las clases comenzarán el 27 de febrero. Y desató la polémica con las provincias y los gremios docentes, que esbozaron numerosas críticas, vinculadas especialmente con la “inoportuna” fecha de inicio y con la falta de recursos y políticas para mejorar la calidad educativa en todo el país.

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, comunicó las novedades en el 37ª Asamblea del Consejo Federal de Educación, de la que participaron los ministros de educación de las 24 provincias. En ese encuentro, el funcionario nacional remarcó que el ciclo lectivo 2010 “registró el período de más días de clase de los últimos 10 años”, que "el presente año será aún

mejor, ya que casi todas las provincias cumplirán 180 o más de clases", y que el objetivo para el 2012 “es generalizar y garantizar en todo el país un piso de 190 días de clase, con la intención de continuar agregando jornadas año a año, con el fin de llegar a un calendario escolar cercano a los 200 días de clase en el 2016".

Al trazar un panorama de la situación actual, Sileoni comentó que "hoy tenemos una mejor educación en la Argentina porque hay más días de clases, más chicos en las escuelas, mayor inversión y mayor conciencia de la importancia de la educación en la sociedad; es decir, conquistamos una serie de políticas y acciones que, sin duda, nos van a permitir continuar mejorando los aprendizajes".

Claro que la visión del Gobierno no es compartida por todos. Y las respuestas a las decisiones oficiales no tardaron en llegar. Desde Santa Fe, la ministra de Educación de Santa Fe, Elida Rasino, si bien aseguró que “es muy difícil no compartir la posibilidad de que los chicos tengan más días de clases. Siempre es importante”, consideró que “no es la cantidad de días de clases lo que garantiza una buena educación. El problema es la calidad. En este aspecto tiene que haber compromiso mutuo de las dos jurisdicciones y de la propia sociedad de ver qué hace con sus chicos y como acompaña la educación”.

Profundizando su razonamiento, la diputada nacional electa por el Frente Amplio Progresista afirmó que es “fundamental que el gobierno nacional, además tomar una decisión que está fijada por ley, como es la cantidad de días de clase que debe haber, garantice que los días de clases se cumplan. Que tengamos las provincias la posibilidad de no enfrentar conflictos salariales como tenemos a veces. Esta provincia los ha superado con continuidad, pero hay provincias que los tienen”. Y enseguida amplió su postura. “Las escuelas están transferidas a la provincia con compromiso de la Nación de acompañar los esfuerzos financieros. Acá hay una tremenda desigualdad de posibilidades entre las provincias. Hay provincias que pueden pagar los salarios docentes, pero hay otras que no pueden sostener el nivel de sueldos que el docente tiene que ganar”, remarcó Rasino.

También desde Buenos Aires se hicieron oír los reclamos. Tras calificar de “inoportuna” la decisión, por considerar que hay otras cosas para mejorar en materia educativa, el secretario General de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, precisó que "cantidad de días

de enseñanza no implican calidad educativa", agregando que "el objetivo debería ser formar y no guardar chicos dentro de una escuela".

Por otra parte, Romero manifestó que "es imposible imaginar que, en provincias como Misiones, Chaco, Santiago del Estero, con más de 40 grados de temperatura en verano, puedan desarrollarse normalmente las clases en establecimientos donde ni siquiera tienen ventiladores, y en algunos casos, ni agua potable". El dirigente recordó que "la infraestructura escolar, la calidad educativa, la formación del docente, la prevención de la violencia en las escuelas, son temas con urgencia de discusión", y se quejó porque, a su entender, "toda decisión que afecte al funcionamiento del sistema educativo debería ser tomada con la participación de todos los actores correspondientes al mismo, como por ejemplo los docentes, y no en un ámbito climatizado como lo es el Consejo Federal".

El Gobierno promete cantidad. Desde las provincias y los gremios reclaman calidad. Pero ninguna de las partes ha hecho los deberes, en ninguno de los aspectos. Demasiados problemas en un tema vital para la salud democrática y social del país, y que lleva décadas sin una resolución favorable.